Natalia y Marcelo: un matrimonio Rapanui en la Isla de Pascua

Con un enorme cielo azul como testigo y rodeados por la riqueza de la naturaleza y su encanto, Natalia y Marcelo llevaron a cabo su matrimonio. La pareja de novios buscaba tener un matrimonio íntimo, donde tuvieran conexión con lo natural y, guiados por sus almas de exploradores y el amor por su país, escogieron la Isla de Pascua. Querían que el escenario donde sellarían su amor para siempre, luego de diez años de relación, fuera especial y así fue. 

Acompañados de la gente más cercana, lograron tener un momento lleno de encanto, que quedará para siempre en sus corazones y en los de sus invitados.

El encargado de retratar y captar la esencia de todos los momentos del gran día fue el fotógrafo Jonathan Martins del estudio Ka Rua. El profesional logró capturar de manera meticulosa la felicidad de la pareja; desde los preparativos de la novia hasta los momentos de esta linda unión, sin dejar ningún detalle al azar. 

La novia, influenciada por la calma de la isla, se maquilló y peinó ella misma en la habitación del Hotel Hare Noi. En todo momento contó con la compañía de su fiel testigo de matrimonio, quien la asistía en los detalles de su look. para la ocasión, lució su pelo suelto con ondas, junto a un hermoso vestido playero, vaporoso, simple, liviano, clásico y femenino. El vestido contaba con detalles bordados y un toque de dorado. Siguiendo el estilo playero y relajado, llevó unas delicadas sandalias planas, asegurándose poder caminar cómodamente por el pasto del lugar. Como complemento estrella y afín al entorno, la novia lució una corona tupida de flores frescas, en tonos blancos y verdes. ¡Realmente hermosa!

Una vez arreglada, la novia estaba lista para ser entregada al novio. Él, acompañado de los más allegados y mucho cariño, esperaba a la novia vestido con colores poco tradicionales: una chaqueta azul, humita en tonos rosa y pantalón caqui. Lo que completaba el look del novio, logrando un estilo propio de un matrimonio en Isla de Pascua, era un collar de flores rosadas y verdes y una importante corona de plumas.

A diferencia de algunos matrimonios más convencionales, el camino al altar fue cautivante y armonioso y la ceremonia contó con el maravilloso paisaje y una decoración limpia y sencilla donde el adorno más importante fueron los novios, la alegría y el relajo de sus invitados.

Los novios firmaron su unión legal junto a sus testigos y gente más cercana. Acto seguido, con la intención de darle un significado más profundo a su unión y con finalidad de entregarse a la fuerza pura de la naturaleza y tierra de una manera sencilla y espontánea, los novios celebraron la ceremonia ancestral típica de la Isla de Pascua: Anga Tuai; el coro fue el responsable de bendecir a la pareja en la lengua pascuense, invitando a los ancestros y a la naturaleza a hacerse parte de la unión. 

Un momento muy místico y sensible fue cuando el Koro, como símbolo de la unión, marcó el rostro de los novios con kiea (barro). Luego, la pareja imprimió sus manos untadas en kiea en un mahute (fragmento de fibra natural) como símbolo de su unión.

Sin ninguna expectativa más que su amor y compromiso, los novios gozaron al máximo su ceremonia, sorprendiéndose de la mejor manera de su propio matrimonio.

Luego, los novios y sus invitados brindaron por esta bella unión y degustaron de la exótica y deliciosa gastronomía típica de la Isla.

Natlia, expresa que realizar su matrimonio Rapanui dejó en ellos un sentimiento fuerte, lleno de alegría, amor y magia. Y añade terner la sensación de que parte de ellos quedó allá, en el que siempre será un lugar especial para ellos y donde desean volver a presentarse en distintas etapas de su vida como matrimonio.

¡Con energía y de forma única e inolvidable es como simbolizaron su unión, para siempre, Natalia y Marcelo!

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