El matrimonio de Elias y Catherine en Coihaique, Coihaique
Rústicos Otoño Rojo
E&C
01 Abr, 2016La crónica de nuestro matrimonio
Un matrimonio normal se prepara como mínimo con un año de anticipación, nosotros lo preparamos con 3 meses y fue caótico y estresante, pero los frutos son hermosos. Somos de Coyhaique y por cosas de estudios y trabajo llevamos un año viviendo en Antofagasta. Como supondrán nuestro matrimonio tenía que ser en nuestra tierra con nuestra gente, cuando por fin teníamos los pasajes empezamos a ver el resto. Si bien solo iba ser por el civil queríamos hacer algo bonito porque a lo mejor pasen un par de años hasta que nos casemos por la iglesia. Toda la etapa preatrimonio fue alocada, a la hora de elegir el traje para mi futuro nos encontramos justo con las licenciaturas de los colegios, eso significaba que ya no quedaba nada en ningun lado, hasta que encontramos después de vitrinear aproximadamente un mes.
Con mi vestido fue un poco menos difícil, entre tantas tiendas de novias era difícil ver en cual ir. Al ser solo por el civil no podía gastar extremadamente en un vestido, fui a Sueños de una Novia donde me probé 4 vestidos y eran todos muy chicos, mi frustración comenzaba, pero la dueña me da una opción distinta, un vestido que no era blanco, había visto las fotos y no me gustaba, no quería probármelo, negus yo, no me iba a quedar bien. Después de tanta insistencia de la dueña de la tienda decidí probármelo y para mi sorpresa era un vestido hecho para mi, me quedaba espectacular, decidí comprarlo. Ya estábamos armados y a la vez compramos las argollas y los demás accesorios. Llegó el día que íbamos a viajar a Coyhaique, para nuestra mala suerte los pasajes no eran directos y tuvimos que dormir una noche en el aeropuerto, bueno en realidad no pudimos descansar. Llegar a nuestra tierra después de un año fue hermoso, vimos todo en dos semanas. Armamos nuestro matrimonio en dos semanas, imagínense lo caótico y chistoso que fue. El día antes de mi matrimonio me dormí cerca de las 1:30 y me desperté a las 8. Durante la mañana fuimos a decorar el lugar donde nos casaríamos. A las 14:30hrs me fui a casa a bañarme para que me peinara y maquillara. A las 15:30 llegó la niña que lo haría. Empezó a la hora y para mi sorpresa terminó a las 18:30hrs y yo tenía que estar en el quincho a las 7. Hasta ese momento todo mal, para más remate estaba sola en mi casa con mi sobrino chico. Atiné a cambiarlo, pero iban pasando los minutos y no llegaba nadie, estaban todas peinándose olvidándose de mi que era la más importante. Llegó mi novio a buscarme sorprendido por que no estaba lista y además porque estaba sola, mi mamá llego a las 18:45 hrs. y me ayudaron a poner el vestido, no quedo colocado bien, bueno, en fin, me fui. Llegamos al quincho y me di cuenta que se me habían olvidado mis lentes de contacto, no veía casi nada, mis padres todavía no bajaban de la casa así que les pedí que me los trajeran. La ceremonia estaba prevista para las 19:30 hrs., pero empezó a las 20:00 hrs. Tuvimos hasta más tiempo. Ya más tranquila, pero ansiosa me coloqué al lado de mi futuro marido para comenzar. Don José, el Juez civil realizó una ceremonia hermosa, se salió del protocolo, sin duda se las mandó. En el momento de afirmar si queríamos casarnos, la afirmación era, sí quiero, mi marido con los nervios dijo, sí acepto, me dio risa el que no se acordare. Por fin firmamos, nos colocamos los anillos y primer besito como casados, nos entregaron la libreta de matrimonio y listo, ya eramos marido y mujer, fue hermoso, será un momento que jamás olvidaré.
Seguir leyendo »Pasamos al brindis y todas las demás fotos, que fueron muchas. Me cansaba de tanta foto. Bailamos nuestra cueca "Quieres casarte conmigo", muy feliz ya que salió hermosa. Y así transcurrió la noche. Como no iba haber fiesta, nosotros nos quedamos hasta las 1:20 am y nos fuimos a nuestro hotel. Al otro día nos levantamos muy temprano porque teníamos que viajar a Antofagasta, yo había llevado una mochila con ropa para cambiarme porque tenía que pasar al banco. Cuando comienzo a cambiarme me doy cuenta que no había llevado mis pantalones, ¿qué hago? me pregunté. No me quedó de otra que colocarme el vestido a la cintura con las tiras del corsé, me la amarré a la cintura, salí de la siguiente forma, calcetines rosados, botas, una polera rosada y mi vestido de novia. Fue un chiste, menos mal que salimos temprano y no había mucha gente en la calle y tuve que mandar a mi esposo al banco, como el hotel quedaba en el centro pasamos altiro y el no había llevado ropa para cambiarse, así que pasó de novio al Serviestado a las 9:30 de la mañana y con el banco lleno.
A las 15:00hrs nos fuimos al aeropuerto, cansados a más no poder y todavía nos quedaba una noche en Santiago. Volvimos a la realidad después de dos semanas maravillosas en nuestra tierra y finalizando con un hermoso matrimonio. Todos quedaron muy contentos al ver nuestra felicidad, y eso es mi crónica fugas de mi matrimonio.
Sin duda Dios estuvo con nosotros.
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