El velo de novia: significado de la tradición y tipos de velos
Aunque han surgido nuevas opciones, como las capas de novia, la tradición de llevar un velo de novia se mantiene estoica. Descubre las distintas alternativas y cómo elegir el velo más indicado para ti.
Ya sea que escojas un vestido clásico, vintage o con toques urbanos, siempre encontrarás un velo de novia que encaje a la perfección. Y es que se trata de un complemento versátil, atemporal y capaz de adaptarse a los distintos estilos. Resuelve a continuación todas tus dudas sobre este accesorio y sobre todo, descubre cómo elegir el velo de novia perfecto.
- El origen del velo y sus significado
- El velo de novia en la actualidad
- Estilos de velos de novia
- Claves para escogerlo
- Formas de llevarlo
El origen del velo y su significado
¿De dónde viene la tradición del velo de novia? La palabra correcta es velo, ya que proviene del verbo “velar”, que significa cuidar, cubrir u ocultar.
Pero para entender el principio de esta pieza, hay que remontarse a las antiguas culturas de Grecia y Roma, donde las novias se cubrían el rostro con un largo velo con un fin específico. Y es que según se creía, esta prenda las protegía de espíritus malignos, celosos de su felicidad, o bien, de los malos augurios que pudiera provocar la envidia de otras mujeres.
En la Antigua Grecia el velo era generalmente amarillo; mientras que en la Antigua Roma, solía ser rojo. Ambos colores representaban el fuego, capaz de ahuyentar a los espíritus negativos o augurios oscuros.
El velo en Oriente
También hay quienes afirman que el velo de la novia tuvo su origen en la cultura oriental, con el propósito de ocultar el rostro de las prometidas.
Ya que antiguamente los matrimonios se pactaban entre familias por intereses económicos o sociales, sin que los novios siquiera se hubieran visto, el velo cumplía la función de evitar que el acuerdo se pudiera romper. Esto, en caso de que el novio rechazara el matrimonio al ver a la novia. Por eso es que la contrayente debía permanecer con el velo puesto hasta el final de la ceremonia.
El velo en la Edad Media
Si bien en la temprana época medieval el manto de novia conservaba su función protectora, transcurridos los años esta pieza comenzó a cumplir un rol más decorativo. Tanto así, que se convirtió en un símbolo de opulencia y poder, por lo que importaba cada vez más la riqueza de las telas y los adornos que incluían. En los matrimonios de las clases altas, por tanto, el velo se transformó en un sello de lujo.
El velo en bodas cristianas
Y fue en siglo XIX cuando el velo irrumpió en las bodas cristianas, representando el retiro de la vida exterior y adquiriendo un significado relacionado con la pureza y la virginidad de la prometida. De ahí que se instalara también que el velo fuera blanco.
En 1840, la reina Victoria del Reino Unido se casó de blanco y con un largo velo de novia que casi alcanzaba los cuatro metros. A ella se le adjudica haber popularizado este complemento entre las novias de la época.
El velo de novia en la actualidad
¿Qué significado tiene el velo de la novia en estos días? Aunque sigue cautivando a muchas contrayentes, por sobre un sentido espiritual, se entiende como una pieza emblemática del outfit nupcial.
De este modo, tanto tradición y significado están más bien vinculados a la evolución de una prenda que en un momento jugó un rol específico.
¿De qué material es el velo de novia? Apto para matrimonios religiosos y por el civil, los velos en su mayoría son elaborados en telas delicadas como tul, encaje, gasa u organza; ya sean lisos, con bordados 3D, perlas o apliques brillantes, entre otras tendencias. E incluso, hoy en día también se confeccionan velos en colores alternativos al blanco, como el rosa palo, el nude o el champaña.
Estilos de velos de novia
De acuerdo a qué altura está el velo de la novia, es posible encontrar 10 tipos, mientras que otros tres se identifican por rasgos particulares.
- 1. Velo real: es el más largo que existe. Mide aproximadamente tres metros, aunque puede llegar a expandirse al doble.
- 2. Velo catedral: se extiende entre los dos metros, y los dos metros y medio.
- 3. Velo capilla: baja de los tobillos y se arrastra unos diez centímetros sobre el piso.
- 4. Velo vals: su longitud puede alcanzar un punto entre la pantorrilla y el tobillo, pero nunca más abajo que eso. Es decir, no toca el suelo.
- 5. Velo ballet: su extensión llega aproximadamente a la altura de las rodillas.
- 6. Velo a la punta de los dedos: se alarga hasta las manos de la novia, con los brazos rectos a cada costado. También se conoce como medio velo.
- 7. Velo al codo: es un velo mediado, cuya amplitud no sobrepasa la cintura.
- 8. Velo al hombro: llega un poco más abajo de los hombros, casi a media espalda.
- 9. Velo corto: el también llamado velo blusher, que puede o no tapar el rostro, no baja más allá de las clavículas.
- 10. Velo jaula o birdcage: con este velo, la novia cubre parte de su rostro con una malla o red que incorpora la pieza. Es un velo corto que va por el frente.
- 11. Velo pirata: puede ser largo o corto. Su principal característica es que se coloca sobre la cabeza y se amarra por detrás, dejando que la tela caiga naturalmente.
- 12. Velo mantilla: suele alcanzar la altura de los codos, aunque puede ser más largo o más corto. Se identifica por sus detalles trabajados en encaje o puntilla.
- 13. Velo fuente o cascada: su largo es relativo, aunque tiende a llegar hasta la cintura. Es voluminoso y se reconoce por sus capas escalonadas.
Claves para escogerlo
¿Cómo elegir el velo de la novia? Para acertar en tu elección, lo primero es tomar en cuenta el estilo de matrimonio.
Por ejemplo, si planeas una boda solemne, a celebrarse en una iglesia y salón elegantes, los velos más largos serán los indicados, como el catedral o capilla. Eso sí, procura que los espacios tengan amplios pasillos, de modo que puedas transitar cómodamente con tu velo, tanto en la ceremonia como en la recepción.
Ahora, si tu matrimonio será formal, pero deseas un velo que te permita caminar e incluso bailar libremente, no encontrarás uno mejor el velo ballet, del cual no tendrás que desprenderte en ningún momento.
Y en cuanto a los velos cortos, el blusher es ideal para matrimonios más relajados, mientras que el velo jaula es perfecto para enlaces de inspiración vintage. Ideal para acompañarlo, por ejemplo, de un tocado con plumas.
Según el vestido de novia
Pero el vestido que lucirás en tu matrimonio es otro factor que debes considerar a la hora de elegir el velo.
Por ejemplo, si te interesa centrar la atención en los detalles de tu traje, decántate por un velo mediano, como el velo a la punta de los dedos o el velo al codo.
No obstante, si exhibirás un vestido de novia sencillo y prefieres darle protagonismo al velo, entonces decántate por uno más largo, como el velo capilla, que es bastante cómodo.
Por otro lado, el velo pirata combina perfectamente con vestidos de novia bohemios o hippie chic; a la vez que el velo cascada, por su volumen, queda fantástico con trajes de novia con escote strapless, ya sea corazón o palabra de honor.
En tanto, si te enfundarás en un vestido corto, los más apropiados son un velo al codo o al hombro. Cabe destacar que el velo de la novia en Chile se lleva tanto en ceremonias religiosas como civiles, siendo los largos más adecuados para la iglesia y los cortos, para el civil.
Formas de llevarlo
Ya sea que cubran o no el rostro, los velos se colocan de diversas formas, según el peinado que se elija. Por ejemplo, si te inclinarás por un moño alto, el velo debe sujetarse por debajo del moño; mientras que, si lucirás un semirrecogido o moño bajo, lo ideal es colocarlo a mitad de la cabeza anclado de su correspondiente peineta.
En cambio, si llevarás el pelo suelto, lo que más se aconseja es acomodarlo desde la coronilla. Eso sí, independiente del peinado de novia con velo que elijas, debes saber que el velo no va sujeto al peinado, sino que a una estructura de horquillas aparte. Pero ello no impide que además puedas usar una diadema, tiara, corona o tocado. Al contrario, ambos elementos se potencian.
Por último, cabe destacar que los velos pueden exhibirse tanto en un vestido de novia con o sin cola, sin importar el largo de ésta.
¡Ya lo sabes! Más allá de que sea largo o corto, majestuoso o más sencillo, lo cierto es que el velo se robará todas las miradas en tu matrimonio. Solo procura elegirlo una vez que tengas definido el vestido, y no olvides llevarlo a la prueba de vestuario y peluquería.