El matrimonio de Boris y Mabel en San José de Maipo, Cordillera

Mi hermana se llevó a los niños para su casa, para arreglarlos y para que yo estuviera más tranquila, también se llevó las flores para hacer mi ramo natural y yo me quedé haciendo aseo, ya que con todo el ajetreo del día viernes la casa estaba un poco desordenada y vendrían los fotógrafos y la estilista a las 15:00, así que debía estar al menos presentable.

Terminé y me bañé para estar lista. Mi suegro que es un amor, nos compró almuerzo, ya que tiempo para preparar no quedaba. Mi marido hizo un break para comer y luego siguió trabajando. A las 15:00 puntual llegó la fotógrafa, a las 15:15 llegó la estilista y comencé mi preparación.

Ambos me preguntaban si estaba nerviosa pero en realidad estaba super tranquila, sabía que todo estaba listo, me inquietaba un poco el jeep pero sabía que estaría listo a tiempo. A las 16:30 mi marido se fue a bañar y comenzó a alistarse, él si estaba muy, muy nervioso, por la hora y por el momento. De hecho, el fotógrafo quiso tomarle fotos arreglándose y fueron muy pocas porque estaba muy apurado.

Nos arreglamos juntos en la misma casa, yo lo vi a él vestido, pero él no me vio completamente lista, aun parecía Doña Florinda cuando se fue.

Los fotógrafos se fueron con él y yo me quedé con mi hermana que ya había llegado, ella era mi chofer, y con la estilista que estaba afinando los últimos detalles de mi maquillaje.

Y nos fuimos con mi hermana en el jeep. Pasamos a cargar bencina, para demorarnos un poquito más y le avisé a mi cuñada (polola de mi hermana) que íbamos en camino, ella estaba a cargo de que allá todo estuviese listo, como el novio estaba tan nervioso y es medio despistado, preferí darle esa responsabilidad a ella que es super estructurada y además super atenta.

Cuando nos faltaba poco para llegar mi cuñada me dice "no se apuren, demórense no más" por mensaje, lo que me pareció un poco raro porque ya estaba atrasada, y como era ceremonia civil yo pensé que no podía llegar más tarde. Entonces la llamé y me dice que "la niña de las flores aun no llega". La niña de las flores es un amigo motoquero que tenemos, el mejor amigo de mi marido, que cuando le dijimos que nos casábamos nos dijo "yo quiero ser la niña de las flores" y así fue, pero me quería quitar protagonismo. Así que esperamos, nos estacionamos en un lugar cerca y mi hermana se puso a fumar, cuando nos avisaron continuamos hacia el centro de eventos.

Al llegar se me apretó un poco la guata, pero no tanto como pensé. Vi a todos sentados y a mi novio esperando, mi cuñada se acercó a mí por la ventana y me pasó un anillo que me trajo mi sobrina del sur, un anillo con una perla azul de la suerte. Esperamos a que entrara el novio con su madre al lugar de la ceremonia. Su entrada la hizo con la canción Black in Black de AC/DC y luego me bajé del jeep. La reacción de todos fue espectacular, me sentí tan hermosa y tan especial. Me acerqué a mi padre y estaban mis niños con sus anillos esperándome. Al caminar por la alfombra roja miraba a los invitados y podía percibir el amor que sentían hacia nosotros, ese momento fue realmente mágico (yo entré con la canción "quien es la que viene ahí" de Los Tres. Al llegar y encontrarme con el novio fue hermoso, el temblaba y sus ojos brillaban, yo igual temblaba. Comenzó la ceremonia.

Luego de que el juez nos hiciera firmar, preguntó si aceptábamos y fue un momento muy gracioso, porque el juez tenía micrófono, pero cuando mi marido dijo "sí, acepto" no le pasó el micrófono y no se escuchó nada, varios de los invitados se rieron, yo le pegué un codazo y le dije "más fuerte " pero tampoco se escuchó, entonces el juez le pasó el micrófono y pudo decirlo fuerte y claro, para mí fue más fácil, porque yo tomé el micrófono altiro no más. Luego no preguntó si queríamos decir algunas palabras como votos o algo así, pero estábamos tan nerviosos que no pudimos, tenía tanto que decirle, pero no me salían las palabras. Nos pusimos nuestros anillos, nos besamos y salimos, nuestra canción para salir fue "The final countdown" de Europe. Fue una salida triunfal, estábamos muy muy, muy felices. En ese momento tomamos el jeep y nos fuimos a sacar unas fotos cerca, para darle tiempo a los invitados de que se acomodaran en el salón de coctel.

Al volver entramos al salón del coctel con la canción "Welcome to the jungle" de los Guns. Elegimos esta canción porque es potente y además porque amamos la película Megamente donde dice "sabes cuál es la diferencia entre un villano y un super villano. La entrada" y ahí comienza esta canción. Así que tuvimos una super entrada.

Luego vino el brindis, habló el novio, que se le da muy bien esto de hablar, agradeció a todos, los invitó a pasarlo muy bien y luego me tocaba decir algo a mí. Yo no soy muy buena para hablar en público, de hecho no iba a decir nada, pero pensé que tenía que hacerlo. Y solo alcancé a decir "gracias a todos por estar aquí" y se me apretó la garganta y no pude decir más. Hicimos el brindis con las copas que decoró mi hermana y comenzamos a hablar con los invitados, nos abrazaron, nos felicitaron y nos sacamos muchas fotos. Una de las invitadas nos comentó que mientras estábamos en la ceremonia una lechuza blanca se posó en el techo del centro de eventos, dijo que fue mágico. Luego del coctel hicimos las fotos oficiales y nosotros nos fuimos al segundo piso a descansar y comer un poco, porque como uno habla con los invitados es difícil estar comiendo. Mientras los invitados se acomodaban para la cena.

Para comenzar con la cena bajamos y bailamos la canción "When a man loves a woman" de Michael Bolton. Mientras bailábamos caían burbujas, las luces se movían formando figuras, pero nosotros no notamos nada de eso, solo éramos nosotros.

Nos sentamos, se realizó una ceremonia que se llama del vino, donde el joven que nos atendía sirve una copa al novio y este da su aprobación para que se inicie la cena y, empezó la cena, todo muy rico y en el tiempo adecuado. Entre la entrada y el plato de fondo bailamos nuestro vals, que preparamos como familia.

En el vals, mi marido comenzó cantando una canción de Elvis "Can’t help faling in love", mientras yo partí bailando con mi sobrino (del cual me hago cargo y quiero como un hijo), luego bailé con mi hijo y en el momento de la canción que dice "take my hand" (toma mi mano) mi marido dejó de cantar y comenzamos a bailar juntos. Fue maravilloso.

Luego del postre pusimos nuestro diaporama, que incluía fotos de las personas que ya no están con nosotros, mi madre y mi hermano y la abuelita de mi marido. Fue un momento muy emotivo y lindo.

Luego vino el buffet de postre, donde a pesar de estar todos satisfechos corrieron a sacar postres, fue muy chistoso.

Y entonces comenzó la fiesta. Para dar inicio bailamos un pie de cueca, la primera nosotros solos, en la segunda yo baile con una amigo que baila muy bien y mi marido con nuestra sobrina de 5 años, y la última cueca la baile con mi hermana y mi marido con una amiga que también baila muy bien.

Fue todo muy divertido, todos bailaron y todos disfrutaron de la barra abierta. La música fue más noventera porque era la que más conocíamos y estuvo genial, a la mitad de la fiesta hicimos las cosas de rigor.

Para el ramo, había varias solteras, pero pocas querían tomarlo, al final lo agarró la polola de un sobrino del sur, que tiene mi edad. La liga la agarró mi hermano, aunque ahí si hubo más competencia.

Partimos la torta para las fotos y mientras los invitados comían la torta nosotros repartimos los recuerdos. y nos sacamos fotos con ellos.

Y después sacamos el cotillón y siguió la fiesta. Se suponía que era hasta las 3:00 y el Dj lo alargó casi hasta las 4:00, a las 3:45 apagaron la música y sirvieron un consomé.

Cuando ya todos se habían ido, nos entregaron nuestras cosas. El set de la torta, las copas, los recuerdos que sobraron, y entonces pregunté por nuestros novios de la torta y nos dicen "se los robaron". Mi corazón se partió, son tan lindos que los quería tener, pero la tradición dice que aquella persona que se los robó nos los tiene que devolver al cumplir un año, así que espero verlos el próximo año y que además nos de mucha suerte en nuestro matrimono.

Al llegar a la casa con los niños, muertos de cansancio, igual tuvimos nuestra noche de bodas, muy romántico y con mucho, mucho amor.

Fue realmente el gran día, aun alucinamos con el momento y de hecho ya queremos celebrar algún aniversario en grande, para poder disfrutar aún más.