¿Usarían joyas familiares el día del matrimonio? 7 razones para llevarlas con orgullo

Tanto el vestido de novia como el traje de novio necesitan de accesorios para cerrar el conjunto con broche de oro. Y, mucho mejor, si tienen la oportunidad de exhibir alguna joya que tenga un valor sentimental, más allá del anillo de compromiso y el de matrimonio que intercambiarán en la ceremonia.

Nos referimos a las joyas familiares, detrás de las cuales se guardan historias, recuerdos, fechas especiales y mucho más. ¿Por qué deberían llevarlas en el gran día? Descubran los distintos motivos a continuación.

1. Por tradición

Joyas que pasan de generación en generación hablan de una historia familiar arraigada y de lazos estrechos que siempre se agradecen. Y es que, más allá del valor económico que pueda tener una joya, por mucho que lo tenga, el valor emocional es lo que primará al momento de lucirla en el matrimonio.

¿Qué joyas familiares pueden usar? Entre otras; aros, collares, pulseras, anillos tobilleras, tiaras y diademas, la novia. Y cadenas anillos, gemelos, relojes, alfileres de corbata y botonieres, el novio. Si ustedes lucirán joyas de sus padres, abuelos o bisabuelos, seguro querrán que en su momento sus hijos también las porten. Es una manera de perpetuar la tradición y mantenerse siempre conectados a sus raíces.

2. Buen augurio

Por otro lado, hay personas que le dan una connotación tipo amuleto a las joyas familiares. Es decir, consideran que por llevarlas tendrán buena suerte o se sentirán protegidos ante cualquier adversidad. Y, más aún en un día tan importante como el matrimonio, portar una joya heredada por los padres, por ejemplo, será la mejor señal de buen augurio para muchas parejas.

3. Lo viejo y lo prestado

En el caso de la novia, si ésta desea cumplir con la tradición de llevar “algo viejo, algo nuevo, algo azul y algo prestado”, al menos tres de esos puntos los podrá conseguir en el joyero familiar. Algo viejo puede ser, por ejemplo, un broche heredado que perteneció a su abuela. Algo prestado; el collar que usó su madre en su matrimonio; y algo azul, cualquier pieza, ya sea heredada o prestada, que tenga este color.

Lo viejo valida la historia de cada persona y sus raíces, mientras que lo prestado representa buenos deseos y fraternidad. Lo azul, en tanto, alude a la pureza y fidelidad. Será una bonita forma de cumplir la tradición usando joyas familiares.

4. Honrar a quienes no están

Sobre todo si sus abuelos o padres, con quienes se criaron, ya no están en vida, llevar una joya suya será una bella manera de homenajearlos en su matrimonio. Además de lucir con orgullo esa pulsera o reloj de bolsillo, se sentirán muy acompañados por ellos durante toda la celebración. Los abuelos, por ejemplo, solían tener lindos camafeos, que podrán pender del ramo de flores, la novia y del bolsillo interior de la chaqueta, el novio.

5. Segunda vida

También puede ocurrir que los padres quieran regalar a su hijo/a y pareja las argollas que ellos usaron en su matrimonio. Será el regalo más especial que podrán recibir, aunque es posible que las alianzas no sean de su talla. ¿Qué hacer en ese caso?

Busquen un buen joyero y pídanle que las adapte a sus medida, ya sea estrechándolas o agrandándolas, engarzando alguna pieza extra. Incluso, si esas sortijas tienen ya una inscripción, también podrán borrarla y solicitar que le incluyan su fecha, iniciales o lo que deseen grabar. La reparación o reconversión de joyas es un trabajo cada vez más demandado, el cual podrán aplicar a cualquier joya familiar que quieran lucir en el gran día.

6. Se acoplan al look

Las joyas familiares, que en su mayoría evocan tiempos pasados, serán perfectas para aquellos novios que se decantarán por trajes de inspiración vintage, bohemia o clásica. A ellos no les costará nada integrarlas a sus outftits, a los que de hecho elevarán. No obstante, si escogerán atuendos de otras tendencias y consideran que estas joyas no combinan, el consejo es que se inclinen por llevar solo una pieza.

En este caso, el significado emocional de la joya permite que la incorporen al look, aun cuando el estilo sea diferente. Por lo demás, que sea una joya antigua no impide que puedan combinarlas con joyas modernas. Lo más importante es no sobrecargar. Es decir, si la joya heredada es muy ostentosa, por ejemplo una pulsera para la novia, lo ideal será llevarla en solitario y complementar con unos aros discretos, como unos puntos de luz en el mismo metal. O bien, si la herencia es un collar con pedrería muy llamativo, quizás pueda integrarlo al look después de la ceremonia, al inicio del banquete o para lucirlo durante la fiesta.

7. Alternativa práctica

Y finalmente, si se trata de economizar recursos, recurrir a las joyas familiares siempre será una buena opción. Si no tienen la posibilidad de heredarlas, pueden pedirlas prestadas y la respuesta de vuelta sin duda será afirmativa. En el caso de la novia, si tiene primas o hermanas casadas, entonces no faltará quien le facilite un collar, brazalete o tiara. Y lo mismo en el caso del novio.

Seguro que ese familiar estará honrado de que los novios luzcan una joya suya y, a la vez, ustedes estarán ahorrando. Y aún si no necesitan economizar, para algunos será más práctico conseguirse una joya en la familia que comprarla, considerando que lo más probable es que no la volverán a usar. Por ejemplo, un tocado de novia o un botonier con cristales.

Las joyas familiares tienen ese encanto especial que no encontrarán en ninguna otra pieza. Y es que el valor sentimental no se compra y, mucho menos, se le rehúye. Por lo tanto, si tienen la oportunidad de abrir el cofre familiar o bien, recibir una pieza heredada, no lo duden y lúzcanla con orgullo en el día más importante de sus vidas.