El matrimonio de Any y Johanna en Colina, Chacabuco

La crónica de nuestro matrimonio

Los preparativos, fueron desde andar comprando flores, adornos para llevar al centro de eventos, un día antes tratar de aprender una coreografía para nuestro baile que salió a última hora, escribir los votos matrimoniales, coordinar muchas cosas para que todo saliera perfecto...

¡Ese día se hizo tan corto para mí! Desde preparar los autos de las novias por la mañana, por la tarde ir por mi peinado, almorzar mientras se podía (la verdad no pude probar nada con los nervios). Después con la maquilladora, volver a casa, ponerse el vestido, llevar otro vestido de cambio y que no faltara nada para ese momento único en la vida, en todos esos traslados me ayudó mi padre y mi madre.

Mi padre me llevó al centro de eventos en compañía de mi madre, al llegar al local mi padre había olvidado poner su corbata. Tuvimos que demorar un poco al entrar por la alfombra roja. Los invitados y la novia medios nerviosos por que la novia no aparecía, hasta que llegó mi hermano a salvar a mi padre con la corbata que, por cierto, combinaba con los colores de mi atuendo. Y ahí me esperaba el amor de mi vida, mi Any en el altar... ¡Verla tan hermosa y radiante, que trate de grabar esa imagen en mi mente que al cerrar los ojos hoy veo su cara de felicidad! (momento inolvidable).