Vestidos de novia atemporales: porque no importa cuántas veces lo mires, siempre será perfecto para ti

Además de blanco, que sea clásico, elegante y versátil son algunos elementos que se conjugan detrás del concepto de atemporalidad en un vestido de novia. ¿Es lo que deseas para tu gran día? Si quieres enfundarte en un vestido que no pase de moda, descubre todas las claves para lograrlo a continuación.

Características

Los vestidos de novia atemporales son aquellos que resisten al paso del tiempo, pues no toman como referente la última tendencia ni el diseño de moda. Es decir, son prendas que no están atadas a dictámenes de temporada, que van cambiando continuamente, sino que se basan en modelos, telas, cortes y colores de larga vida. ¿Cuáles son estos vestidos?

Diseños de líneas depuradas

Los vestidos de novia atemporales se distinguen por ser de líneas limpias y depuradas, privilegiando los tejidos lisos por sobre los estampados o con aplicaciones. Por ejemplo, un vestido clásico de corte princesa, confeccionado en mikado, resistirá mejor al paso del tiempo que un modelo en el mismo corte con volantes de tul en cascada en la falda. Además, en los vestidos atemporales rige el “menos es más”, por lo que no tiene cabida el exceso de brillos o aplicaciones, ni tampoco las colas dramáticas o escotes muy pronunciados.

Diseños con detalles

Si bien los vestidos atemporales se caracterizan por ser más discretos, eso no significa que sean aburridos. Todo lo contrario. Son diseños que ponen el énfasis en detalles específicos, como puede ser un cinturón joya, una espalda con botonadura, un escote con pedrería o unas mangas con transparencias. En el fondo, detalles que no se rijan por una moda de temporada, como sí es el caso, por ejemplo, de las plumas, los flecos, los bolsillos, los lazos XL o las flores 3D.

Diseños con encaje

Por otra parte, si hay un tejido para vestidos de novia que se considera eterno, ese es el encaje. Romántico, elegante, femenino y delicado, un traje de novia con encaje siempre será atemporal, independiente del lugar donde se posicione la tela, ya sea encaje Chantilly, Alencón, Schiffli o Guipur. Por lo tanto, si buscas un diseño que resista modas y el paso de los años, acertarás con un vestido de novia con encaje.

Diseños con tul

Los vestidos de novia con vaporosas faldas de tul también traspasan el tiempo, ya que si ahora parecen vigentes, lo serán igualmente dentro de veinte años. Eso sí, para mantener la atemporalidad de la prenda, elije un modelo con capas de tul en la falda, pero no con volantes asimétricos ni escalonados.

Diseños de escote strapless

Aunque hoy en día está de tendencia el escote cuadrado y cada vez irrumpe con más fuerza el deep-plunge, lo cierto es que los escotes strapless, el palabra de honor y el corazón, son los que han sido capaces de trascender. Al menos en lo que respecta a vestidos de novia, cualquiera de estos escotes te garantizará un look atemporal. Y son ideales, por lo demás, para complementar con una bonita joya. Ahora, si prefieres no lucir tan destapada, inclínate por un escote ilusión sobre uno corazón o palabra de honor. Así le sumará a tu look clásico una nota de encanto y romanticismo.

Por qué elegir un vestido atemporal

Hay varias razones para decantarse por uno de estos diseños. Entre ellas, que podrás heredarlo algún día a tu propia hija o hermana menor, si es tu deseo. O si es una tradición que arrastran de familia. Además, escoger un vestido atemporal se ajusta a los matrimonios más discretos que se están celebrando hoy en día producto de la pandemia. Y es que al ser bodas con aforo reducido y en el día, un modelo de corte clásico será mucho más apropiado que uno tan rimbombante. De hecho, la atemporalidad también está asociada a no parecer un vestido exclusivo de verano o exclusivo de invierno, lo que será igualmente útil en el caso de que tengas que posponer la fecha.

¡Ya lo sabes! Los vestidos atemporales no siguen tendencias, pero aun así encontrarás uno que se adapte perfectamente a tu estilo. Desde un discreto vestido de silueta sirena en crepe, hasta uno de línea princesa con falda de tul y cuerpo de encaje.