¿Existe un protocolo para cortar la torta de novios?

Aunque no forma parte del protocolo ceremonial, como sí lo es intercambiar los anillos de matrimonio o declarar los votos, partir la torta es un clásico que no pasa de moda, aunque sí se renueva. De hecho, hay tortas que llevan letreros con frases de amor en vez de los típicos muñequitos o pasteles formados por pisos de donuts, entre otras opciones.

Por tanto, si les gusta esta tradición, tanto como lucir un vestido de novia blanco o un traje con botonier, descubran aquí todo lo que deben saber para llevar a cabo este dulce ritual.

Origen de la tradición

La raíz de la costumbre de cortar el pastel de bodas se remonta a la Antigua Roma. En los matrimonios de aquellos años el novio se comía la mitad de una masa de trigo con sal, muy parecida a un trozo de pan y luego rompía la otra mitad sobre la cabeza de la novia. Este acto representaba la ruptura de la virginidad de la mujer, así como el dominio del nuevo esposo sobre ella. Los invitados, por su parte, recogían del suelo las migas y las comían como símbolo de fertilidad, prosperidad y larga vida al matrimonio.

Posteriormente, ya que fue aumentando con el tiempo el volumen de la masa de trigo, se convirtió en un plato muy popular en los enlaces del siglo XVII, conocido como “pastel de novias” y que consistía en un trozo de carne picada decorado con migas de pan dulce.

Desde entonces, el pastel fue evolucionando en distintos formatos, tamaños y composiciones, hasta llegar finalmente a lo que conocemos hoy día. Cabe destacar que, en sus inicios, las tortas de matrimonio eran de color blanco como símbolo de pureza, pero también de abundancia material, pues solo las familias ricas tenían acceso a comprar azúcar refinada para su preparación.

Cuándo se corta

Aunque no existe un dictamen absoluto respecto al momento de cortar la torta, en la actualidad este ritual se realiza al finalizar el banquete, ya sea antes o después de servir el postre, según los tiempos y presupuestos que manejen los novios. De hecho, en muchos casos se reemplaza el postre por el pastel nupcial, especialmente si la comida fue abundante.

Eso sí, conviene anunciar el momento para que todos presten atención al corte, a sabiendas de que el fotógrafo estará sobre ustedes. Recuerden que, de paso, será una buena instancia para lucir sus anillos de oro, pues el profesional capturará en detalle sus manos en acción cortando el pastel, entre otras tomas.

Cómo se corta

El corte de la torta de matrimonio representa uno de los momentos más emblemáticos del gran día y requiere de un protocolo, pues simbólicamente se trata de la primera tarea que realizan en conjunto los novios tras ser declarados como recién casados.

Así es como al instante de dar el primer corte, el marido coloca su mano sobre la de su esposa para que entre los dos saquen el primer pedazo. Luego, ambos se dan mutuamente un trozo a probar y, a continuación, se disponen a compartirla con el resto de los invitados. La tradición indica que los primeros en probar, inmediatamente después de los novios, deben ser sus padres, a quienes se aconseja servirles personalmente, mientras el personal de catering se encarga de distribuirla a los demás invitados.

Ahora, aparte de escoger un cuchillo bonito que puedan guardar de recuerdo junto a sus copas de novios, se recomienda que se ayuden también de una espátula e, incluso, que practiquen con antelación la posición de sus manos para dar el corte.

Personalizar el momento

Hay muchas maneras de darle un toque único a este ritual, comenzando por elegir figuritas que los identifiquen. Y es que más allá de los clásicos novios de torta que se montan en la cima, existen hoy en día muchísimas otras opciones, como novios caracterizados con sus profesiones, animales, muñecos inspirados en películas o novios con hijos.

Por otro lado, pueden musicalizar el momento con una canción especial y pronunciar, antes de cortar el pastel, algún discurso o poema con frases bonitas de amor. Incluso, proyectar un video, entre otras ideas que se les ocurran.

Además, pueden realizar la tradición de jalar los dijes, en la que participan las solteras o llevarse un pedazo de torta para congelarlo y comerlo al cumplir un año de casados, en augurio de una vida llena de felicidad. Esta última es una costumbre de Estados Unidos que aún no se masifica tanto en nuestro país.

Respecto a los implementos, algunas parejas conservan cuchillos de boda o platos que son herencia familiar, por lo que usarlos significará también rendir honores a sus raíces.

Y, por ejemplo, si el novio es uniformado, además de usar su respectivo traje de acuerdo a su rango, puede reemplazar el cuchillo para cortar el pastel por su espada.

¿Y si no hay torta?

Es una posibilidad que no haya torta de matrimonio, ya que ésta solo es parte de un bonito rito, pero en ningún caso es una obligación. De hecho, hay varias posibilidades, ya que también hay quienes recurren a una torta de utilería con el último piso solamente con bizcocho para poder partirla.

O, simplemente, quienes no tienen torta y prefieren reemplazarla por un buffet abundante de postres, un Candy bar o una cascada de chocolate derretido con brochetas de frutas o marshmallows para untar.

Además, otra alternativa muy de moda es simular la forma de una torta, pero usando cupcakes distribuidos en una plataforma con varios niveles y colores. Sea cual sea su opción, lo cierto es que las tradiciones se renuevan y hoy día hay total libertad para personalizar su celebración como se les antoje.

Ya ven que no solo es posible personalizar la decoración para matrimonio, sino también, otros ítems como la torta o lo que prefieran ofrecer para cerrar el banquete. Ahora, si deciden cumplir con el rito, atesorarán un momento único, tan importante como el intercambio de argollas de plata o el primer baile de recién casados.