El matrimonio de Carlos y Carmen en Las Condes, Santiago
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09 Abr, 2022La crónica de nuestro matrimonio
Nos comprometimos el 6 de marzo del 2021 en una comida muy romántica y especial. Desde ese día empezamos a pensar en nuestro matrimonio. Teníamos muchas ganas de que fuera en una gran celebración acompañados de nuestras personas más queridas, pero al mismo tiempo, estábamos en plena pandemia.
Comenzamos a ahorrar y a ver distintas opciones, siempre convencidos de que la situación sanitaria mejoraría y nos permitiría tener la celebración soñada. Así fue como en septiembre, elegimos el Club 50 para celebrar nuestro matrimonio, pues nos dieron la confianza de que eran consientes de la situación sanitaria y nos apoyarían para que nuestro matrimonio fuese como esperábamos.
Y ese día de septiembre, con el lugar reservado, empezamos la gran aventura de preparar nuestro matrimonio en profundidad, pensar en la decoración, los momentos especiales, mi vestido y el traje de Carlos, los invitados y más.
Aún con miedo, comenzamos de a poco a invitar a nuestros más queridos, pues teníamos inseguridad respecto al aforo, no queríamos dejar a nadie fuera, pero al mismo tiempo, la pandemia seguía con cambios.
Seguir leyendo »A principios de marzo, nos decidimos y a un mes del matrimonio hicimos todas las invitaciones, y con eso supimos que ese día estaríamos acompañados de todos quienes eran importantes para nosotros.
¡Y llegó el gran día! Nos casamos el 8 de abril por el civil y el 9 de abril en Club 50, tanto la ceremonia religiosa como la fiesta fueron en el mismo lugar.
El día comenzó a las 11 de la mañana con los últimos preparativos. La noche anterior nos habíamos quedado hasta las 3 a. m., pero aún quedaban algunos detalles pendientes de los momentos especiales del matrimonio como nuestros videos. A las 14 horas yo me fui a maquillar y peinar al Club, mientras Carlos se arreglaba en el departamento.
Invitamos a todos a las 18.30 y programamos la ceremonia a las 19 hrs. Sin embargo, comenzamos unos minutos más tarde, pues algunos invitados muy importantes venían atrasados, pues venían de fuera de Santiago y hubo accidente en el camino y quisimos esperarlos.
La ceremonia fue bajo la jupá, preciosa y muy significativa, donde efectuamos ritos propios del judaísmo acompañados de un rabino que se tomó el tiempo de conocernos en profundidad.
Luego pasamos al cóctel y nosotros junto a nuestra familia aprovechamos de sacarnos muchas fotos. Bajamos después por la gran escalera que caracteriza al club e hicimos nuestro primer brindis e invitamos a todos a pasar al salón, donde hicimos nuestro primer baile, el cual practicamos durante meses, y luego bailamos con nuestros papás.
Más tarde, fue la comida, la cual estuvo exquisita y fue amenizada por discursos de importantes personas para nosotros. Además, mostramos un video de lindos momentos en nuestras vidas donde, además, recordamos a quienes ya no están con nosotros.
Después y antes del postre, vino ¡una gran sorpresa! Carlos me cantó dos bellas canciones. Muchos quedaron impresionados pues no sabían del gran talento de él.
Finalmente, después de comer el postre, dimos por iniciada la fiesta con rondas tradicionales judías, donde nos levantaron en sillas y después pasamos a el baile, el cual duró hasta las 5 de la mañana que era la hora máxima en que podía terminar la fiesta acompañada de música muy buena, de maquillaje flúor y glitter y con un espejo para que todos pudieran tomarse fotos.
La verdad, fue una noche increíble e inolvidable. Fue todo tal cual lo soñamos y con la mejor compañía. ¡No pudo ser mejor!
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