¿Deberían sacar una cuenta corriente conjunta después del matrimonio?
Según los intereses, necesidades e, incluso, formas de ser de los recién casados, les convendrá o no abrir una cuenta bancaria en común. Revisen estos consejos si están indecisos frente al tema.
Atrás quedó el estrés por elegir el vestido de novia perfecto o seleccionar la decoración para matrimonio en vistas del gran día. Y es que, una vez declarados marido y mujer, y con los anillos de matrimonio ya en sus dedos, las preocupaciones del día a día serán otras.
Entre ellas, cómo administrar conjuntamente las finanzas del nuevo hogar. ¿Están pensando en abrir una cuenta corriente? Si es así, no se pierdan el siguiente artículo.
Que es una cuenta conjunta
También conocida como cuenta para parejas, se trata de una modalidad en la que ambas personas son cotitulares de una cuenta. Es decir, pueden aportar y retirar dinero de la misma.
Encontrarán distintos planes según cada banco y, en ese sentido, tendrán que elegir en base a sus necesidades, ingresos y objetivos. Por ejemplo, solo para asociar gastos recurrentes del hogar, lo más conveniente es una cuenta corriente. No obstante, si desean construir capital y alcanzar metas a largo plazo, lo mejor será administrar una cuenta de ahorros.
De todas formas, tendrán que decidir si prefieren una cuenta mancomunada, es decir, que necesita las firmas de ambos cotitulares para retirar dinero. O indistinta, en la que solo hace falta la firma de uno de los cotitulares para hacerlo.
Puntos a considerar
Para que el tema funcione y no se arrepientan a los pocos meses de intercambiar sus anillos de oro, deberán conversar tranquilamente y llegar a acuerdos, por ejemplo, si están dispuestos a fusionar sus ingresos, aunque estos sean diferentes y cómo hacerlo: será 50/50 o un porcentaje según el sueldo de cada uno.
Además, tendrán que establecer prioridades comunes respecto a los gastos del hogar, siempre respetando la opinión de uno y otro, tal como lo hicieron al elegir los encintados de matrimonio que tanto gustaron a sus invitados.
Asimismo, una vez tomada la decisión de abrir una cuenta en conjunto, tendrán que establecer, por ejemplo, si desean que el pago de sus respectivos sueldos se realice directamente hacia ésta. Pero, de no tomar esta opción, entonces igual deberán acordar una fecha de depósito y fijar el monto que cada uno ingresará a la cuenta corriente.
Lo que recomiendan los expertos, a parejas con niveles de gastos similares, es seguir el siguiente modelo:
- Abrir una cuenta corriente conjunta, aparte de las propias cuentas bancarias de cada uno.
- Definir los gastos domésticos y otros ítems que cubrirán con la cuenta conjunta (dividendo, servicios básicos, supermercado, viajes), ya sea mediante las tarjetas de crédito asociadas a la cuenta común o con dinero en efectivo proveniente de la misma.
- Determinar la cantidad mensual necesaria para cubrir la totalidad de esos gastos, para que sean cancelados por cada miembro de la pareja, según el monto acordado anteriormente.
- Los gastos propios (ropa, calzado, gimnasio, factura del móvil), que sean cubiertos individualmente por cada uno.
Ventajas
Si les costó decidirse entre una torta de matrimonio u otra, seguro estarán indecisos también respecto a sacar una cuenta corriente en conjunto. Por lo mismo, conviene revisar algunos puntos a favor que implica esta modalidad.
- Gastos centralizados: tener un solo lugar para descontar los gastos comunes ayuda a ordenar las finanzas y observar en un estado de cuenta único los egresos versus los ingresos mensuales. Recuerden que ambos cotitulares podrán tener tarjetas asociadas para realizar los pagos que sean necesarios.
- Mayor ahorro: otra ventaja está en el ahorro que supone el mantenimiento de las cuentas, emisión de tarjetas, comisiones, etcétera. Además, evaluando distintos factores según cada caso, podrán acceder a beneficios por parte de las entidades bancarias. Por ejemplo, algunas les ofrecerán descuentos sobre la mantención de la cuenta si es que ésta se asocia con el pago de remuneraciones.
- Más comunicación y compromiso: estar en mutuo acuerdo respecto a cómo administrar los ingresos mejora la comunicación, debido al grado de negociación, planificación y toma de decisiones que ello implica. Y ya que ambos tendrán voz y voto al momento de disponer de los recursos, aumentará el compromiso ante el proyecto familiar que están formando.
- Éxito: ya que los problemas financieros lamentablemente son una de las causas de divorcios, si aprenden a manejar conjuntamente este factor tendrán el éxito como pareja en este ámbito, que no deja de ser muy importante en la convivencia matrimonial.
¿Y si mejor no?
Por último, si finalmente deciden no tener una cuenta en conjunto tras la postura de argollas de plata, se perderán todos los beneficios antes mencionados. Sin embargo, mantendrán la independencia de cuando estaban solteros, si es lo que buscan, pues no tendrán que dar explicaciones de sus movimientos bancarios que, en algunos casos, podría generar conflictos en la pareja.
Pero no solo eso, ya que se evitarán problemas en el caso de que uno sea muy ahorrativo y el otro más bien derrochador.
No obstante, si no quieren perder del todo esta oportunidad, quizás les convenga seguir con cuentas separadas y abrir una cuenta conjunta solo para el ahorro a largo plazo o solo para el pago de cuentas del hogar.
Puede que no muchas parejas piensen o profundicen sobre la economía familiar antes de la entrega del anillo de compromiso, pero sin duda que es un punto muy relevante en una relación. Por eso, si no quieren que el tema los tome por sorpresa, vayan conversándolo a la par que buscan sus adornos de matrimonio con miras al gran día.