Convivir antes del matrimonio: ¿pensando en dar este gran paso?
Aunque no implica el nivel de formalidad de un matrimonio, la convivencia les cambiará la vida y marcará nuevas pautas en su relación. Si quieren sobrellevar este proceso con éxito, tomen nota de los siguientes tips.
Casarse es un paso importante para muchas parejas. Sin embargo, aun con planes de matrimonio algunas deciden que lo mejor primero es convivir. Incluso, puede que la pandemia haya obligado a unos cuantos a tomar esta medida antes de lo que tenían imaginado. Por ejemplo, en el caso de quienes se iban a mudar tan pronto como dijeran "sí, quiero", pero desafortunadamente tuvieron que aplazar la celebración.
Sea cual sea el caso, lo cierto es que la convivencia marcará un antes y un después en su relación. Revisen los siguientes consejos que les servirán para orientarse.
Por qué convivir
Hay diversas razones que podrían motivarlos a convivir y todas son igualmente válidas, aunque las más comunes se resumen en dos. Por un lado, están las parejas comprometidas que deciden convivir como una forma de economizar y poder ahorrar dinero de cara al matrimonio. En vez de que ambos arrienden y costeen cada uno sus respectivos servicios, pagar un solo alquiler les facilitará la tarea de juntar dinero. Y, de hecho, si está en sus planes comprar una vivienda, este periodo de convivencia, antes de casarse, les permitirá también ahorrar con ese objetivo. Aquellas son las parejas que están seguras de querer contraer matrimonio.
Sin embargo, hay otras que todavía no se sienten tan preparadas para dar el gran paso, por lo que se inclinan por la opción de convivir. Es más, muchos consideran esta alternativa como la óptima, pues vivir bajo el mismo techo permite conocer más profundamente a las personas. Y, asimismo, descubrir qué tan compatibles son para dar el siguiente paso. Sea cual sea el motivo que los impulse a convivir, hay algunos puntos que deberán tomar en cuenta para salir airosos.
Es un proceso
Mudarse con la pareja cambia la vida en 180° y, como tal, necesitarán de un tiempo para acostumbrarse. Independiente de si anteriormente vivían con su padres, amigos o solos, la convivencia les alterará sus rutinas, sus horarios, sus espacios, ¡todo! Será una linda experiencia, pero adaptarse a esta nueva forma de vida les tomará semanas e incluso meses. Y aunque no vendrán con la ilusión de los recién casados, definitivamente será un proceso emocionante.
Requiere organización
Para cimentar las bases de una buena convivencia, lo primero es organizarse con la pareja con respecto a varios temas esenciales. Entre ellos, cómo manejarán las finanzas, tanto si compartirán los gastos creando un fondo común o si cada uno costeará ciertos ítems para no mezclar los dineros. Deben resolver el tema económico cuanto antes.
Y con respecto a las tareas domésticas, es esencial que se organicen y decidan cómo lo harán con la cocina, con el aseo y con las compras del supermercado, entre otras cuestiones cotidianas. ¿Se turnarán? ¿Cada uno asumirá ciertas responsabilidades? Sea como sea que se organicen, la clave es que logren un equilibrio y ambos se involucren en los temas que tienen que ver con el hogar. Al final, la convivencia es un trabajo en equipo. Se trata de transar y llegar a acuerdos de la mejor manera posible.
Exige lo mejor de ambos
Comunicación, respeto, tolerancia y compromiso, son algunos conceptos que tendrán que reforzar una vez que decidan empezar a vivir juntos.
- Comunicación, para saber escuchar y ser escuchado. Sean transparentes y criteriosos al expresarse, no pidan que el otro adivine y traten de no irse a dormir sin resolver antes una discusión.
- Respeto, porque es fundamental que sigan manteniendo cada uno sus espacios de soledad y/o esparcimiento independientemente del otro.
- Tolerancia, para comprender a la pareja en esta nueva dinámica, y aprender a aceptarla con sus defectos y sus diferentes hábitos.
- Compromiso, porque aún sin casarse, están embarcándose en un proyecto de vida. Es decir, no están casados todavía, pero la convivencia implica igualmente un paso adelante en su relación. Por lo tanto, si lo van a dar, que sea con seriedad y madurez.
Implica rutina
Aunque la rutina no tiene por qué ser vista como algo negativo, aparecerá tarde o temprano en la convivencia de una pareja. Mientras que en la relación puertas afuera esperaban el fin de semana para verse, lo cual sumaba expectación a sus encuentros, ahora tendrán que buscar la sorpresa en otras formas.
Por ejemplo, en detalles tan simples como enviarse mensajes al celular durante el horario laboral. O improvisar una cena romántica en la terraza, aunque sea en mitad de semana. Como en toda relación, ambos tendrán que poner de su parte para fortalecer el amor y romper con la monotonía. Y si les funciona, entonces estarán listos para dar el gran paso.
Comenzar el día con un beso de buenos días o irse a dormir con un “te quiero” también los ayudarán a robustecer los lazos, tanto en la convivencia, como más adelante cuando decidan casarse. Al final del día, lo más importante son esos detalles que jamás se deben olvidar.