El matrimonio de Alejandro y Bárbara en Olmué, Quillota
Elegantes Invierno Dorado 3 profesionales
A&B
06 Ago, 2021La crónica de nuestro matrimonio
Hola, chicos, estamos de regreso ¡y por fin casados! Me emociona contar tanta felicidad, pero partiré por decirles que no estuve exenta de detalles que no salieron como uno va planeando, le llamaré: "adversidades contra viento y marea". Por ejemplo, acepté a un fotógrafo (uno de los proveedores de la página) y al enviarme contrato, no hablo más, ni escribió, ni contestó a mis mensajes (dudas) solo al pasar los días me dijo: “tengo otro matrimonio que tomo ese día”, casi muero. Se suponía que después de video llamadas de confirmación solo faltaba firmar y me dice esto... quedé de manos vacías, llena de nervios... esto a 5 días de la boda. Se me vinieron pensamientos negativos por este episodio pero dije: “no, son cosas que pasan”, y comencé una nueva búsqueda y encontré al mejor (digo al mejor porque fue un trabajo excepcional y nos hizo sentir muy bien en todo el evento, y así es como duró más de 3 días mi tristeza por lo ocurrido y todo pasó muy rápido).
Acercándonos al día de mi boda esto sí que fue totalmente increíble: nos casamos pero 3 veces, creo que si lo cuento no me creerán. Algunas personas dirán: estas cosas solo pasan en las películas. Resulta que un día antes de mi ceremonia religiosa nos casábamos por el civil. En fin, llegamos al civil mi novio, mis futuros suegros, mis testigos y unos amigos. Al ingresar nos llamaron a 6 personas que podían ingresar (nosotros nerviosos). Se venían las preguntas y recopilación de documentos antes de comenzar la ceremonia civil. Ya al cabo de un rato veíamos a algunos funcionarios ir y venir, como broma por los nervios del ir y venir dije: “¿qué sucederá? ¿No podrán casarnos?”.
Seguir leyendo »Solicitaron salir a mis suegros esperar afuera y nos explicaron que dentro de los documentos había uno que no estaba presencial sino escaneado… en fin ya sabíamos a cuál se referían (hubo un problema interno de mala gestión funcionaria) y comenzamos a llamar al abogado, a la funcionaria que los envió, a la funcionaria que los recibió, en fin luego nos llama el oficial civil que nos casaría y dice: necesito solo a los novios, nos acercamos y nos dice: “chicos, resulta que hay un problema el documento que debía llegar por valija; no se envió y no puedo casarlos”. Casi morí, no podía creer lo que nos decía, quise peñizcarme porque creía que estaba soñando una vez más, ¿quizás los nervios me tenían así? Luego de eso, llanto, no podía creerlo, yo creía que esto solo pasaba en las películas… El oficial civil me consolaba y me decía: “pero, chiquilla, te caso apenas llegue el documento a la hora que quieras, el día que quieras”. Mi novio y yo pensábamos: ¿qué hacemos con la cena luego de civil?, ¿qué le diremos a mis suegros, a nuestros testigos?, ¿qué haremos con el banquete? La ceremonia religiosa era al día siguiente… los invitados tanto de ese día como los que esperaban afuera del civil. En fin... las fuerzas de no arruinar el día más lindo de mi vida me la daba el señor y llamé a mi pastor para darle la noticia, estaba en sus manos que se realizara la ceremonia religiosa sin mi registro legal. Al explicarle me dice: “hijos, tranquilos, la ceremonia no se suspenderá, haremos las cosas de delante para atrás, tenemos 5 días de plazo, nada arruinara su boda”. Mi pastor nos casaría aunque nuestro documento legal de matrimonio estuviera luego del religioso, ahí se me ilumino el corazón y ya casi saliendo del lugar me volvió la sonrisa a la cara. Avisé a mi novio y testigos y salimos del lugar los supuestos casados.
Llegaban las fotografías, los aplausos y cena familiar... Llevábamos calladito el secreto finalmente solo nosotros 6 sabíamos que no nos casaron. Tuvimos que superar las adversidades, quizás fueron enviadas con el fin de solo experimentar cuánto tendremos que superar ya casados en el transcurso de los años.
Bueno, por fin llegó el gran día de "nuestra boda". Finalmente en mi corazón era la que tenía más importancia. No sé cómo explicarlo, entre emoción, presión, nervios, temor… no sé cuál fue la más sobresaliente, solo sé que las horas iban avanzando y tenía que llegar al centro de eventos. Mi ceremonia religiosa seria ahí junto a la recepción.
Ya estando en el lugar me recibe la wedding planner, me dirige donde acomodar mis cosas. Junto a mi estilista y maquilladora comenzamos hacer realidad la belleza para esta novia, cuando de repente no hay luz… No podía ser peor, ¿por qué no otro día? Bueno, bajamos el perfil buscando hacer solo el vestuario aunque ya listo... y aun sin luz, entraba y salía un eléctrico hasta que se hizo la luz a 10 minutos del comienzo. Yo más nerviosa aun cuando ya pasando media hora más comienza a llamar mi novio contesta una de mis madrinas y él con una risa nerviosa dice que sabía que las novias se retrasan, pero que ya habían llegado todos los invitados, él aun no podía hacer la entrada y estaba afuera sin saber nada, lleno de nervios... que si yo no me había arrepentido. Ja, ja, ja, eso nunca, después de 10 años luchando por estar juntos, no. “Solo está un poco atrasada”, le dice mi madrina a él.
Ambiente de alegría. Apresuro y terminan conmigo a una hora más tarde de lo acordado pero ¡ya estaba lista! Cuando se le avisa comienza su música y yo detrás de una puerta casi comenzando a llorar y mis madrinas soplando mis ojos y diciendo: “no llores, no llores, te vez preciosa y vas a correr tu maquillaje”. Si bien ese momento solo lo podía imaginar… me emocionaba saber que estaba ahí esperándome mientras mis damas de honor salen junto a mí por un lugar que nos llevaría a la entrada sin ser vistas. Y continua la presentación las damas de honor, luego mis pajes y luego la flamante novia, dice el animador (yo miraba a todos lados sin caminar y me decían en silencio: “avanza, avanza”). Estaba en las nubes y olvidé que tenía que caminar para que me comenzaran a ver los invitados y mi novio. Quería llorar de la emoción pero bueno, a lo que vinimos. Comencé a caminar y sonreír (repetía en mi mente: no llores, sonríe, debes verte linda, no triste) y así fue hasta llegar al altar donde mi novio me esperaba con una mirada de emoción que solo salió su sonrisa al tomar mi mano... y así todo terminaba, ¿o comenzaba? No lo sabemos, después de tantos años de amor con una hermosa hija no sabíamos si era el término de juntos por siempre o el comienzo de un juntos por siempre... Como sea, nunca hubiese imaginado que iba a hacer la más hermosa historia de mi vida.
La celebración era un éxito, todo tal cual imaginé en mis sueños: personas, trajes, brillos, colores, entorno, tiempo, luz, música, sonrisas y llantos de felicidad, abrazos, aww… era el mejor de mis sueños en 40 años.
Al terminar la celebración comenzaba nuestra hermosa luna de miel. Nos fuimos más que felices camino a nuestra aventura más destacada, con fecha de regreso pronto pero nada arruinó la felicidad.
Nuestro regreso fue pronto porque ¿adivinen qué faltaba? Casarnos. Les dije que por tercera vez... y el jueves próximo contrajimos matrimonio civil (fuimos con la misma ropa para que no se notara en las fotografías que no era el mismo día, detalles, ja, ja, ja).
Gracias por todo lo que lograron junto a mí, Matrimonios.cl y comunidad, serán para siempre parte de mis grandes inspiradores de sueños cumplidos.
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