El matrimonio de Alexis y Cecilia en Curicó, Curicó
De noche Primavera Rosado 4 profesionales
A&C
28 Oct, 2017La crónica de nuestro matrimonio
Antes de contarles sobre nuestro matrimonio, les contaré un poco de nuestra planificación y como comenzó nuestra historia de comprometidos.
A principios de este año, mi negro como le digo, después de 10 años de noviazgo, me invitó a cenar y luego de regresar a nuestro hogar, de lo más normal, sentados en nuestro sofá, decidió pedirme formalmente matrimonio, lo digo así porque llevamos un poco más de 8 años viviendo juntos y realmente ya nos sentíamos como casados. Esa misma noche pusimos 2 probables fechas para el gran día, y comenzamos a planificarnos, cotizando de mayor a menor… comenzando con el local, banquetería y la iglesia, como ambos trabajamos en Santiago pero nuestro matrimonio sería en Curicó el tiempo sería escaso, y debíamos dedidar nuestros fines de semana a la planificación de nuestro gran día.
Muchas cosas las hicimos nosotros con ayuda de nuestra familia. Yo hice los partes, él me ayudó con la impresión y luego yo los armé, mi suegra nos ayudó con las plantitas para los recuerdos que armamos con mi mamá, las tarjetitas de estos recuerdos las hice yo también, unas semanas antes del gran día hice el ramo de soltera y los dijes. Diseñé los vestidos de las pajes y con la ayuda de una amiga hicimos esos vestidos para mi sobrina y dos primitas que se veían maravillosas de princesas como ellas mismas decían. Mientras mi negro se encargaba de ver los copetes, vinos y cordero al palo que no estaban incluídos en la banquetería, muy organizados para darle nuestro toque a ese gran día, pero siempre todas las decisiones se tomaron en conjunto al gusto de ambos.
Seguir leyendo »Mis papás nos celebraron por su parte el matrimonio civil junto a nuestros familiares más cercanos, como fue un par de días antes del religioso no faltó nadie, para nosotros la ceremonia civil era un mero trámite, pero gracias a nuestras familias también terminó siendo una linda fecha para recordar.
Nuestro gran día lo iniciamos por separado como manda la tradición, él en casa de su mamá y yo en casa de mis papás.
Mi novio se encargó de llevar las últimas cosas al local en la mañana, mientras yo me dediqué exclusivamente a mi, no quise colocar el despertador para poder amanecer descansada (buena idea).
Mi día empezó como siempre, con su respectivo desayuno y bien relajada, armé mi kit de emergencia y mi bolso para la fiesta y para el hotel, lo demás estaba todo listo, así que solo faltaba que llegara la hora de irme a la peluquería porque mi cita era a las 13 horas, sin darme cuenta pasé el día sin almorzar, no por nerviosa ni por falta de tiempo simplemente se me olvidó porque tenía algo más importante en mente, bueno ustedes saben. A las 17 horas ya me encontraba en el hotel con la maquilladora y a las 18 horas por fin llegó el momento de ponerme el vestido. Mi mamá y mi mejor amiga me ayudaron con eso, mientras la fotógrafa comenzaba a tomar registro de este día, sentí mi primer apretón de guata, pero no de nervios, estaba increíblemente tranquila y segura del paso que daba, pero la emoción de comenzar a vivir lo que durante tantos meses planificamos se tenía que hacer presente de alguna manera física, y claramente no debía ser por medio de lágrimas porque el maquillaje no se podía estropear.
A las 18:30 llegó mi hermano y mi papá al hotel, nuestra ceremonia comenzaba a las 19 horas, y no quería atrasarme más de 10 minutos, me cargan las novias que se demoran una hora en llegar, así que planificamos con mi novio que yo llegaría entre las 19:10 y 19:15 a más tardar. Cuando salimos del hotel estaba lloviendo suave, (nuestro auto era convertible, no se pudo lucir por la lluvia, pero no me importó) así que lo único que me puso algo nerviosa fue que se largara a llover con cuática en el momento que llegaramos a la iglesia, rogaba para que eso no sucediera, y tuve ayuda divina porque así fue.
La entrada fue emocionante, mi novio entró con la canción de Corazón Valiente, For the Love of a Princess, toda la música en violín y cello, luego entró mi madre con el padrino de mi novio, y antes de mi entrada las más chiquitas de mi familia iban sacando suspiros de ternura a su paso, luego de que ellas completaran el trayecto (para poder verlas) suena la Marcha Nupcial de Mendelssohn y ahí estoy yo, parada en la puerta de la iglesia del brazo de mi papá, emocionada y feliz a más no poder (nos costó un poco definir la música de la iglesia, pero fue un acierto volver a lo tradicional, hizo que mi entrada fuera aún más emocionante). Es muy dificil explicar con palabras los sentimientos que se producen en ese instante entre la llegada a la iglesia, mientras caminas hacia el altar y ves a toda tu familia y amigos reunidos ahí por nosotros, y cuando por fin ves a tu (aún) novio esperando por ti en el altar con cara de enamorado y feliz, es maravilloso. Te sientes en las nubes.
Nuestra ceremonia religiosa fue emotiva y entretenida, salió todo muy lindo.
Nuestra llegada a la recepción fue acompañada por la canción Thinking out Loud en saxo, y un gran aplauso que obviamente teníamos que compensar con un beso. Todos nos saludaban y felicitaban.
El local estaba hermoso, lleno de flores y decorado como habíamos soñado, en ese sentido la banquetera cumplió por todo lo que faltó y no cumplieron en cuanto a la comida (plato de entrada incompleto, faltó parte del servicio de trasnoche y de lo que si sirvieron del trasnoche se equivocaron con lo que habíamos solicitado, también faltó la selección de chocolates entre otras cosas que dejaron en duda su profesionalismo), pero bueno, eso no quitó que disfrutaramos de nuestra cena y fiesta como Dios manda. Tomamos fotos en cada mesa para tener el recuerdo de cada uno de nuestros invitados, porque típico que algunos no bailan y después no salen en las fotos.
Abrimos la pista de baile con el clásico vals (Once Upon a Dream de La Bella Durmiente, mi canción favorita desde que tengo uso de razón) y preparamos una coreografía para que saliera todo perfecto (ahí mi marido estaba algo nervioso porque no somos muy buenos bailando), y después del vals el DJ lanzó su mejor repertorio para hacer bailar hasta a los más viejitos. La pista se llenó en cosa de segundos.
Con el inicio de la fiesta, se abrió la barra libre y comenzó a funcionar la cabina de fotos que fue un éxito, y que posteriormente nos entregaron las copias de las fotos de la cabina en un libro de firmas, lleno de lindos deseos de felicidad y éxito. Más tarde salió el cotillón y un robot LED que hizo bailar el limbo hasta a mi abuela.
Disfrutamos nuestro gran día en cada momento, la verdad es que se hizo corto, mi vestido quedó muy sucio como prueba de lo vivido esa noche, ahora es muy entretenido recordar todo eso, y que muchos de nuestros familiares y amigos más cercanos se quedaron hasta altas horas de la madrugada bailando y celebrando con nosotros, incluso algunos cerraron el local.
Hoy a un mes de nuestra boda, solo puedo decir que mis recuerdos se basan principalmente en todas las emociones que sentí en esos momentos, miro las fotos todos los días con algo de nostalgia porque ese día ya pasó, pero inmensamente feliz por la nueva etapa que comenzamos. Realmente fue un día mágico y una noche llena de emociones y recuerdos que se atesorarán en nuestra memoria y corazón por el resto de nuestras vidas.
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