Cómo elegir tu vestido de novia: los mejores consejos
Si estás por comenzar la emocionante búsqueda de tu vestido de novia, es importante que manejes ciertas ideas y conceptos para dar con el indicado. Así no dejarás ningún detalle al azar.
¿Cuánto tiempo antes se debe comprar el vestido de novia? Lo ideal es empezar a mirar catálogos al menos seis meses antes del matrimonio, ya que es fundamental que disfrutes del proceso sin presiones.
Y por eso también es relevante que aclares tus dudas sobre la elección de tu traje para el gran día. Revisa a continuación todo lo que debes saber.
- Origen del vestido de novia
- Paso a paso para elegir el vestido de novia
- Cuánto cuesta el vestido de novia
- Tipos de vestido de novia
Origen del vestido de novia
Los primeros indicios del vestido de novia blanco, como se conoce en la actualidad, se remontan a la época del Renacimiento. Y es que tras un largo periodo, en el que se ostentaban vestuarios costosos en variedad de colores, se descubrió que el blanco representaba el máximo lujo, por las dificultades técnicas que implicaba blanquear las telas y mantener el color, más allá de una postura.
La Princesa Philippa de Inglaterra, por su parte, fue la primera que lució una túnica blanca y un manto de seda para su matrimonio con el rey Eric de Escandinavia, en 1406.
De ahí en adelante, cada vez más mujeres de la nobleza eligieron trajes blancos para sus matrimonios. Entre ellas, la reina Victoria de Inglaterra, quien en 1840 catapultó este color como el oficial para los vestidos de novia.
Y aunque el traje blanco se tiende a asociar con pureza y virginidad, lo cierto es que su origen se relaciona con el poder de una clase social.
Paso a paso para elegir el vestido de novia
- 1. Lo primero que debes resolver es el estilo y la locación donde planeas celebrar tu matrimonio. Por ejemplo, si será una elegante boda en la ciudad, una más relajada en el campo, un matrimonio bohemio en el bosque, un enlace en la playa o una celebración con aires vintage en una casona antigua, entre otras opciones.
- 2. Debes considerar la estación del año en la que te casarás, ya que de ello dependerá, no solo la tela, sino también el escote y otros detalles de la prenda. Y el horario igual importa, ya que los vestidos para bodas de día suelen ser más sencillos que los trajes de noche, aunque tampoco es una regla irrevocable.
- 3. Comienza a “vitrinear” en tiendas o a revisar catálogos de los distintos proveedores. Toma nota de los modelos que más te gustan o recoge ideas en caso de que prefieras un traje confeccionado a tu medida.
- 4. Tras este rastreo, te habrás hecho una idea de los valores que se manejan en la moda nupcial. Por lo tanto, es hora de establecer el monto que estás dispuesta a gastar en tu vestido. Así no perderás el tiempo revisando diseños que se escapan de tu presupuesto.
- 5. Asesórate con proveedores, ya sean tiendas, boutiques o diseñadores independientes, te asesorarán en ese aspecto.
- 6. Ve a probarte vestidos acompañada. Así tendrás la opinión sincera de alguien que te conoce bien. Y no olvides que te tomen fotos para que puedas analizar cada detalle.
- 7. Cuando te decidas por un traje de novia o diseñador para que lo confeccione, antes aclara todas tus dudas en lo que respecta a formas de pago, garantías, pruebas de vestuario y servicio de lavandería, entre otros ítems. Esto te dará mayor seguridad.
- 8. A las pruebas de vestuario definitiva, lleva el resto de los complementos que usarás. Especialmente los zapatos, la lencería, las joyas y el tocado. Así podrás evaluar tu outfit en su conjunto.
- 9. Por último, cuando te entreguen tu vestido, guardarlo en un espacio fresco y seco, en la misma caja en que te lo entregaron y evita manipularlo hasta el gran día.
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Cuánto cuesta el vestido de novia
En la interrogante de cómo escoger mi vestido de novia, el presupuesto también es determinante. Eso sí, encontrarás de todos los precios, lo que dependerá de la etiqueta, la colección, las telas, los detalles y la complejidad del diseño, entre otros factores.
Por ejemplo, vestidos de novia de prestigiosas firmas internacionales podrás adquirir por un rango aproximado entre $9.000.000 y $2.800.000.
Trajes de marcas nacionales o boutiques independientes encontrarás por valores que fluctúan entre los $400.000 y $1.200.000.
Mientras que, si prefieres un traje a la medida, considera un presupuesto a partir de los $500.000. Si te inclinas por un atelier de alta costura y por un diseño elaborado, podrías superar el rango de los $2.000.000 en el valor de tu prenda.
Pero al contrario, también hallarás vestidos de novia importados mucho más económicos, ya sea a través de plataformas online o en sectores comerciales, como el tradicional barrio Patronato, en la comuna de Recoleta. Allí podrás adquirir vestidos nuevos desde los $50.000 en promedio.
Y una última opción son los modelos de segunda mano y los trajes arrendados. Según la etiqueta y el estado en que se encuentre la prenda, los precios podrían variar entre los $30.000 y los $800.000 en un rango estimado. Si quieres lucir un vestido de una marca afamada, por ejemplo, pero su precio supera tu presupuesto en tienda, una buena opción sería comprarlo usado o arrendarlo.
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Tipos de vestido de novia
Cortes
El corte es uno de los puntos esenciales a tomar en cuenta, ya que se refiere a cómo lucirá la prenda en tu silueta. Hay varios entre los que podrás elegir.
- Corte princesa: se caracteriza por tener el talle ajustado hasta la cintura, desde donde emerge una falda de gran volumen. Este corte es ideal para vestidos de novia clásicos o románticos.
- Corte en A: los vestidos de línea A son entallados hasta la cintura, para luego fluir en una falda de forma triangular. Resulta muy adecuado para vestidos desenfadados, como los hippie-chic o de inspiración boho.
- Corte sirena: el talle de los trajes de silueta sirena es ceñido hasta la mitad del muslo o las rodillas, desde donde se abre tomando la forma de una cola de pez. El corte sirena es perfecto para configurar diseños elegantes, sensuales y minimalistas, entre otras opciones.
- Corte imperio: se distingue por su talle que corta justo debajo del busto, para entonces dar paso a la caída de la falda que puede ser recta u holgada. Con faldas plisadas o vaporosas, el corte imperio se ve habitualmente en los vestidos helénicos y trajes para novias embarazadas.
- Corte evasé: es un corte ajustado en la parte superior, cuya falda marca la cintura, pero no las caderas, pudiendo ser más o menos voluminosa. El evasé se adapta a los distintos estilos de vestidos.
- Corte recto: sigue un patrón en el que si bien enmarca la figura, no se ciñe al cuerpo, por lo que resulta muy cómodo. El corte recto queda especialmente bien en vestidos camiseros y trajes de novia lenceros.
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Escotes
El escote es una elección muy relevante, ya que no solo debe ser atractivo a la vista, sino que ante todo, muy cómodo. Por eso, a la hora de pensar en cómo elegir mi vestido de novia, el escote debe seleccionarse con especial cautela.
- Palabra de honor: clásico, elegante y atemporal, se trata de un escote recto y strapless, ya que no lleva mangas ni tirantes, sujetándose por sí solo al envolver el pecho. El escote palabra de honor resulta ideal para lucir tus joyas.
- Corazón: también es strapless y se destaca entre los más románticos, pues delinea el busto con la forma de un corazón. Este escote es la mezcla perfecta entre dulzura y sensualidad.
- En V: es muy versátil, ya que se adapta a todos los estilos y siluetas. Es un escote que presenta un corte con forma de letra V, pudiendo ser más o menos pronunciado. El deep-plunge, de hecho, corresponde a la versión más atrevida, en algunos casos llegando a la cintura.
- Hombros caídos: el también llamado escote bardot deja los hombros al descubierto, con la capacidad de prolongarse en volantes, manguitos que caen o todo tipo de mangas.
- Barco: sofisticado y discreto, el escote barco dibuja una línea ligeramente curva que va de hombro a hombro, a la altura de las clavículas. Es muy requerido en vestidos de novia clásicos.
- Cuadrado: el escote cuadrado o francés corta en línea recta horizontal sobre el busto y sube en líneas verticales hacia los hombros. Con tirantes finos o gruesos, mangas largas o cortas, siempre destaca por su elegancia.
- Ilusión: se trata de un escote, habitualmente en V, palabra de honor o corazón, que se cubre con una fina malla semitransparente denominada red ilusión. Por lo general esta malla es de tul, encaje u organza, con bordados o efecto tatuaje. El escote ilusión es delicado y romántico.
- Halter: el escote halter se sujeta por la parte posterior del cuello, dejando descubiertos los hombros y los brazos. Además, puede ser cerrado o abierto en la parte frontal, ya sea en V o con un tajo estilo ojo de cerradura.
- Cisne: el escote cisne corresponde a un cuello alto, ceñido y cerrado, que puede integrarse a diseños con o sin mangas. Es muy distinguido y perfecto para vestidos de novia de invierno.
- Redondo: se caracteriza por trazar una curva redondeada perpendicularmente al cuello, pudiendo ser más abierto o más cerrado. El escote redondo acompaña bien a los vestidos más sobrios.
- Reina Ana: ya sea con mangas cortas o largas, el Reina Ana envuelve los hombros y deja el escote al descubierto (que por lo general es corazón), mientras que por detrás suele alcanzar la nuca. Es muy refinado.
- Asimétrico: este escote deja un hombro y brazo al aire, lo que permite múltiples opciones en el lado opuesto. Desde mangas tradicionales hasta grandes volantes. Es ideal para vestidos griegos o innovadores diseños modernos.
Mangas
¿Cómo elegir tu vestido? Otro aspecto que no debes pasar por alto, son las mangas. Y es que lejos de ser un detalle, las mangas le darán identidad al vestido de novia que escojas. Revisa las distintas alternativas.
- Manga larga: cubre todo el brazo, desde el hombro hasta la muñeca. Las mangas largas pueden ser ceñidas u holgadas.
- Manga francesa: también llamada manga tres cuartos, se distingue porque corta justo debajo del codo.
- Manga corta: es la que se lleva a mitad de camino entre el hombro y el codo.
- Manga casquillo: la manga casquillo solo cubre el hombro y la parte superior del brazo.
- Manga sisa: también es corta y envuelve el hombro, no alcanzando a llegar al brazo.
- Manga mariposa: habitualmente trabajada en telas livianas, es una manga corta que se abre en forma acampanada.
- Mangas tulipán: esta manga corta se arropa sobre sí misma, con un corte doble que se asemeja a los pétalos de la flor tulipán.
- Manga ranglán: es una manga redondeada, que se une al vestido en una sola pieza por medio de una costura en ángulo, que va desde la sisa hasta la clavícula. Por lo general es corta.
- Manga campana: comienza estrecha desde el hombro y se va ensanchando de forma progresiva, especialmente a partir del codo. Aunque no es regla, por lo general son mangas largas.
- Manga poeta: es una manga larga muy holgada, que parte del hombro y llega hasta la muñeca, ajustándose en un puño ceñido.
- Manga murciélago: su corte ancho envuelve los hombros y brazos como si fuera una extensión del torso del vestido.
- Manga caída: es la que se caracteriza por dejar los hombros al descubierto y que acompaña al escote bardot.
- Manga Julieta: esta manga es abullonada entre el hombro y el codo, para luego ceñirse al resto del brazo, hasta la muñeca.
- Manga farol: la manga farol es fruncida y abombada en su parte superior. Pueden ser cortas o extenderse hasta el puño.
- Manga globo: esta manga es abullonada en la parte del hombro y se sujeta al bíceps, en su versión corta. O el bombacho se angosta entre el codo y la muñeca, cuando es larga.
Telas
Livianos y pesados; lisos o con texturas. Ya que las opciones en tejidos para trajes de novia son muchos, aprende a diferenciarlos con el siguiente punteo.
- Gasa: es un tejido fino y ligero, hecho a base de hilos de algodón, seda o lana. Se caracteriza por su movimiento fluido y baja densidad, por lo que es ideal para vestidos de novia vaporosos y etéreos.
- Tul: es un tejido en forma de red, ligero y transparente, elaborado con hilo multifilamento, ya sea de fibras naturales como la seda, fibras artificiales como el rayón o fibras sintéticas como el nailon. De textura áspera y aspecto de malla, el tul es muy usado en vestidos románticos.
- Organza: corresponde a un textil ligero de seda o algodón, que se distingue por su fachada rígida, pero a la vez semitransparente. De aspecto almidonado, la organza se puede encontrar de acabado opaco o satinado. Es ideal para crear faldas con volantes.
- Bambula: es una tela de algodón, seda o fibra sintética muy ligera, cuyo sistema de confección le produce unos pliegues permanentes o un efecto arrugado que no requiere de plancha. La bambula es muy adecuada para vestidos holgados, ya sea bohemios, vintage o de estilo griego.
- Georgette: es un tejido fino, liviano y elástico, levemente traslúcido, fabricado a base de seda natural. Es una tela óptima para vestidos fluidos y con mucho movimiento, por ejemplo, con faldas de línea A.
- Charmeause: es un textil muy suave, a base de seda o hilo de poliéster, tejido en satén. El Charmeuse tiene un frente brillante y un lado posterior opaco, ideal para vestidos con un toque de glamour.
- Crepé: tejido liso, que puede ser de lana, seda, algodón o poliéster, de apariencia granulada y superficie ligeramente rugosa, con acabado mate. El crepe se ajusta bien a la piel, por lo es perfecto para los diseños de silueta sirena.
- Gazar: corresponde a una tela de seda natural fina, uniforme, de trama y urdimbre regular, con bastante cuerpo y textura granulada. Entre sus atributos destaca que es óptima para mantener las formas, por ejemplo, la de una falda midi acampanada.
- Encaje: es un tejido formado por hilos de seda, algodón, lino o hilos metálicos, torcidos o trenzados, que se utiliza aplicado también sobre otras telas. Existen distintos tipos de encaje como el Chantilly, Schiffli, Guipur o de Venecia, que varían según la forma en que se trabajan.
- Piqué: es una tela de algodón o seda con textura en relieve, normalmente en forma de malla, rombo o nido de abeja. Ligeramente áspera y de aspecto almidonado, el piqué es muy adecuado para vestidos de novia clásicos y con volumen.
- Dupión: se trata de un tejido de seda con hilado imperfecto, por lo que se obtiene como resultado una superficie granulada e irregular. Es una tela de peso medio con gran cuerpo, textura y brillo.
- Mikado: fabricado a partir de seda natural gruesa, el mikado tiene un gran cuerpo y una textura ligeramente granulada. Además, debido a su rigidez, realza muy bien las líneas, a la vez que ofrece un acabado lustroso. Resulta ideal, por ejemplo, para los vestidos clásicos de corte princesa.
- Otomán: tejido grueso de seda, algodón o estambre, cuya textura acordonada, en el sentido horizontal, se produce ya que los hilos de la urdimbre son mucho más gruesos que los de la trama. Es resistente y con mucho cuerpo, apto para trajes de novia de invierno.
- Satén: con una superficie brillante y un reverso mate, corresponde a un tejido elegante, suave, liso al tacto y con cuerpo. Es una tela hecha de algodón, rayón o poliéster, muy demandada para vestidos de novia lenceros.
- Tafetán: este tejido se forma por el cruzamiento de hilos, lo que le aporta una apariencia granulada. Normalmente está hecho de seda, aunque también se puede confeccionar con lana, algodón o poliéster. Es una tela suave, pero ligeramente tiesa y de aspecto brillante. Muy efectiva para crear drapeados.
- Raso: es un tejido de seda lustrosa, brillante por un lado y mate por el otro. Suave, uniforme, liso y consistente, el raso le aporta un toque majestuoso a los vestidos de novia que reviste.
- Brocado: el brocado se define como una tela de seda entretejida con hilos de metal o de seda más brillante, lo que origina sus motivos en relieve, ya sean flores, figuras geométricas u otros diseños. El brocado es un tejido grueso, tupido, mientras que al tacto es suave y aterciopelado.
Estilos
Finalmente, si te confunden los diferentes estilos de vestidos, la sugerencia es que te guíes por las características del matrimonio que estás preparando.
- Vestidos de novia clásicos: si buscas vestidos de novia elegantes y clásicos, te encantarán los trajes de corte princesa, confeccionados en telas rígidas como mikado. El escote barco, por ejemplo, es ideal para complementar vestidos con majestuosas faldas para bodas de salón.
- Vestidos de novia románticos: un vestido de novia con encaje o de tul será la fascinación de una novia romántica, mientras que en escotes los preferidos son el corazón e ilusión. Si anhelas un vestido de cuento, escoge uno de corte princesa con una vaporosa falda de tul, que se acompañe de un delicado cuerpo con pedrería, cuentas o bordados de efecto tatuaje.
- Vestidos de novia vintage: recuperar elementos del pasado es la consigna de los vestidos vintage. Por lo tanto, podrás optar entre un diseño largo con volantes o un vestido fluido con falda de capa midi, entre otras opciones. Y si se trata de detalles, las mangas abullonadas, cuellos altos, espaldas abotonadas, encajes tupidos y acabados con flecos, suelen aparecer en estos diseños. Incluso, podrás optar por trajes en tonos de aspecto envejecidos, como en blanco crudo o vainilla.
- Vestidos de novia hippie chic: generalmente de línea A, imperio o evasé, los vestidos de novia hippie chic o bohemios son frescos, de caídas fluidas y están confeccionados en telas como bambula, gasa o tul plumeti. La mayoría se distingue por sus faldas plisadas, mangas acampanadas, cuerpos con motivos geométricos, escotes de hombros caídos con volantes o cuerpos ablusados.
- Vestidos de novia minimalistas: los vestidos de novia simples, que se caracterizan por sus líneas depuradas y tejidos lisos, seguirán como tendencia en 2023 en sus distintas versiones. Desde sofisticados diseños de silueta sirena en crepe, con mínimos detalles; hasta modelos lenceros de seda con tirantes finos. Si escoges entre estos vestidos de novia sencillos y elegantes, podrás jugar más con tus accesorios.
- Vestidos de novia sensuales: si deseas realzar tus curvas o darle un toque más sensual a tu vestuario, hay varios elementos entre los que podrás explorar, más allá de inclinarte por un vestido de línea sirena. Por ejemplo, decantarse por vestidos elaborados en telas semitransparentes, con cuerpos corseteros, faldas con pronunciados tajos, paneles laterales, profundos escotes deep-plunge, secciones cut-out o espaldas abiertas.
- Vestidos de novia glamorosos: las telas brillantes, la pedrería y los cristales intrincados, entre otros detalles, le darán el toque glamuroso al vestido de novia de tus sueños. Por lo tanto, si es lo que deseas para impactar en tu matrimonio, inclínate por trajes con acabados resplandecientes. O bien, por vestidos con impresionantes faldas o colas que se arrastran por varios metros, ya sean de silueta princesa o sirena.
- Vestidos de novia de otoño/invierno: elige un tejido denso, como otomán, piqué o brocado, y decántate por un hermoso vestido con mangas largas y escote cerrado, para complementar con unos guantes y una acogedora capa. O incluso, si te casarás en una época lluviosa, puedes optar por una capa con capucha o por alguna chaqueta peluda.
- Vestidos de novia de primavera/verano: además de escoger un vestido de novia de manga corta o tirantes, en una tela liviana, como gasa, otra opción es que te atrevas a lucir un diseño corto. Y opciones hay muchas. Desde discretos modelos rectos hasta la rodilla, tipo little white dress, hasta vestidos lúdicos con faldas más cortas de tul estilo tutú. Ahora, si prefieres los estampados, también son tendencia en primavera/verano los diseños con print floral en tonos llamativos.
- Vestidos de novia para el civil: ya que las ceremonias por el civil permiten mayores libertades y no se rigen tanto por el protocolo, los vestidos de novia de colores, al igual que los midi, serán un acierto para salir de lo tradicional. ¿Cómo saber cuál es el mejor color para vestido de novia? Más allá del blanco, al que siempre podrás recurrir, hay tonos que son ideales para bodas por el civil. Entre ellos, el marfil, el rosa palo, el champaña y el nude.
- Vestidos de novia en dos piezas: finalmente, si no termina por convencerte un vestido, hay otras alternativas que podrás tomar. Por ejemplo, armar un conjunto en base a una falda plisada de georgette y un crop top de encaje, para novias hippie chic. Una falda mullet (más corta por delante que por detrás) con un corsé brillante, para novias glamurosas. O una falda tubo midi con blusa péplum y blazer, para novias más sofisticadas. ¡Hay para todos los gustos!
¿Quién elige el vestido de la novia? Aunque cuentes con mucha ayuda y recibas consejos, ya sea de tu círculo cercano o del proveedor, recuerda que la única que debe escoger el traje eres tú. Solo así quedarás ciento por ciento satisfecha con la decisión.