Protocolo para matrimonio con hijos: 7 ideas para que participen de la ceremonia
No solo deben participar, sino que además jugar un rol fundamental. Si son una pareja con hijos, revisen las siguientes pautas que podrán adaptar en su matrimonio.
¿Cómo organizar una boda cuando ya tienen hijos? Hasta hace unos años, casarse por la iglesia o con un vestido de novia blanco, si ya habían formado familia, no era muy común. Afortunadamente, los tiempos cambiaron y hoy no solo es posible dar el “sí” en presencia de los hijos, sino que además, se les adjudica a ellos un rol esencial en la ceremonia de matrimonio.
Desde portar pizarras, hasta entregar a sus padres los anillos de matrimonio para que sean bendecidos por el cura o recibidos por el maestro de ceremonia. Si tienen hijos se preguntan cómo incluirlos a la celebración del matrimonio, revisen estas 7 ideas para que participen del matrimonio con un rol protagónico.
1. Caminar juntos al altar
¿Quién entrega a la novia si ya tiene hijos? Ya sean niños o adolescentes, sin duda que los hijos serán los más emocionados con el matrimonio de sus padres. Si no son demasiado pequeños, podrán acompañarlos mientras se arreglan en la habitación, para luego caminar juntos en su camino al altar.
Por ejemplo, en vez de que ingresen los novios/as, sorprendan a sus invitados con una entrada nupcial en familia de la mano de sus hijos. O bien, si tienen dos hijos, dividan el tramo de cada padre hasta llegar al altar. De este modo, cada uno tendrá el protagonismo que se merece. Sea cual sea la forma, será muy simbólico que los hijos los acompañen en esta primera parte del matrimonio.
2. Como pajes
Si deciden asignarles el rol de pajes, hay varias funciones que sus hijos podrán desempeñar durante la ceremonia de matrimonio. Entre ellas, cargar canastos con flores o pizarras con frases previo al ingreso de la novia. Letreros que digan, por ejemplo, “ahí viene el amor de tu vida”. Además, podrán portar las alianzas, la Biblia o, si ya son más grandes, participar leyendo algún salmo. Al finalizar la ceremonia, en tanto, una buena idea es que sean ellos quienes salgan primero y vayan arrojando pétalos para marcar el camino a los recién casados.
3. Durante una ceremonia simbólica
Es cada vez más común incluir alguna ceremonia simbólico en el matrimonio, ya sea la ceremonia de las velas, la plantación de un árbol, el ritual del vino o la atadura de manos. Todas ellas, ceremonias muy emotivas en las que sus hijos también podrán participar.
¿Y por qué no incluir a sus hijos también en el primer baile? Si desean inmortalizar ese momento de una manera muy especial, improvisen alguna canción o, mejor aún, preparen una sencilla coreografía junto a sus pequeños para sorprender a sus familiares y amigos. Ahora, si prefieren hacerlos partícipes del instante en que partan la torta de matrimonio, den a sus hijos el primer trozo, luego prueben ustedes y en seguida inviten al resto de los comensales.
4. En el banquete
Como no existe un protocolo definido en relación a los matrimonios con hijos, hay tres opciones que funcionan bien a la hora de hacerlos partícipes. Por un lado, sentar a los hijos en la mesa presidencial junto a los padres y suegros, de manera que se forme una única mesa con los integrantes del núcleo familiar más estrecho. Una segunda alternativa es montar una sweetheart table, pero esta vez incluyendo a sus hijos. Es decir, en vez de que sea una mesa solo para los recién casados, se incorporen más asientos.
O, por otro lado, designar un mesón especial para niños en la que sus hijos tengan una distinción especial, por ejemplo, sus nombres marcados en las sillas. De este modo, si bien no estarán en la mesa presidencial, se sentirán igualmente importantes.
5. Entretenimientos
Si tienen niños pequeños, lo ideal es que asistan también otros niños de edades similares para que no se aburran. Siendo así, entonces, lo mejor será preparar para ellos una zona de juegos, la que dependerá del horario y estilo de casamiento que pretenden realizar. Si se casarán, por ejemplo, en una parcela con amplios jardines, pueden contratar juegos inflables, como toboganes, camas elásticas, mini muros de escalada o piscinas con pelotas
No obstante, si el espacio del que disponen es más reducido, instalen una mesita con cuadernos y lápices para colorear, rompecabezas, legos y otros juguetes. Incluso, si el presupuesto se los permite, encontrarán monitores expertos que podrían contratar para entretener a los más chicos, ya sea a través de dinámicas o pintacaritas, entre otras ideas.
6. Vestimenta
Aunque todo depende de la edad, la clave es que sus hijos se sientan cómodos y a gusto con el vestuario escogido y, en lo posible, que vaya a tono con el estilo de celebración. Por ejemplo, si se inclinarán por un matrimonio rústico, pueden elegir camisa y bermudas para los niños, y vestidos livianos de tul para las niñas.
U otra opción, si les gusta la tendencia del matching outfits, es combinar algunos de sus accesorios con la vestimenta de los pequeños. O sea, si el botonier o el ramo de flores serán rojos, incorporen ese color de alguna forma en los trajes de sus niños. Es una buena idea también en caso de que los hijos sean más grandes.
7. Hora de descansar
Finalmente, si tienen niños y el matrimonio será en el día, seguramente sus hijos se divertirán y no sentirán el paso de las horas compartiendo con otros chicos y disfrutando del Candy Bar. Sin embargo, si deciden celebrar el enlace en la tarde/noche, es probable que los más pequeños se agoten después de la ceremonia y el banquete, y se quieran ir a dormir. Frente a eso, lo mejor será buscar con tiempo una persona de confianza que los cuide por el resto de la noche. O, si no quieren alejarse demasiado de ellos, entonces la opción es que elijan una locación con habitaciones para que sus hijos puedan descansar ahí mismo.
Organizar una boda cuando ya tienen hijos significa que pueden involucrarlos de una manera activa. Desde la pedida de mano en adelante; sus hijos estarán felices de participar de la celebración. Eso sí, procuren que no se sientan presionados y, por el contrario, estén cómodos con las tareas que les toquen.