8 cosas que no debes hacer después de comprarte el vestido
Luego de la compra del vestido de tus sueños, hay algunos puntos a los cuales poner atención para que todo siga en orden con el modelo escogido. No hay que dormirse en los laureles y seguir con toda la motivación para completar tu look.
La búsqueda del vestido soñado no es para nada fácil, mientras algunas novias sueñan con un vestido de novia de estilo princesa, otras quieren algo sencillo y diferente, por lo que, ya encontrado tu vestido de novia ideal para el gran día, no puedes estar más contenta, y seguro que es un alivio y una alegría tremenda de entre las tantos pendientes con las que te vas a encontrar camino al altar. Ahora puedes empezar a pensar y tener más claro qué peinado de novia es la mejor opción para el vestido elegido, entre otras cosas.
Sin embargo, la compra del vestido es como el gran “check” en tu lista y no debes bajar la guardia para que todo salga a la perfección. Para que no se te pase ningún detalle, te dejamos estos 8 tips para saber qué no hacer después de la compra del vestido.
1. Cambios bruscos de peso
Principalmente porque es perjudicial para tu salud y necesitas estar al cien por ciento en esta linda etapa de vida, y además si, por ejemplo, ya te has comprado un lindo vestido de novia de encaje y este te quedó perfecto, los cambios drásticos de peso pueden hacer que ya no te calce a la perfección; además, una vez entregado es más complicado hacer algunas modificaciones sin que altere su diseño.
2. Olvidar algunos detalles
Aunque hayas optado por un vestido de novia sencillo, todavía queda por elegir elementos esenciales para complementarlo, como algún peinado recogido, maquillaje o algunos accesorios como una corona, tocado, la ropa interior, joyas y zapatos. ¡No hay que olvidarse de nada!
3. No cuidarlo adecuadamente
Una vez que te hayan entregado tu vestido debes tomar todas las medidas necesarias para que este se conserve en perfectas condiciones. Guárdalo con el máximo de cuidado en tu casa, o en el lugar donde te vayas a vestir para el gran día. Hay que manipularlo lo mínimo posible, y si tienes niños, dejarlo fuera de su alcance.
4. Probártelo
Por muy grande que sea la tentación y mueras de ganas de ver cómo luces en ese maravilloso vestido de novia sin espalda que has escogido, esta no es buena idea, ya que, sin querer, lo puedes manchar, arrugar, soltar alguna aplicación…en fin, mejor no tocarlo hasta el gran día.
5. No darle sus últimos toques
Por muy ansiosa que estés en tener tu vestido en tus manos, o si sientes que estás contra el tiempo, no te lleves el vestido a la casa sin revisarlo completamente y darle todos los toques que sean necesarios y tú creas que hacen falta.
6. Seguir vitrineando vestidos
¿Quizás hubiera sido mejor un vestido de novia hippie chic? Estas y más preguntas te pueden generar mucho estrés y ansiedad, si empiezas a mirar vestidos luego de ya tener el tuyo.
7. Mostrarlo y preguntar la opinión de otros
Es una tentación si lo tienes en tu casa, pero este debe ser uno de los secretos mejores guardados de la noche, y la opinión más valida e importante es la tuya, más que eso no necesitas.
8. No tener cuidado en el traslado
En el caso que viajes para realizar tu matrimonio, debes tener especial cuidado con el traslado del vestido, ya sea en avión o autobús, tu vestido debe ser el pasajero más vip y más cómodo en viajar para que llegue sano y salvo.
Tener tu vestido en tu poder te da la posibilidad de empezar a tratar otros temas como la decoración para matrimonio que escogerás con tu novio, o ayudar a tu mamá a escoger su vestido de fiesta para tu gran día.
