Sopaipillas para el menú de matrimonio: ¡éxito seguro entre sus invitados!
Las sopaipillas son un clásico de la gastronomía nacional e, incluso, tienen su propio día, que se celebra el 10 de julio de cada año. Si desean incorporarlas a su banquete, revisen estas propuestas que seguro alguna les acomoda.
En una celebración todos los detalles importan y así también los distintos platos y recetas que se presentarán en el menú de matrimonio, sobre todo, si desean incluir raíces chilenas al banquete. En este caso, las sopaipillas son una opción que cada vez cautiva a más parejas. Y es que, independiente de los alimentos o licores que elijan para el cóctel, estas masitas fritas de harina y zapallo siempre caerán bien.
- El origen de las sopaipillas
- Para el cóctel
- Para el almuerzo o cena
- Para el trasnoche
- Bañadas en chancaca
- Sureñas sin zapallo
El origen de las sopaipillas
Aunque muchos creen que se trata de una receta local, lo cierto es que las sopaipillas no son exclusivas de Chile. De hecho, su historia se remonta al año 1700, cuando los españoles que llegaban hasta tierras chilenas las preparaban bajo el nombre de “sopaipas”. Una palabra de origen árabe que significaba “pan mojado en aceite” y que luego fue transformada por el pueblo mapuche a “sopaipilla”. ¿Se les apetece de solo escucharla?
Para el cóctel
Tanto si el matrimonio será al mediodía o de tarde/noche, incorporen sopaipillas de cóctel entre las piezas para la recepción. Y aunque el tamaño tradicional no es incómodo, encontrarán minisopaipillas que resultan todavía más adecuadas para comer de pie. Eso sí, no les pueden faltar las salsas para untar, entre ellas, pulpa de ají, chimichurri, pebre, mostaza, mayonesa, tártara, chancho en piedra o pasta de aceitunas. Sus invitados quedarán fascinados.
Para el almuerzo o cena
Sobre todo, si se inclinarán por una celebración con raíces chilenas, pueden poner en cada mesa una canasta con sopaipillas. Así, además del pan, que se ubica en un plato auxiliar hacia el lado izquierda del plato principal, los invitados podrán degustar en el primer tiempo estas sopaipillas, ya sean de las pequeñas o más grandes. Para no sobrecargar la mesa, añadan solamente un pocillo con pebre picante, que definitivamente es el favorito para acompañar estas masitas.
Para el trasnoche
Sus familiares y amigos necesitarán recargar energías si la fiesta será hasta la madrugada. Por lo tanto, si no cuentan con un alto presupuesto para suplir este ítem, una excelente idea será ofrecer sopaipillas; nuevamente, con sus respectivas salsas para untar.
E, incluso, si quieren darle un toque especial a su servicio de trasnoche y cuentan con bastante espacio, ¿por qué no arrendar el tradicional carrito de sopaipillas que es tan popular en Chile? Además de pintoresco, será la mejor opción para servir sopaipillas fritas recién hechas.
Bañadas en chancaca
Si bien las sopaipillas tradicionales son igualmente cotizadas en los meses más fríos, sin duda, las sopaipillas pasadas destacan entre las favoritas para entrar en calor. Y es que una vez amasadas y fritas, se les sumerge en una exquisita salsa de chancaca (con canela y cáscara de naranja) y se sirven en platos hondos. ¿Quién no las ha disfrutado alguna vez? Ya sean para el cóctel, el banquete o el trasnoche, serán todo un acierto si se casan en temporada de otoño/invierno. ¡Y más aún si los acompaña la lluvia! Preocúpense de encontrar la vajilla adecuada para que sus invitados puedan comerla cómodamente.
Sureñas sin zapallo
Desde Concepción hacia el sur las sopaipillas son sin zapallo, aunque quedan igualmente exquisitas. Por lo tanto, las masas de sopaipillas del sur contienen estos ingredientes: harina, manteca o mantequilla, levadura, polvos de hornear y sal, mientras que la forma de las sopaipillas sureñas suele ser romboide. Si las incluirán en el banquete, ofrezcan mermelada, manjar y azúcar flor también para aquellos invitados de gustos más dulces.
Independiente de si el matrimonio será al aire libre o al interior de un salón, las sopaipillas siempre serán bien recibidas por sus invitados. E, incluso, podrán tenerlas en un lugar especial del banquete, montándolas en platos de greda, por ejemplo, si pretenden crear un rincón rústico en su celebración.