Tengo amigos que me dicen Charlie y amigos que me dicen Carlos, soy publicista de profesión, salí de la Universidad del Pacífico, donde conocí a Tamara, quién hacía clases de fotografía y retoque digital. En una larga historia, ella es mi señora y me enseñó fotografía hace ya unos 10 años. Con el tiempo he agarrado mi propio estilo y especialidad. Al principio me dedicaba por hobby a sacar fotos en torneos de Taekwon-Do, después lo fui haciendo cada vez más profesionalmente hasta que ya nos atrevimos a hacer fotos de matrimonio. Debo decir que las primeras veces me apoyé bastante en el trabajo de Tamara, yo era más bien un aprendiz que iba sacando de vez en cuando alguna foto buena para complementar el trabajo de ella. Hoy puedo decir que tengo bastante experiencia en matrimonios, he hecho matrimonios solo , prebodas, entre otros, además que siempre estoy al tanto de novedades en el mundo de la fotografía, así como las tendencias en fotografías de matrimonio, sin perder el estilo propio. Creo que los matrimonios deben ser espontáneos, ojalá todas las fotos salieran sin siquiera hablarles, pero siendo realistas, hoy siempre nos damos unos minutos para esas sesiones de foto más pausadas, donde importa tanto la luz, la dirección, la actitud de los novios y para eso se requiere algo de tiempo entre bajar las revoluciones de ir saliendo de la iglesia y ponerse a tono para unas lindas fotos "para el velador de la pieza" o al menos eso me gusta pensar. En los carretes siempre me gusta estar donde las papas queman, me he llevado alguna piscola en la espalda puesta más de una vez y de seguro más de algún golpe en la cabeza por meterme debajo de un manteo, pero creo que tal como hago en las fotos de deportes, en el riesgo, está la recompensa...si puedo estar cerca de una moto volando para sacar la foto desde abajo, puedo hacer lo mismo cuando lanzan por los aires al novio.