8 "mentiras" que las películas de bodas cuentan a las novias
Si te gustan las comedias románticas, seguro que las películas de bodas están entre tus favoritas. Eso sí, ya sean románticas o más graciosas, lo cierto es que no todo es tal cual como parece en la ficción.
Todo lo que respecta a la celebración de un matrimonio es bastante más exagerado y/o acontecido en las películas de Hollywood. Por lo tanto, si ya estás planeando la boda, mejor no te inspires en películas como “27 vestidos”, “La boda de mi mejor amigo” o “Damas en guerra”. Aquí te develamos 8 mentiras que la ficción ha hecho creer, aunque lo mejor es tomárselo con un poco de humor.
1. La pedida de mano
Ya sea a través de helicópteros, yates, en un cine repleto o en medio de un concierto. Las propuestas de matrimonio en Hollywood son unas más espectaculares que otras y sus protagonistas no escatiman en recursos, ni en pánico escénico. Sin embargo, la realidad es muy diferente y, de hecho, la mayoría de las novias prefiere que la pedida de mano sea un momento más íntimo.
2. La organización
Todo parece tan fácil en las películas de Hollywood, que da la sensación de que bastan un par de semanas para organizar una boda. Algo que dista bastante del mundo real, considerando la ceremonia, la lista de invitados, el banquete, la música, los recuerdos y las fotos, entre muchos otros ítems que hay que coordinar. De hecho, así como se divertirán en este proceso, también habrá algunos momentos de estrés.
3. El atraso de la novia
Aunque en los filmes románticos, para sumarle emoción, las novias siempre llegan atrasadas a la ceremonia, lo cierto es que en la práctica esta acción no es tan conveniente. Al menos, no es recomendable hacerse esperar más de 10 o 15 minutos, ya que los tiempos del juez o sacerdote generalmente son muy ajustados. Créelo, no estarán contentos si llegas tarde.
4. La frase “que hable ahora o calle para siempre”
Es un clásico de las películas de boda de Hollywood ese instante en que el cura pronuncia las palabras “si alguien se opone a este enlace, que hable ahora o calle para siempre”. Pero ese momento no lo vivirás en tu matrimonio, pues corresponde a una tradición obsoleta que data del siglo XVI y que no es considerada siquiera como parte del protocolo.
Se trata de una frase incorporada a la liturgia por la Iglesia de Inglaterra, con el fin de proteger el contrato de matrimonio que en esos años se hacía por conveniencia. Por ejemplo, si un padre no había pagado la dote acordada, la frase permitía a la otra familia oponerse a la unión. E incluso, se ocupaba para cuestionar la virginidad de la novia.
5. Discursos brillantes
Ya sea en voz de los padres, padrinos, amigos, damas de honor, best men o de los mismos contrayentes. Los discursos en las películas siempre son muy emotivos, con frases precisas y un remate que bordea en lo gracioso. Algo que en los matrimonios fuera de la ficción no siempre pasa, pues no a todos les resulta tan cómodo pronunciar unas palabras. De hecho, ni para los novios es tarea fácil la de construir el discurso.
6. Coreografías grupales
En las comedias de bodas, todos bailan coordinados en algún momento de la fiesta como si fuera de lo más sencillo. Error, eso que parece casi espontáneo en pantalla, realmente requiere de mucha preparación y ensayo en los días previos a celebrar la boda. Por eso, si está en sus planes hacer una coreografía, lo mejor es practicarla con el tiempo necesario, o tomarse con humor las posibles caídas o descoordinaciones.
7. Disputa entre damas
Ni las damas de honor se robarán la película en tu matrimonio, ni se pelearán entre ellas por intentar llamar todo el tiempo tu atención. Tampoco alguna querrá quitarte a tu novio, ni se esforzará por brillar más que el resto. Tranquila, eso pasa únicamente en la ficción. En tu boda, las damas de honor serán tu mejor apoyo.
8. Una noche de pasión
Finalmente, aunque el cine insiste en retratar la noche de bodas como una velada idílica y súper apasionada, en la realidad no lo es tanto. Y es que además del cansancio de estar todo el día en movimiento, se suman los numerosos brindis que, probablemente, hará que lleguen a dormir y no se enteren de nada hasta el día siguiente.
Más allá de que muchas cosas no sean ciertas, igual podrás inspirarte en películas de bodas para personalizar los votos. Por ejemplo, en cintas como “La novia fugitiva”, “El cadáver de la novia” y “Votos de amor” encontrarás textos que te sacarán lágrimas de la emoción. Y si quieres musicalizar con canciones de películas, hallarás también varios soundtracks para los distintos momentos de la celebración.
