El mágico matrimonio de Sergio y Claudia
Conoce la historia del matrimonio que esta feliz pareja celebró con sus invitados en un ambiente lleno de magia y felicidad, reflejados en cada instante y cada detalle.
Sergio y Claudia se casaron en una hermosa parcela en el campo, una luminosa mañana de primavera. Toda la celebración, desde la ceremonia a la fiesta, estuvo llena de magia y amor, lo que se dejó ver especialmente en una variedad de pequeños detalles dispuestos con gran dedicación y esmero, con lo que se creó un entorno único que envolvió a los enamorados novios y a todos sus invitados.
El altar fue especialmente diseñado para la ocasión y fue el eje que articuló aquel romántico entorno donde se fueron sucediendo los bellos momentos de la jornada. De inspiración rústica, se levantó a partir de fardos de paja y una preciosa selección de telas, decorativos en azul y verde, los colores favoritos de la novia. Se complementó con un bodegón de libros antiguos y unos bonitos pajaritos de hierro forjado, todo lo cual consiguió un conjunto digno de un cuento de hadas.
Claudia vistió un ensoñador vestido de algodón orgánico, ajustado al cuerpo con un delicado fruncido y entallado con un hermoso cinturón de flores transparentes, logrando lucir como una verdadera princesa de los bosques. Sergio la recibió en el altar, lleno de emoción, con un elegante traje de sastre decorado con un pequeño ramito de flores en su solapa. Después de dar el 'Sí, quiero' en aquella hermosa mañana, se dirigieron al banquete, en el que todo estaba dispuesto para que los recién casados disfrutaran al máximo con sus seres queridos.
flores y detalles
Así, tuvieron un encantador almuerzo en el campo donde la decoración, inspirada en la botánica y la jardinería, creo un entorno de máxima conexión con la naturaleza y la felicidad. Las mesas estaban señalizadas con delicados bordados acompañados de ramitos de flores silvestres, jarrones de vidrio verde con flores amarillas, y sillas con hermosos cojines bordados. Los invitados disfrutaron de detalles elaborados con géneros florales, hilos y fibras vegetales, que hacían un guiño a Claudia y su especial gusto por el patchwork.
Para completar el ambiente que desbordaba alegría, le dieron un toque de inocencia y diversión a su fiesta que encantó a todos los asistentes: antes de empezar el baile, prepararon una mesa de dulces y gomitas de muchos sabores y colores, por lo que todos llegaron endulzados a ese encantador momento.
Claudia y Sergio nunca olvidarán ese maravilloso día en que la primavera les sonrió, con una sonrisa luminosa tan llena de amor como el que cada día, desde entonces, se profesan el uno al otro.