El matrimonio de Diego y Fabiola en Bulnes, Ñuble
De noche Primavera Dorado 0 profesionales
D&F
24 Nov, 2018La crónica de nuestro matrimonio
El día de mi matrimonio comenzó en realidad el día 23 de noviembre, con los últimos preparativos a las 16:00 en Chillán. Comenzamos con la depilación, pestañas y uñas para llegar a las 21:00 a Bulnes donde la estilista Angélica (la única que va a domicilio en la bella ciudad de las Camelias). Todo eso lo debería haber hecho antes, pero por no pedir permiso en el trabajo lo hice muy encima. Para la noche me fui donde una tía del novio (Francisca), me ayudó un montón, juntamos las cosas de la novia, algo viejo, algo nuevo, algo prestado y algo azul hasta que llegó el novio (Diego).
Con Diego fuimos al lugar donde se realizaría el evento (Viña Chillán) a ver cómo estaba quedando todo. Ya era muy tarde y en realidad a mí no me gustó lo que había hecho la banquetería en el lugar. Yo siempre fui organizada y meticulosa en todo, entregué hasta una carpeta de cómo debían ser las cosas y en realidad se respetó poco todo lo que quería (al parecer la banquetería estaba acostumbrada a hacer lo que ellos querían) y bueno, estaba puesta una carpa de 100 m2 para 80 personas con pista de baile y se veía todo muy apretado, fue agobiante. En ese minuto comenzaron mis nervios, logramos hacer que pusieran un poco más de carpa para una nueva distribución y para que las mesas no quedaran fuera de la carpa, tal que esa noche me fui a dormir a las 4:00 de la madrugada y en realidad no quería dormir, estaba muy nerviosa.
Seguir leyendo »Ya en la mañana, a las 10:00 comenzó mi día. Otra vez no estaba nada tranquila, las horas comenzaron a avanzar y me fui al hotel de la Viña, allá comenzó a llegar la familia, la estilista y la banquetería. Poco se movía con la decoración, habían dejado zonas de descanso tiradas, cosa que las fuimos a mover yo con Diego, mi cuñada y su pareja, tratamos de ordenar lo mejor posible además de decirle al personal como iba el orden de las mesas, realmente fui un caos.
Luego de todo eso a las 4 de la tarde comenzó maquillaje, peinado y vestuario. Fue terrible, solo quería gritar, no me dejaba de mover, estaba nerviosa y por lo demás eran las 18:30 horas y debía estar en la iglesia y yo aún no me vestía. Muy rápido me vistieron y me fui en el auto con mi hermano. Entre eso tuve desde las 16:00 horas al fotógrafo cerca siguiendo cada movimiento.
Llegué a la iglesia y se me cayó el velo entrando a la iglesia (tanto que busqué un velo original detallado y elegante para ni lucirlo). La cosa es que alguien, cuando bajé del auto, me tironeó hacia atrás y se cayó. Camine con mi hermano muerta de nervio por el pasillo lleno de gente y cuando llego adelante Diego me dice: “llegas tarde” (novia que se respeta debe llegar tarde), y yo no dije nada, solo miraba a mis costados y veía a mis madrinas llorando estaban todos emocionados.
Luego salimos de la iglesia rumbo a recepción. Tuvimos una larga sesión de fotos, una con Abnet, fotógrafo de Bulnes, y otra con Cristian Astudillo, fotógrafo de Talca, que trabaja con Casona El Piedral, ambos muy profesionales.
Llegamos a la recepción, en un comienzo nos atendieron bien, seguía con el estómago tomado, pero estaba más tranquila. Luego comenzó la cena, ahí no la pasé nada bien, no comí nada, la entrada no era lo que habíamos acordado, parecía pan remojado y tenía lechuga cuando debía ser decorada con berros. Ahí ya estaba enojada, no sonreía, sentía que todo se venía abajo, luego el plato de fondo y el postre mejoraron un poco el sabor amargo que tenía, pero luego se cortó la luz 6 veces durante la cena y la fiesta. Yo estaba muy enojada (la pasé pésimo), sin contar que bailaríamos “Willow” por 2 minutos 12 segundos y el DJ puso otra versión. Bueno, cosas que pasan.
Luego la noche se hizo más amena, me reí y bailé un poco. A eso de 4:00 me fui a acostar ya estaba cansada, me levanto al otro día y habían desarmado todo. Mi mamá me dijo que apenas nosotros nos fuimos a acostar la banquetería desarmó todo y yo quede plop. En la mañana el barman estaba ebrio exigiendo su paga, y yo no tenía nada que ver porque el banquetero lo contrató y apenas firmamos el contrato se le canceló el 50% del evento y 1 mes antes del evento el otro 50%. A pesar de eso terminé con el brazo morado por que el barman ebrio me agarró exigiendo la paga, luego llegaron hasta carabineros (mi historia tiene de todo), no fue la mejor noche de mi vida, pero tengo mucho de que reírme hoy. Luego nos fuimos de luna de miel y la pasé muy bien, es lejos lo mejor que viví del año.
Bueno a quien lea esto solo decir que no idealicen al extremo ese día por que nada es perfecto. Estén dispuestas a pasarlo bien y a reír todo lo que puedan y pidan referencias de quienes contratan para que en realidad les ofrezcan cosas que sí pueden llevar a cabo y no se desilusionen en el que es su día.
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