No fue lo que esperábamos
Llegamos a Sanz por la buena experiencia que tuvo mi novio con el anillo de compromiso. Nos dijeron que los anillos había que verlos con anticipación, así que me puse en contacto con Sanz en junio del 2020. Nos hizo una promoción si pagábamos con transferencia, e hicimos una videollamada para hablar sobre los modelos (cuarentena). Reservamos el modelo Constelazzione y fuimos cumpliendo los plazos de los abonos. El 19 de noviembre fuimos a nuestra cita para tomar medidas para el modelo final y establecimos el grabado. Definimos fecha de entrega 2 de abril (casi 5 meses después de la toma de medidas). Nuestro matrimonio civil se adelantó para el 1 de abril, por lo que pedí a J. el 30 de noviembre que nos adelantara la entrega para el 1 de marzo, a lo que accedió. Siendo ya 23 de febrero (a 7 días de la entrega formal) le escribí como novia preocupada para confirmar la entrega, a lo que responde que está ocupado. Al otro día le escribo, diciéndome que los anillos no están listos porque hay joyeros con Covid, pero que el 5 de marzo nos hace la entrega oficial. Le escribo el 4 de marzo sin respuesta y el 5 de marzo nuevamente. Me explica que no recibió las argollas y que no las puede entregar, pide disculpas y dice que es impresentable y que no tiene excusas. Reagendamos para el 10 de marzo. A mi sorpresa, el 6 de marzo me consulta nuevamente por el grabado, lo que yo pensé ya debería estar listo, pero al parecer recién estaban terminando la confección de un anillo reservado hace 5 meses.
¡El 10 de marzo llegaron las añoradas argollas! Pero no eran como las del catálogo (las piedras eran de mayor tamaño, los surcos estaban mal hechos, acabado mal hecho, lo único bueno es que las medidas eran las correctas). J. nos explicó que, si queríamos, podíamos cambiar el anillo, ya que al parecer ese diseño no les quedaba bien. Optamos por el modelo Eternité. Nos ofreció cambiar el anillo, pero tendríamos que hacer el cambio después del matrimonio civil, porque no tenía al joyero especialista en este anillo, y era muy probable que nuevamente quedara mal. O sea, la mejor opción era casarnos con unos anillos mal confeccionados y luego devolverlos para esperar otros nuevos y hacer como que nada hubiera pasado. Cedimos nuevamente, con promesa de entrega para la 3ra semana de abril. Le escribí el 21 de abril sin respuesta. El 26 de abril me puse en contacto con su asistente V., quien nos dice que las argollas no están listas, pero que el 7 de mayo sí. Se imaginarán que mi paciencia ya no era la misma. Le escribí a J. el 6 y 7 de mayo sin respuesta. V. me responde el 7 de mayo y me dice que, lamentablemente, no están listas las argollas (¡todavía no!) y que no me puede dar una fecha nueva con certeza. Nos pide disculpas, excusándose con que tenían un joyero con Covid. Le menciono que llevamos un mes de casados, sin anillos, siendo que nuestra primera gestión con ellos fue hace un año atrás. El 10 de mayo nos escribe J., nos pide disculpas por el desafortunado proceso, que no han estado a la altura, que nos han fallado. Me dice que el 11 de mayo nos entregan las argollas, a lo que le respondo con calma “ok, ahí estaremos”.
Los anillos llegan finalmente el 11 de mayo a nuestra casa, bien confeccionados, de calidad, solo que no en la talla correcta. Me quedaba tan apretado el anillo, que no podía ni sacármelo (a diferencia del anterior que en medida me quedaba perfecto). Pienso, qué tan difícil puede ser para una joyería acertar con la medida si la tienen, en fin. Le mando videos a J., contándole nuestra situación, contándole que solo me queda bien en el meñique.
J. se compromete con ir por el anillo el 14 de mayo. Le escribo ese día y me dice que lo lamenta, pero que no podrá ir por los controles y los permisos. Reagendamos para el 18 de mayo. Viene N., quien retira la argolla y me deja un medidor. El 28 de mayo, le confirmo a J. la entrega del anillo, todo ok.
Llega N. con la argolla, la verdad no me quedó perfecta la medida, pero me conformé, total, no quería seguir esperando.
Después de todos estos problemas, J. me regaló un punto de luz y dos aros pequeños de puntos de luz como compensación. Y en agosto fui por una mantención para mi anillo de compromiso, la cual cumplió mis expectativas y fue dentro de los tiempos.
Dejo esta reseña para futuras novias, para que no pasen por lo mismo que me pasó a mí.