El matrimonio de Cristina y Juan Antonio en Ancud, Chiloé

La crónica de nuestro matrimonio

El mejor día de nuestra vida, uno de tantos que hemos vivido juntos, uno de tantos que seguiremos viviendo.

La organización y todo lo necesario lo llevamos a cabo con la premisa de disfrutar el momento, jamás estresarnos y contar con cualquier persona dispuesta a colaborar.

El mismo día nos separamos temprano, se hizo eterna la espera hasta que llegó el momento. Luego de que días antes se quemara la Iglesia San Francisco, ya estábamos en la Catedral listos para celebrar nuestra ceremonia religiosa.

Fue un momento único, ya nos habíamos casado el 30 de marzo en San Pedro de Atacama por el civil, y ahora, ya habíamos confirmado nuestro amor ante los ojos de Dios y de quienes nos acompañaban en tan importante momento.

Luego al centro de eventos, disfrutamos todo y creemos que quienes nos acompañaron lo disfrutaron también. Esa era la idea, compartir nuestra felicidad, compartir nuestro amor, junto a quienes habían sido testigos y lo seguirían siendo.

Impecable la cena, la fiesta, cada detalle, todo fluyó para un día y una noche perfecta.