El matrimonio de Andrés y Fran en Isla de Maipo, Talagante

A las 18.00 empezaron a llegar los invitados, y a mí se me hizo nada el tiempo. Ya estábamos listas, solo faltaba colocarme el vestido y que me llamaran para entrar a la ceremonia. Andrés llegó a las 17.00 y se encargó de los detalles, y luego recibió a los invitados junto a mis suegros y padres.

Siempre creí que me iba a desmayar (soy bien buena para eso), pero al momento de ver a mi papá y a mi mamá, me sentí segura y feliz, y sentí que sólo debía disfrutar de nuestro momento.

Con Andrés hicimos una entrada diferente. Yo entré junto a mis dos padres, y él me espero a medio camino con los suyos. Luego entraron nuestros padres por el camino, y nosotros entramos juntos hacia el altar. Fue hermoso, porque en realidad para nosotros fue elegir el camino juntos. Ahí, yo me sentía la mujer más completa del mundo.

La ceremonia civil se me hizo nada. Sólo sé que firmamos, y que me reí muchísimo. La jueza dijo cosas bien bonitas, pero se me hizo muy corto. Luego mi hermana nos hizo una ceremonia simbólica; nosotros le pedimos que dijera algunas palabras, pero en realidad ella hizo algo maravilloso.

Luego nos fuimos con el fotógrafo y mi hermano a hacer las tomas de recién casados. Las fotos salieron maravillosas, ya que él conocía perfectamente el lugar.

Al llegar nuevamente a la casona, nos tenían un cóctel propio y salimos a brindar. Mi prima y su marido nos dieron como regalo cantar para nuestros invitados en el cóctel. Salió perfecto. Jamás me esperé lo lindo que salió todo.

Después del brindis, se suponía que nos sacaríamos fotos con nuestras familias, pero había tanto amor y tanta gente que agradecer, que sólo nos preocupamos de eso y se nos pasó la hora, había que entrar a comer.

Para nuestra entrada, con Andrés, organizamos entrar con disfraces inflables, ¡fue grandioso! Me sirvió tanto para botar el estrés, y nos divertimos muchísimo. Luego de volver a brindar, empezamos con nuestro buffet campestre.

La verdad, comí re-poco, no me entraba un alfiler de los nervios anteriores, pero todo lo que comí estuvo exquisito. Y por los comentarios, a nuestros invitados les gustó bastante. Luego todo fluyó. Pepe animó nuestra fiesta y lo hizo increíble. Las fotos por mesa eran en la pista de baile, y lo hizo todo muy entretenido.

La fiesta la dirigió Alexis, que es el DJ de la casona, ¡y me encantó! Puso las canciones infaltables para mí y luego él hizo lo suyo. La cabina fotográfica la contratamos con el fotógrafo, y las fotos salieron espectaculares.

La fiesta se me hizo cortísima, y creo que la hora de término llegó demasiado pronto, pero de verdad, ¡para mí salió todo perfecto! No me canso de agradecer a toda la gente que estuvo con nosotros ese día.

Como recomendación, busquen un lugar con muy buenos comentarios. Yo no me arrepiento para nada de elegir el lugar, ya que el equipo era maravilloso. Si bien yo me comuniqué con Pepe más que con nadie, se notaba que atrás todo funcionaba y el equipo lo hizo posible. Nosotros elegimos la casona porque literalmente no nos teníamos que preocupar de nada, más que de disfrutar. Ellos hicieron el arco de matrimonio como queríamos, armaron el candy bar con las cosas que llevamos, etc, etc.

También, hagan lo que los dos decidan, tomen las opiniones del resto, ¡pero hagan lo que les haga más felices! Eso lo hizo perfecto para nosotros.

¡Gracias a todos los que nos acompañaron en este proceso tan maravilloso!