Por qué casarse en un viñedo es siempre una buena opción

Definir locación es de las decisiones más importantes que deben tomar. De hecho, antes de pensar en la decoración de matrimonio o, incluso, en el vestido de novia, lo primero es determinar si será a campo abierto o en un salón de interior.

Por lo tanto, si están considerando estrenar sus anillos de oro en una tradicional viña, aquí encontrarán respuesta a todas sus interrogantes.

Dónde se ubican

Si son amantes del buen vino, seguro saben que de norte a sur encontrarán en Chile importantes rutas donde se producen algunas de las cepas más destacadas a nivel mundial.

Entre ellas, la zona comprendida entre el Valle del Elqui y el Valle de Limarí, en la región de Coquimbo; entre el Valle del Aconcagua y el Valle de Casablanca, en la región de Valparaíso; en el Valle del Maipo, en la región Metropolitana; entre el Valle de Colchagua y el Valle de Cachapoal, en la región del Libertador General Bernardo O’Higgins; en el Valle de Curicó, en la región del Maule; en el Valle del Itata, en la región de Ñuble; y en el Valle del Malleco, en la región de La Araucanía, entre muchas otras.

Algunas son más reconocidas, pero en todas encontrarán increíbles locaciones disponibles para celebrar un matrimonio.

Por qué un viñedo

Son muchas las razones para elegir una viña como escenario para partir la torta de matrimonio, comenzando por el entorno privilegiado que ya es una garantía. Tanto en el norte, centro o en el sur, los viñedos aparecen entre montañas o se encuentran rodeados de áreas verdes y parrones, por lo que son ideales para realizar una ceremonia a la luz del día.

Además, las que abren sus puertas para matrimonios están muy bien equipadas y, por lo general, se trata de grandes casonas, con salones interiores, pista de baile, terrazas, jardines, fuentes de agua, bar, estacionamiento, vistas panorámicas y más.

Incluso, por apostarse en lugares retirados de las grandes ciudades, es posible encontrar viñas que ofrecen el servicio de alojamiento para novios e invitados. Y no solo eso, pues también algunas cuentan con sus propias capillas.

Tipos de matrimonio

Por la tradición ligada a la cultura vitivinícola, podrán inclinarse por una decoración de matrimonio campestre o con raíces chilenas, ambientando con fardos de paja, arcos de flores, ruedas de carreta, barriles, botes colgantes, corchos como marcadores de mesas, luces en los árboles y canastos de mimbre con uvas, entre otros adornos de matrimonio. Al menos, es la decoración que más se acostumbra a montar en las viñas, aunque también pueden darle un carácter elegante e, incluso, minimalista chic.

No obstante, si prefieren impregnar su celebración con toques románticos, arribar en carreta a caballo será una fantástica idea, mientras sus invitados disfrutan del cóctel con una degustación de vinos y una selección de quesos, entre otras delicias.

Y con respecto al banquete, un asado a la parrilla con cortes premium siempre será una buena opción, al igual que apostar por un buffet basado en la gastronomía local de la zona.

¿Lo mejor de todo? Que en las viñas encontrarán un servicio de excelencia brindado por profesionales con vasta experiencia en este tipo de eventos. De hecho, salvo que ustedes quieran lo contrario, lo proveedores se encargarán absolutamente de todo.

Los detalles

Si desean incluir algún rito simbólico, tanto si se casarán por la iglesia o por el civil, no encontrarán un lugar más apropiado para celebrar la ceremonia del vino que en un viñedo. Se trata de un ritual muy romántico que sellarán alzando sus copas de novios y que les dejará unas postales muy hermosas.

Además, si tienen la oportunidad, negocien con el proveedor la posibilidad de que sus invitados puedan recorrer en un tour exprés las instalaciones, y conozcan así las bodegas centenarias y salas de barricas, entre otros atractivos. Eso sí, no olviden solicitar el dress code adecuado según las características de la viña elegida, ya que encontrarán desde casas rústicas de estilo colonial, hasta modernas infraestructuras enclavadas en lo alto de un valle.

Finalmente, si se inclinan por esta opción siempre podrán volver al lugar donde se casaron, a diferencia de lo que ocurre al arrendar un centro de eventos tradicional. De este modo, ya sabrán dónde pasar sus aniversarios emblemáticos y, por qué no, replicar algunas de las bellas postales que inmortalizarán en su gran día.

Además de pensar en el código de vestimenta, para que sus invitados lleguen con trajes y vestidos de fiesta apropiados, pueden sorprenderlos también con algún presente ad hoc. Por ejemplo, regalar un vino orgánico de la viña y personalizar la etiqueta, ya sea con frases de amor o con el hashtag de la boda, entre otras opciones.