¿Velo o mantilla para novias?

Independiente de por qué lo han lucido las novias a lo largo de la historia, tanto el velo como la mantilla tienen un significado especial y son hoy en día un accesorio común en los looks de novia, haciéndolas sentir clásicas y completas. Sin embargo, aún hay ciertos cuidados que considerar en torno a estos dos complementos, por ejemplo, la limitación de su uso exclusiva para ceremonias religiosas, ya que en detalle es para este tipo de celebración.

El velo

De tela semitransparente y ligera, como la organza, chantilly o tul, son por lo general las características del velo. Éste puede ser liso, como de tul y seda, o lo podemos encontrar con detalles de encaje, bordados, cristales o perlas. Asimismo, hay otros tipos de velo de acuerdo al largo y forma de ponerlo. Dependiendo del gusto de la novia, éste tapará su cara, sus hombros o solo se llevará como un gran detalle.

La novia tiene la opción de llevar el velo en su cara o espalda. En caso de ir velada en la cara, así tendrá que salir de su casa para llegar a altar, donde será desvelada por su padre al entregarla a su novio, o por su futuro marido en el instante de besarse una vez finalizada la ceremonia.

En cuanto a su uso, la regla establece que el velo debe ser lo bastante largo como para tapar los hombros de la novia en caso de llevarlos sin cubrir. Debe ser de un largo conforme con el porte de la iglesia elegida y no puede sacarse en ningún minuto del día, solamente al llegar a la habitación nupcial. No obstante, esta última situación es cada vez menos común, ya que las novias actualmente se quitan el velo una vez terminada la ceremonia.

La mantilla

La mantilla es confeccionada también de chantilly, organza o tul y se caracteriza por estar totalmente bordada y por la diversidad de formas de ponerse y afirmarla, con complementos como tiaras, peinetas y broches. En algunos países de Europa, a diferencia del velo, su uso está autorizado también para las invitadas.

Según el protocolo, la novia usará la mantilla de manera exclusiva durante la ceremonia. Ésta debe vestir los hombros de la novia, ser clara y extensa. La mantilla nunca puede ser de un tono más claro que el vestido. 

Hay varias maneras de llevarla: sujeta a la melena, con peineta, con recogido, como pirata o hippie chic, o debajo de un moño. Para que ésta no se vuele, se recomienda fijarla en la zona de los hombros del vestido.

¿Cómo me decido?

Siempre, la clave de tu look será el vestido de novia, por lo tanto, según cómo sea éste deberás escoger entre llevar velo o no, o llevar mantilla o no. Sin embargo, hay algunos puntos clave que tener en cuenta:

• El velo es muy generoso y queda bien con cualquier estilo de vestido. Dependiendo de tu look, puedes escoger un velo sobrio o más ostentoso. Otra buena opción también es optar por velos amantillados, ideales para llevar lucir en el velo el mismo encaje del vestido. Para vestidos rectos sin decoraciones, los más adecuados son los velos lisos y largos. En el caso de los vestidos de volumen, lo ideal es llevar velos sutiles.
• La mantilla es más difícil de combinar. Luce bien en vestidos simples y rectos, que no cuenten con encajes o bordados, y no es adecuada en vestidos con volumen o aplicaciones, ya que forma un look muy recargado.
• El vestido corte sirena es adecuado para las dos opciones, el velo o la mantilla, gracias a su corte ceñido al cuerpo y su amplio ruedo alejado de la cabeza, no estorba con ninguno de los dos complementos. 
• El peinado es otro punto importante a considerar, éste debe ser adecuado para el velo o mantilla que escojas. Sin embargo, lo más importante es que éste sea de tu completo agrado. Recuerda que el velo o la mantilla son detalles para completar tu look nupcial. 
• Respecto a las piezas prestadas o antiguas, debes ser cautelosa ya que pueden tener un gran valor sentimental pero quizás no son indicadas para ti.