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Matrimonios

Cómo cuidar tu vestido de novia después del matrimonio

Por más nostalgia que sientas, ya es tiempo de guardar el vestido y lo mejor es que lo hagas correctamente. Solo así podrás mantenerlo intacto pese al paso de los años.

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Ya luces tu anillo de matrimonio en tu mano y recuerdas con emoción el momento en que intercambiaron los votos con frases bonitas de amor personalizadas. Pero es hora de ponerse práctica y si por nada del mundo se te pasó por la mente vender tu vestido de novia, entonces tampoco querrás que ande tirado por cualquier rincón de la casa. Sabemos que es uno de tus tesoros más preciados y, como tal, debes aprender a cuidarlo para que se conserve como el primer día. Sigue atentamente estos pasos y verás cómo tu vestido se mantiene en perfecto estado. 

1. Lávalo

Es lo primero que debes hacer. O, al menos, no te demores más de dos semanas en llevarlo a una tintorería especializada en este tipo de prendas delicadas. Aunque lo hayas cuidado muchísimo durante el matrimonio, es imposible que no se haya ensuciado o manchado en algún sector. Por eso, este punto debes cumplirlo sí o sí. Ahora, si te vas de luna de miel y notas que no alcanzarás a llevarlo tú misma, encárgale la tarea a alguien de confianza. También puedes lavarlo en casa a mano o a máquina, pero solo si manejas los cuidados necesarios con respecto al tejido y si no tiene ningún detalle que se pueda romper.

Danko Fotografía Mursell

2. Busca una caja

Dejarlo colgado no es una buena idea, por la tensión en la forma y costuras, ni tampoco guardarlo en una bolsa plástica pues, a largo plazo, podría tornarse amarillento. Por esta razón, lo ideal es que busques una caja de cartón que sea lo suficientemente amplia para almacenar el vestido sin apretarlo, ni doblarlo más de la cuenta. Y en lo posible, intenta que la caja esté forrada por dentro con alguna tela, libre de ácidos, para proteger aún más tu prenda y que no se deforme.

3. Encuentra un lugar

Si ya escogiste tu caja y seguramente hasta la decoraste con algún adorno de matrimonio que quisiste guardar, llegado el minuto. Ya sea en tu habitación, debajo de la cama, en un estanque o bodega, lo esencial es que sea un espacio fresco y seco, y que no esté expuesto a factores como el sol, la humedad, el polvo o la presencia de insectos. Además, preocúpate de que no estorbe al paso y, si la acomodarás en algún mueble en altura, cerciórate de que no tenga posibilidad de caerse y golpearse.

4. Dóblalo y guárdalo

Cuando regreses con tu flamante vestido de novia estilo princesa a casa tras retirarlo de la tintorería, no lo planches y dóblalo cuidadosamente; primero, envolviendo las mangas por debajo del cuerpo de tu traje nupcial. Luego, dóblalo hacia atrás sobre la falda y, por último, envuelve la falda hacia arriba sobre la parte superior del corpiño. El siguiente paso es utilizar papel de seda o tisú de color blanco para ponerlo entremedio de cada pliegue y así prevenir roturas, rasgaduras o manchas. Hazlo con cautela, asegurándote de no arrugarlo y coloca el papel de seda entre cada doblez. Al finalizar, mételo en la caja, séllala con una cinta y guárdalo.

Ahora, si tu vestido tiene encajes o materiales naturales como algodón o seda, el consejo es cambiar cada 3 meses una bolita de naftalina o alcanfor en la caja -no en contacto directo con la tela-, para así evitar el ataque de las polillas u otros insectos que podrían dañarlo. En total, se trata de un proceso que requiere tiempo y dedicación, así que procura hacerlo solo cuando estés realmente convencida. De lo contrario, estar sacando el vestido a cada rato, ya sea para mirarlo o mostrarlo a tus amigas, solo conseguirá hacer que se estropee.

D&M Fotografía

5. Revísalo

Para prevenir la formación de mohos y evitar malos olores, la recomendación es que cada diez años revises tu vestido de novia, lo airees y lo lleves a la tintorería como aquella primera vez. Así podrás conservarlo impecable por mucho más tiempo y llegará en buenas condiciones, incluso, por si en un futuro alguna de tus hijas te lo pide para usarlo. No obstante, si quieres chequearlo más seguido, estará bien si lo haces una vez al año. Te servirá para verificar como está y si es que requiere de algún cuidado especial. Además, esta revisión anual contribuirá a que las arrugas no se vuelvan tan rígidas.

Las imágenes de ustedes en el brindis, llenos de felicidad mientras dedicaban unas palabras con frases de amor a sus invitados y las fotos de tu camino al altar con tu vestido de novia de encaje quedarán por siempre. Atesora esos momentos y disfruta de la etapa que recién comienza.

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