Qué deben tener en cuenta para un trash the dress en la playa
Ya que las imágenes serán su mayor tesoro, no pierdan la oportunidad de posar totalmente relajados y en un escenario tan romántico como la playa. Descubran aquí de qué se trata el trash the dress y por qué deberían sumarse a esta tendencia.
En vez de guardar el vestido de novia y el traje de novio, donde seguramente nadie más los verá, ¿por qué mejor no darles una última postura extrema? Es lo que propone el trash the dress, una sesión con fotos dignas de enmarcar y que podrán realizar una vez que intercambien sus anillos de matrimonio. Sin duda, será un bonito recuerdo que podrán atesorar junto con sus copas de novios, el álbum de matrimonio y otros registros.
En qué consiste
Corresponde a una sesión fotográfica alternativa y posterior al casamiento, donde todo está permitido. Muchos novios eligen la playa como telón de fondo, pero también un bosque, una pradera, un riachuelo o una línea férrea, entre otros escenarios. Se realiza generalmente al aire libre, aunque igualmente puede ser al interior de un establo lleno de paja, por ejemplo, si se decantaron por una decoración de matrimonio campestre para la celebración.
¿Cuál es la consiga? Que no importa qué tan estropeados terminen sus trajes, ya que el resultado en imágenes será simplemente una joya. Además, posarán mucho más relajados, esta vez sin la presión del tiempo, ni del banquete, ni los invitados.
Cuándo se hace
Generalmente se realiza al día siguiente o el mismo día si se casarán de mañana. No obstante, si eligieron la playa como locación, pero darán el “sí” en la ciudad, lo más probable es que no lo hagan inmediatamente después de intercambiar sus anillos de oro, pues necesitarán trasladarse.
Lo importante, eso sí, es no dejar pasar demasiado tiempo, ya que lo principal es retratar sus primeras emociones como matrimonio.
Cómo escoger el lugar
Si contraerán nupcias en la costa o alguna ciudad con playa, tendrán el escenario fotografiable justo a la mano. De lo contrario, es recomendable pensar en alguna playa cercana, pues viajarán con el fotógrafo e, idealmente, que tenga algún significado especial para ustedes.
Eso sí, las playas pequeñas y solitarias son perfectas para este tipo de sesiones y ojalá con olas calmas para que puedan entrar al mar sin problema. No obstante, si lo harán en una playa concurrida, entonces acudan temprano en la mañana, puesto que necesitarán tiempo y espacio, y lo mejor es que estén solos. El fotógrafo sabrá qué hora es la más adecuada.
Aspectos a considerar
Si están planeando realizar el trash the dress, averigüen oportunamente cuánto les cobrará el fotógrafo por este servicio anexo al del matrimonio, así como el número de fotos editadas que se entregan. Consulten, además, cuánto es el tiempo estipulado para la producción, y si acaso requerirán también ser maquillados por el efecto de la luz. Respecto al atuendo y, a diferencia de una sesión post boda, en este caso solo necesitarán los trajes nupciales que lucieron en el gran día, aunque si no quieren estropear su hermoso vestido de novia con encaje y su traje hecho a la medida, pueden recurrir a una segunda pieza más barata, exclusiva para las fotos y que no teman arruinar.
Tipos de fotos
La playa ofrece una infinidad de posibles imágenes a capturar, comenzando por ambos novios caminando, en el sentido directo u opuesto a la cámara, descalzos y tomados de la mano. También la arena les permitirá jugar de múltiples formas, ya sea escribiendo sus nombres o alguna frase bonita de amor, o bien, recostados como si en el mundo nada más existiera.
Y ya adentrándose en el mar, tendrán muchas opciones más, desde saltar las olas, hasta darse apasionados besos en el mar. Asimismo, podrán correr por la orilla del mar o que el novio cargue a su mujer, entre otras ideas.
¡Ya lo saben! No encontrarán un escenario más romántico que la playa. Además, podrán usar las fotos para enviar una tarjeta de agradecimiento a sus invitados con frases de amor, o bien, compartirlas en redes sociales como recuerdo de su gran día. Por otro lado, será la excusa perfecta para volver a usar sus trajes tras su postura de argollas de plata, esta vez, sin la precaución de que podrían ensuciarlos.