¿Necesitas ayuda?: 6 consejos para el vestuario del novio
Erróneamente se tiende a creer que es más sencillo y rápido. Sin embargo, configurar un look de novio requiere de tiempo, dedicación y organización. Si te encuentras justo en este proceso, revisa los siguientes tips.
Junto con el vestido de novia, el traje de novio se robará todas las miradas de los invitados. Por lo tanto, si ya tienes fecha para intercambiar tus anillos de matrimonio, comienza cuanto antes a rastrear tendencias en vestuario y complementos. De este modo, no se te vendrá el reloj encima y tendrás tiempo suficiente, hasta para luego seguir con la búsqueda de los encintados de matrimonio. ¿Listo para comenzar la aventura?
1. Definir el estilo de boda
Antes de pensar en el atuendo, debes definir el tipo de matrimonio que planean celebrar. Es decir, si será en la ciudad, el campo o la playa; por la iglesia y/o el civil; de día o de noche; o de etiqueta formal o casual.
Y es que de estos factores dependerá qué traje resulta más adecuado, considerando que una boda en un lujoso hotel requerirá un outfit muy distinto al de un enlace rústico. Tal como tu prometida tendrá que optar entre un vestido de novia con encaje o uno más sencillo, en tu caso será lo mismo.
2. Identificar las opciones
Ya una vez con el panorama claro podrás comenzar a buscar el traje. Eso sí, antes debes interiorizarse brevemente sobre las opciones que encontrarás. Saber, por ejemplo, que el frac es el vestuario de máxima etiqueta y que solo puede usarse en matrimonios de noche. Se compone de un saco que por delante es corto hasta la cintura, mientras que por detrás presenta dos faldones de corte en V. Le sigue en formalidad el chaqué, característico por la levita que incluye faldones de puntas semicirculares. Éste siempre va acompañado por un chaleco recto o cruzado, un pantalón de rayas verticales, camisa de doble puño y corbatón de seda.
El esmoquin, en tanto, es más sofisticado que un terno, pero menos fastuoso que un frac o chaqué. Está conformado por un saco recto que se cierra al frente con uno o dos botones, con solapas en seda o raso, pantalones con una raya lateral, faja o chaleco y humita o corbata, según quieras más o menos glamur. Y ya en una escala menos formal aparece el tradicional terno, que se constituye de saco, pantalón y chaleco, siempre acompañado de una corbata.
Esas son las opciones si deseas lucir un traje elegante en tu postura de anillos de oro. No obstante, siempre podrás elegir un atuendo más casual, como un pantalón Slim fit con blazer o una tenida de lino en tonos crudos.
3. Si vas a comprar
Lo ideal es comenzar la búsqueda con al menos tres meses de anticipación. Revisa catálogos, recorre tiendas, compara precios y toma la decisión cuando estés totalmente seguro. Encontrarás dos alternativas a la hora de comprar tu vestuario. Por un lado, tiendas con trajes ya listos o pret-a-porter, elaborados a partir de un patrón estándar y tallas predefinidas. Y, por otro, sastrerías en las que se confecciona el vestuario a medida, ya sea de fabricación artesanal o a máquina. Si te inclinas por la segunda opción, considera que necesitarás más tiempo por las pruebas de vestuario que implica el proceso.
4. Si vas a arrendar
Frente a la compra de un traje, arrendar aparece como una alternativa más económica, ya sea alquilando el traje completo, con todas sus piezas, o medio traje. Es decir, solamente el chaleco, la camisa o los accesorios, lo que abarata aún más el costo. Además, si quieres lucir un esmoquin, pero sabes que no volverás a usarlo, lo más razonable sería tomar este camino. Eso sí, al igual que si fueras a comprar, rastrea, pruébate y cotiza antes de cerrar el acuerdo, pues lo que se ve online muchas veces difiere de la realidad. Recuerda que debes reservar tu traje con al menos un mes de anticipación.
5. Escoger complementos
La elección de los complementos dependerá exclusivamente del traje en cuestión. Por ejemplo, si te decantarás por un frac clásico negro, sí o sí tendrás que usar un chaleco, una camisa blanca, humita blanca, pañuelo blanco y zapatos negros de charol con agujetas. No obstante, si prefieres imponer tu estilo, cargado hacia un look más hipster, siéntete libre de combinar accesorios como suspensores y un chaleco abotonado, con unos pantalones ajustados y una camisa a cuadros.
O, por otro lado, si te inclinarás por una decoración para matrimonio campestre, entonces tal vez una boina pueda ser el complemento estrella de tu outfit. En la mayoría de las tiendas y boutiques encontrarás disponibles los distintos accesorios, entre los que se incluyen también el cinturón, el reloj, las colleras, el botonier, la corbata y los calcetines. En la medida de que los tengas, lleva todos tus complementos a las pruebas de vestuario. Solo así podrás asegurarte de que cada pieza calza a la perfección.
6. Ir a la peluquería/barbería
Ya una vez resuelto todo lo concerniente al vestuario y complementos, solo te restará ocuparte de tu peinado. Por lo tanto, se aconseja que asistas al salón una semana antes de partir la torta de matrimonio, ya que, sin duda necesitarás un recorte o, al menos, que te eliminen las hebras quemadas. Independiente si tendrás o no peluquero en el día de la boda, debes acudir por un corte.
Además, podrás solicitar un masaje capilar para revitalizar tu pelo, así como otros servicios estéticos útiles de cara al gran día. Entre ellos, camuflaje de canas, afeitado con toallas calientes, diseño de barbas, manicure/pedicure, arreglo de cejas y depilación en zonas del rostro como pómulos, frente, mejillas, nariz y mentón. Ahora, si precisas retocar las patillas, el flequillo, la barba o el bigote, se recomienda que lo hagas el día anterior a la celebración.
A diferencia de escoger la decoración de matrimonio o seleccionar las copas de novios, definir el traje es una tarea que tendrás que hacer solo. Sin embargo, siempre podrás pedir a algún amigo o hermano que te acompañe a las pruebas de vestuario. ¡Incluso a tu papá! Seguro estarán fascinados de poder colaborar.