El matrimonio de Antonio y Constanza en Temuco, Cautín

La crónica de nuestro matrimonio

¡El mejor día de mi vida! No sé como expresar todas las emociones que siento en este momento. Creo que la palabra es plena. Se cumplieron todos mis sueños que tenía desde niña, me sentí una princesa. Qué rico fue sentir el apoyo de toda mi familia y amigos cuando supieron que nos íbamos a casar. Como nos decía Don Cristian, quien nos hizo las charlas matrimoniales y nos casó: “la fiesta comenzó el día que decidieron casarse”. Fueron 5 meses muy intensos, con alegrías, penas, discusiones, pero todo valió la pena. Soy la esposa de un hombre maravilloso, me gané el cielo con él. ¡Cumplió todos mis anhelos y más! Creo que esta fotografía lo muestra todo. ¡La carita de mi Antonio cuando me vio aparecer en la puerta de la iglesia me mató! Veo su amor hacia mí. La alegría de mis padres acompañándome hacia el altar para entregarme a mi ahora esposo, no tiene precio. Y nuestros rostros, disfrutando al 100 % nuestra ceremonia, demostrando nuestro amor a todos.