El matrimonio de Charlotte Villarroel y Gonzalo Riqueros en Talca, Talca

La ayuda siempre llega, de eso quiero registrar. Si bien, el matrimonio es una decisión valiente que contrae varias promesas y gran felicidad, el camino puede ser un poco difícil. Y no tan sólo cuando te casas, sino que cuando estás de novia, ves todo un poco más difícil. Pero la familia, tus amigos, y el amor que te brindan es lo que más me encanta recordar.

Tenía presupuestado $1.800.000 para nuestro matrimonio. Era mucho para nuestros bolsillos. Teníamos que hacer las invitaciones lo que conlleva un alto costo, pero como regalo del cielo, justo un amigo mío que trabajaba en diseño me regaló mis partes impresos. ¡Cuánto dinero fue que nos ahorramos con esa ayuda! Así que los detalles que quería para mis invitaciones, lo hicimos a mano junto a mi esposo. Compramos blonda y una cinta y el toque vintage y romántico fue hermoso. Qué genial poder hacer las cosas para tu matrimonio con tus propias manos y qué mejor es que tu novio te ayude en eso. Son recuerdos que nunca se olvidarán.

Luego seguimos con mi vestido de novia: tenía en mente uno estilo sirena, delicado sin tanta cola y que fuera de bajo costo ya que tenía que ahorrar lo que más podía. Vi unos por la página mercado libre, para ver si había alguno de otra chica que me gustase ya que son más económicos por ser de segunda mano, pero nada. No había algo que me gustara. Luego fui a varios centros de diseñadores en Santiago y casas de novias, pero sus precios no descendían de los $700.000. Un poco triste y bajoneada, porque no me quería poner cualquier cosa, justo una amiga al contarle mi preocupación me dice: "¿Sabes? una amiga pidió su vestido por una página de los estados unidos, se llama JJSHOUSE". Y yo pensé de inmediato que no me parecía mucho la idea ya que siempre suelen ser distintos los vestidos a los que te muestran por fotos. Pero la sorpresa al mostrarme el vestido de su amiga que se compró por esa tienda por medio de fotos reales, entusiasmaron mi idea. Realmente era como lo que mostraba. Y busqué algunos del tipo que quería y los precios eran notoriamente convenientes. Mi vestido salió $138.000, más $77.000 por concepto de aduana. Lo mejor es que me lo hice a medidas. Se demoró 3 semanas en llegar. Cuando llegó a mi casa y lo abrí quedé estupefacta por los detalles y no sólo eso lo que más me impactó fue que me quedaba perfecto, ¡justo a mi medida!

La banquetera fue otro detalle que nos agradó bastante. Gracias a la página de Matrimonios.cl, pudimos encontrar nuestro preferido. Luego de cotizar tantas banqueteras coincidimos en elegir a Pablo Moyano, tenía un menú de opciones que nos tentaron mucho. Todo muy gourmet, y el precio era bastante razonable para ser 80 personas. Desde que nos contactamos e hicimos nuestras reuniones para afinar detalles, pude ver la disponibilidad y la ayuda que él nos brindó en todo momento. El concepto de decoración que tenía en mente era vintange o shabby chic, así que quería muchas luces, tonos pasteles, asientos blancos con mesas redondas, rosas de color damasco, luces fucsia tenue, entre otros detalles. Y bueno, nuestra banquetera nos facilitó muchas cosas que queríamos, de ello estamos muy agradecidos.

Cuando escogimos nuestra torta no quería los mismos detalles o decoración que usualmente existen. Quería que cada detalle que hubiese fuera único para mí y novedoso. Si bien teníamos presupuestado $100.000 justo una tía de mi esposo nos la regaló y pudimos elegir la torta que quisimos. La mandamos a hacer a una pastelería llamada "La Papa" en Talca (les recomiendo que si son para cien personas compren 3 tortas: una grande de 40 y dos pequeñas de 20 0 de 30. ¡Les sobrará torta!) y las elegimos de panqueques de naranja, de trufa con frambuesa, muy rica elección. Pero el detalle que hizo que nuestra torta fuese la nuestra es que escogimos los monitos que nos representaban para nuestra decoración las que nos hizo una tía amiga de mi mamá: El Principito y Enriqueta, una niña de una caricatura de un ilustrador argentino conocido como Liniers. Y bueno, nuestro posa tortas, vi unas ideas rústicas con madera, cortar un tronco en forma de láminas, y poner sobre ellas los cupcakes para la mesa de los dulces y la torta. Cuando vi fotos e imaginé mis tortas sobre ellas, nadie les daba un peso. Me conseguí los troncos, mi novio los cortó con moto sierra, los lijamos y los barnizamos y el resultado fue maravilloso, así que se los recomiendo al cien por ciento.

Tantas cosas hicimos nosotros mismos, que ver el esfuerzo y nuestra dedicación -el trabajo de ambos y de nuestras familias y amigos por medio del apoyo que nos brindaron- hace aún más especial ese día. Así que como consejo: si tienen tiempo para poder hacer algo entre ustedes con sus propias manos, ¡no lo duden! Abarata costo, pero lo más importante es el sentimiento especial que se origina entre la pareja por construir de a dos su matrimonio.

Creo que lo que más me gustó fue poder hacernos una sesión de preboda junto a mi esposo. ¡Nunca lo habíamos hecho! La idea era proyectar nuestra foto junto a una canción que nos identificara y que nuestra gente pudiera verlas. La hicimos estilo pin up para mí, en un día de campo. Siempre recuerdo que cuando nos hicimos esa sesión junto a varias poses, mi esposo me miraba a los ojos y decía cuánto me amaba. Las fotos siempre reflejarán lo que la persona siente. Sería ideal que si lees esto, tengas como opción hacerlo. Sacan lo mejor de nosotros como pareja y la gente puede sentir un poco más cuán amigos son.

Tengo que agradecer a mis grandes amigas, sobre todo las que me brindó el entrar la universidad, que a pesar de tanto ajetreo y responsabilidades que iban y venían, me ayudaron a que mis pruebas, trabajos y todo lo que conlleva estudiar fuese más ligero. Siempre que me hablaban para preguntar como estaba, me daban su ánimo con lindas palabras para que yo estuviera mucho más tranquila con mis detalles cuando el día se acercaba, y vaya que lo lograron. Por eso siempre reflexiono ¿Qué sería de la vida sin esas grandes amigas?

Por otro lado, los nervios no llegaban nunca. Eso encontraba raro, el porqué no estaba nerviosa. Todos mis amigos me preguntaban si lo estaba y yo respondía que no. Era chistoso, recuerdo, mi mamá estaba de un lado para otro ayudándome y yo en lo mismo, pero sin nervios. Pero el día 28 de octubre en la madrugada, día en el cual me casaba, no pude dormir. Mi estómago me crujía y caí en desvelo, fue esa noche de tanta inspiración que preparé las palabras para mis invitados y para mi esposo. Me dormí y luego me levanté temprano. Mi familia venía de Santiago, tenía que correr de un lado a otro para acomodarlos. Yo estaba desarreglada, no entendía como a última hora aparecían detalles. Me fui a la peluquería, me distraje un poco haciéndome las uñas y maquillándome, pero estaba en contrarreloj ya que tenía una hora para hacerlo debido a que el matrimonio civil era a las 17.30 hrs. Cuando terminé de hacer todo eso y llegué al lugar, con un vestido que mandé a diseñar de color verde agua, me emocioné al ver a toda mi familia, amigos de tan lejos reunidos allí y sonriendo. No quería perderme ningún detalle de eso. Al ver a mi esposo esperándome y diciéndome lo linda que me veía al tomar mi mano, fue tan mágico, es tan especial. Que realmente cada mujer y cada persona debiese vivir.

Luego de las palabras de la jueza y sus consejos para hacer que nuestro matrimonio perdurara por mucho tiempo, llegaron las felicitaciones. Vi a mis padres emocionados hasta las lágrimas. Mi abuela de 90 años estaba conmigo ese día desde Santiago. Su cabellera blanca y su linda sonrisa quedaron en mi mente y aquí registrada, mi hermana que es mi mejor amiga, me daba la mano en todo momento cuando hacía representación de mi testigo. Oí los pájaros cantar, ya que lo hicimos al aire libre. Recuerda cada cosa y si puedes, escríbelas para que cuando las leas puedas volver a estos sentimientos.

Me devolví a la casa y me esperaban mis perritas, la Choli y la Luni felices, increíble que las mascotas sean parte de tu familia. Tantos momentos compartidos con ellas y ahí estaban, en el momento más importante para mi. Me vestí de novia, mamá lloraba. Mis mejores amigas me ajustaban el vestido y arreglaban el cabello. Esperé a mi papá, ya que el chofer del auto nos llevaría a los dos. Fue en ese momento que realmente me sentí novia, y me caía sobre el hombro mi feliz decisión. Tenía el ramo de mis sueños, el vestido que quería, mis zapatos preferidos y entre mis manos, las manos de mi papá. Él me dijo tiernamente: "Nunca pensé que este día llegaría, aún no puedo creer que desde hoy formarás tu propia familia hija, tu hogar. ¡Cuán feliz me haz hecho! Recuerda siempre, que el matrimonio tiene momentos lindos y otros un poco triste, pero todo requiere de mucha paciencia y trabajo, pero sé que lo harás bien porque has tenido a una muy buena madre de ejemplo. El secreto de un matrimonio está en creer que es posible tener un matrimonio duradero, y que no es para ti solamente sino que es para tu esposo. Todo lo que hagas tiene que ser en bien de Gonzalo, sé servicial y humilde y entrégale cada día tu amor con detalles, escúchalo siempre y apóyalo en todo lo que viven, verás que él siempre te tendrá como prioridad y te brindará lo mismo".

Lloré. Le dije cuánto lo amaba y apreciaba que en mi vida tuviera un papá como él. Me bajé del auto, escuché la música que había elegido y vi a mi esposo esperándome. Mis amigos aplaudían, y sentí en mi corazón la emoción y amor de ellos hacia mí. Estaba la gente que más amábamos. Estaba la música que elegimos, todo lo que soñamos. Era mejor de lo que planificamos.

Cuando niña en mi diario de vida escribí las cualidades que quería que tuviera el padre de mis hijos y mi esposo. Al leer ese diario de tantos años atrás, me di cuenta que mi esposo era mucho mejor de lo que deseaba en ese momento. Era mi mejor amigo, mi partner, mi hombro para apoyarme, era mi hogar. Si el matrimonio se trata de desafíos, de momentos hermosos como estos y más. Me vuelvo a casar mil veces más con la misma persona.