Cómo celebrar un matrimonio en otra región del país
Aunque implica ciertas complejidades, con tiempo y organización lograrán tener la celebración que siempre soñaron. Más allá de los kilómetros, no renuncien a ese lugar donde tanto anhelan declarar el “sí”.
No se agobien antes de tiempo, ya que preparar una boda a distancia puede ser, incluso, más entretenido. Y es que además de pronunciar sus votos con frases de amor en un lugar muy especial, podrán adaptar la decoración para matrimonio de acuerdo a la zona y, lo más importante, contar con invitados que realmente quieran estar.
Si planean intercambiar sus anillos de oro en otra región, apunten estos consejos que les serán muy útiles.
Elegir la fecha
Al igual que en cualquier celebración, la fecha es lo primero que deben definir para poder avanzar con la preparación de la boda. Eso sí, ya que contraerán nupcias lejos de su casa, será fundamental que evalúen la temporada y condiciones climáticas, si no quieren partir la torta de matrimonio bajo una lluvia copiosa o en una ciudad atiborrada de gente en pleno verano.
Cotizar proveedores
Ya que la distancia dificultará que vayan a cotizar cada ítem en persona, investiguen mucho, pidan presupuestos por mail, busquen referencias en foros, comparen precios y agenden citas por videoconferencia, si es necesario, para cotizar los centros de mesa para matrimonio, o las flores para decorar el salón, por ejemplo. La idea es acotar las opciones lo más posible y así, llegado el momento de decidir entre un proveedor u otro, les costará menos al tener el panorama despejado. Por otro lado, si los recursos les permiten hacerlo, contraten los servicios de un/a wedding planner que opere desde la región y pueda hacer las gestiones de manera directa. Eso les facilitará mucho la tarea.
Armar lista de invitados
Al ser una boda en otra región, seguramente los acompañarán sus familiares y amigos más cercanos. O, al menos, un matrimonio tan masivo no será. Sin embargo, como se trata de un evento que incluirá un viaje –y según la distancia implique faltar al trabajo–, deben enviar las invitaciones con tres meses de anticipación y esperar la confirmación. Recuerden usar nuestra herramienta de gestor de invitados, que les facilitará esta, a veces, difícil tarea. Solo con el número de invitados en mano, podrán ir ajustando el presupuesto y definiendo, por ejemplo, si conviene más una cena clásica o en formato buffet.
Proponer opciones de traslado y hospedaje
Es natural que los novios no asuman los gastos de los invitados, considerando todo lo que ya implica el matrimonio. No obstante, lo que se recomienda es que negocien con hoteles u hostales para conseguir alojamientos a más bajo precio. Por otro lado, investiguen en empresas que sean seguras y ofrezcan una gama de alternativas, como arrendar un bus de turismo o comprar los pasajes en “x” línea aérea. Lo importante es que el proceso sea de lo menos engorroso para sus familiares y amigos, considerando que ya tendrán que costear el viaje, el regalo y el vestuario.
Delegar tareas
Casarse en otra región responde generalmente a lazos emocionales, por ejemplo, que es el lugar donde crecieron, donde estudiaron o donde se conocieron, quizás, durante unas vacaciones. En ese sentido, si no pueden contratar a un wedding planner y tampoco tienen familiares en esa región, deleguen algunas tareas entre sus más cercanos. Entre otras, que los padrinos se encarguen de los encintados de matrimonio y los testigos de la decoración de las copas de novios. Son tareas que harán con gusto y, a la vez, a ustedes se les alivianará la carga para poder concentrarse en otros temas.
Buscar el sello personal
Personalicen su ceremonia con elementos propios de la región, desde las flores y los adornos de matrimonio, hasta los productos que incluyan en el banquete. A través de pequeños detalles, logren que la identidad de la zona se respire más que nunca y, a modo de sugerencia, incorporen algún rito que tenga que ver con la locación. Por ejemplo, el ritual de la arena si se casarán en el litoral, la ceremonia del vino si lo harán en una región vitivinícola o la plantación de un árbol si darán el “sí” en algún frondoso paraje del sur del país.
Resolver trámites
Por último, casarse en otra región no es muy distinto que hacerlo en la propia, aunque más vale tener todo bien claro. Por ejemplo, que la ley de matrimonio civil establece que cualquier oficial civil es competente para celebrar las nupcias, independiente del domicilio de los contrayentes. No obstante, debe ser el mismo oficial ante el cual se hayan efectuado las diligencias previas de manifestación e información.
Por otro lado, si contraerán matrimonio religioso, no habrá problema en que hagan las charlas pre-matrimoniales en el lugar donde residen, mientras que la iglesia podrán reservarla con anticipación apenas tengan oportunidad de visitar las distintas opciones y elegir. Asimismo, tendrán ocho días para concurrir a alguna oficina del Registro Civil a inscribir debidamente el matrimonio.
Aunque les tome un poco más de tiempo, no se arrepentirán si intercambian sus anillos de matrimonio donde nacieron o, mejor aún, en el lugar donde se conocieron. Además, de norte a sur encontrarán en Chile paisajes maravillosos que podrán tomar de inspiración para crear arreglos para matrimonio, o bien, decantarse por una temática en particular.