¡Olvídense de todos los "¿y si...?" 7 razones de por qué no deben comparar su matrimonio con otros
Ni la ceremonia, ni el banquete, ni la fiesta. Si se obsesionan en comparar su matrimonio, nada bueno saldrá de ahí. ¿Lo peor de todo? Que serán ustedes los únicos perjudicados. Revisen estas 7 razones por las que no deben entrar en comparaciones.
Tomar inspiración de otros, sí. Compararse, jamás. Por ejemplo, si fueron a un matrimonio y les encantó el beauty corner, no hay ningún problema en que lo incorporen también a su celebración. Distinto es que sufran pensando que su boda no será exactamente igual como aquella a la que asistieron y se atormenten tramando en cómo poder equipararla. Bien cierto es el dicho de que las comparaciones son odiosas y, en lo respecta a las bodas, aquí les revelamos más motivos que lo confirman.
1. Nunca serán iguales
Afortunadamente, cada celebración es única e irrepetible. Por lo tanto, parece una pérdida de tiempo comparar la propia con otras bodas, aun cuando se realicen en el mismo lugar y siguiendo las mismas tendencias.
Es decir, ningún matrimonio campestre o de inspiración vintage será igual a otro, pues siempre habrá elementos personalizados que marcarán la diferencia. Precisamente, lo que dará el toque especial a su gran día.
2. Diferentes prioridades
Independiente de que dispongan del mismo presupuesto que otra pareja para invertir en la boda, el dinero se distribuirá de manera distinta. Esto, según las prioridades y objetivos que tenga cada pareja. Por esta razón, resulta ilógico querer compararse con otros en el plano económico, aun contando con los mismos recursos y, peor aún, si no es así.
3. No siempre más es mejor
Las comparaciones pueden ser “hacia arriba”, con algo que consideran mejor o “hacia abajo”, con algo que catalogan de más bajo nivel. Y en el caso de las bodas, al menos en la mayoría de los casos, las comparaciones se hacen con otras que se consideran superiores. Pero, ¿qué es superior? ¿Una locación con piscina? ¿Un photocall con alfombra roja? ¿Un Candy bar + Beer bar + Coffee bar? Aunque un matrimonio con muchos servicios puede impresionar, la clave no está en los lujos, ni en llenar de puntos temáticos la celebración. La clave está en las personas: en cómo los novios viven su día y cómo los invitados disfrutan de cada momento de la celebración.
4. Se genera inseguridad
Por otro lado, si les gusta un estilo en particular, como las celebraciones urbanas o industriales, puede que empiecen a dudar tras compararse con otros casamientos. Por ejemplo, si al mismo tiempo una pareja de amigos o compañeros de trabajo está preparando su boda. Si ellos apostarán por un matrimonio en clave bohemia, “¿no deberíamos hacer lo mismo?”, se preguntarán ustedes. ¡No! No se lo pregunten y sigan adelante con sus planes originales. Si una boda urbana los identifica más, entonces no piensen en cambiar a una boho solo por seguir tendencias o lo que hace el resto.
5. Se genera estrés
Ya suficiente carga tendrán con la organización del matrimonio, como para sumar al proceso una cuota extra de estrés. Y es que el hecho de compararse con la boda a la que fueron el mes pasado, por ejemplo y que fue idealizada por todos, les generará aún más presión por conseguir los mismos resultados. En otras palabras, elevarán sus expectativas y estarán más preocupados de cumplirlas, que de disfrutar la organización nupcial. Recuerden que en cualquier ámbito, las expectativas nunca ayudan.
6. Evitar ideas preconcebidas
Otra razón por la que no deben compararse, es porque así se evitarán las ideas preconcebidas. Si se comparan con el halagado matrimonio de la prima X, por ejemplo, creerán que lo correcto es bailar el vals, lanzar el ramo y partir la torta, cuando en realidad ustedes son dueños de modificar las tradiciones a su antojo. O si se comparan con la boda de un compañero de trabajo, que sacó aplausos por el banquete de comida fusión, entonces supondrán que ese el camino que deberían tomar en su menú, más allá de si a ustedes les convence o no.
7. Las imágenes no siempre son “tal”
Por último, si están constantemente revisando revistas, sitios web, blogs u otras plataformas digitales de inspiración, tengan claro que lo que ven no siempre es equivalente a la realidad. Y es que allí encontrarán fotos editadas, por lo que no vale comparar el centro de eventos que reservaron, por ejemplo, con uno perfectamente decorado que aparezca en algún catálogo de promoción. Aunque el de ustedes puede lucir igual o mejor, según la ambientación que le impriman, el tema es no compararse, sino más bien enfocarse en lo que ya tienen.
¡Ya lo saben! Las comparaciones no los llevarán a buen puerto, así que ni siquiera lo intenten. Mejor gasten esos esfuerzos en personalizar la decoración, escribir unos votos emotivos y elegir unos bellos recuerdos para sus invitados. Finalmente, que sea un matrimonio con identidad es lo que más valorarán sus familiares y amigos.