6 consejos para mandar a hacer tu vestido de novia

¿Pensando en mandar a hacer tu vestido de novia? ¿Eres de esas novias a las que les gusta la espalda de un vestido, el escote de otro, y la falda de otro en particular, pero no logras dar con todas estas opciones en un solo vestido? ¿No encuentras en ningún lado el vestido que tienes en la cabeza o, peor aún, ningún vestido te gusta? Si respondiste sí a cualquiera de estas preguntas, entonces eres candidata a mandar a hacer tu vestido de novia, especial y exclusivo para ti.

Seguramente tienes algunas preguntas y miedos al respecto pero, aunque no lo creas, el mandar a hacer tu vestido tiene muchas ventajas, y gozarás en este proceso. Para que disfrutes y no des ningún paso en falso, te invitamos a leer los 6 consejos:

1. Buscar un diseñador profesional 

Para que la confección de tu vestido sea todo un éxito, éste debe ser realizado por algún diseñador de vestuario profesional, que sepa diseñar y realizar vestidos de alta costura y especialmente de novia. Un profesional de esta aérea sabrá orientarte respeto a telas, formas -según tu cuerpo- y tiempo que se demorará en hacer tu vestido.

No te arriesgues y ándate a la segura con alguna tienda de vestidos de novia o diseñador/a que sepas ya ha confeccionado más de un par de vestidos de novia, y así puedas pedir la opinión de otras novias que hayan optado por esta tienda o diseñador. ¡Así también podrás ver sus diseños! Hoy en día, en nuestro país hay una gran variedad de maravillosos diseñadores de vestido de novia.

2. Hazlo con tiempo

Si ya has buscado por unos tres meses tu vestido de novia y ninguno te convence, es tiempo de que te mandes a hacer el tuyo. Esta decisión debes tomarla por lo menos 6 meses antes del matrimonio. Recuerda que es un vestido que se va creando poco a poco y muchas ideas pueden ir cambiando, y es por eso que lo ideal tanto para ti como para el diseñador es que por lo menos tengan un tiempo razonable, para que así estén todos tranquilos y el vestido resulte tal como lo soñaste.

3. Trabajo en equipo

Debes participar en la confección de vestido. Por muy bueno que sea, no dejes todo en manos del diseñador; él o ella no pueden leer tu mente y quizás tomen alguna decisión que no es de tu agrado. Trata de participar en todo y conversen sobre todos los pasos a seguir, desde los posibles cambios en el diseño hasta la elección de las telas.

4. Tener alguna idea o concepto 

Busca y busca en revistas, Internet, en tu propio closet y en nuestro catálogo nupcial alguna idea sobre lo que quieres de tu vestido de novia. Esto ayudará al diseñador a tener un punto de partida y juntos se pueden ir inspirando. También puedes recolectar cualidades que te gustan de diferentes vestidos y ver con el profesional encargado como las mezclan todas. En caso que no encuentres ningún modelo de vestido que te llene, por lo menos ten un concepto para dar como pista, por ejemplo: “rockero”, “romántico” o “sensual,” entre otros.

5. Confiar

Es muy importante que sientas plena confianza en quien delegues el encargo de realizar tu vestido. El profesional que escojas debe no solo ser de tu agrado como diseñador, sino también como persona. Debes sentir la confianza de poder decirle si alguna decisión no te parece. Así también, debes estar completamente segura y tranquila que cumplirá con los tiempos y diseño de tu vestido.

6. Ir a todas la pruebas

No te saltes ninguna prueba. Éstas son todas muy importantes y, aunque sean seguidas, siempre hay algo que aportar o algún punto que discutir. Si te saltas alguna prueba, atrasarás la confección de tu vestido, por lo que el diseñador contará con menos tiempo y tranquilidad para terminar tu vestido. Respeta los tiempos de cada prueba y tómate todo el tiempo del mundo en ellas, ya que son un punto clave en el resultado final de tu vestido. Así evitas cualquier sorpresa desagradable.