Cuando tenía 15 años descubrí el amor por la fotografía, pero en ese entonces sólo la consideré un bello hobby. Entré a estudiar Derecho y cuando iba en tercer año me compré mi primera cámara reflex, momento en que comencé a sacarle fotos a mis amigos, familia, mascotas, lugares que visitaba, etc.

Un año después me di cuenta de que mi carrera y la fotografía no tenían por qué ser incompatibles y decidí comenzar a estudiar, aprender y trabajar como fotógrafa. Desde ese entonces han pasado varios años, he podido ganar mucha experiencia haciendo sesiones de distintos tipos, cubriendo matrimonios y llegando incluso a impartir clases y talleres, lo que me motivó a crear Blackgrace matrimonios junto a Claudio, mi pareja. En la actualidad ejerzo mi profesión como abogada al mismo tiempo que trabajo en mi gran pasión como fotógrafa de matrimonios.

A los 18 años comencé a viajar por Chile por mi trabajo como electricista industrial, en ese entonces solo tenía mi celular para retratar lo bello de nuestro país. A inicios del año 2016 conocí a Patricia, mi partner, pareja y compañera de trabajo y aventuras. Ella me enseñó el maravilloso mundo de la fotografía lo cual me llevo a cambiar una consola de videojuegos por una cámara.

Sí, cambié una consola por una cámara y hasta el día de hoy no me arrepiento de nada, porque la fotografía me ha permitido crear distintas experiencias y formar parte del día más importante de muchos novios que han confiado en nuestro trabajo para cubrir sus matrimonios.