El matrimonio de Fabiola y Jonathan en Coquimbo, Elqui
Al aire libre Otoño Morado
El 08/05/2015 231 0 2
F&J
08 May, 2015
La crónica de nuestro matrimonio
Nuestro matrimonio. Para empezar no teníamos muchos ingresos, ya que soy estudiante y mi esposa es fonoaudióloga, pero estaba sin trabajo y tuvo que viajar a otra ciudad en busca de oportunidades. Nos echábamos tanto de menos que no duramos mucho separados, mi novia en ese entonces, se llegó a enfermar y tuvo que volver a su ciudad y decidimos casarnos, dejando de lado los lujos, con tal de poder estar juntos.
Para juntar dinero, decidimos crear una empresa tipo pastelería, en donde vendíamos pie de distintos sabores y además pan de pascua, también un sistema de lavado ecológico de autos. Nos fue relativamente bien, pero los ingresos aun así se hacían pocos. Yo me quedaba hasta la madrugada trabajando, después de la universidad, con ella, para sacar a flote el negocio. Siempre contamos con el apoyo de nuestras familias y cercanos.
Mi novia y su madre, se desvivieron buscando la decoración perfecta, inventando y creando diseños para el matrimonio.
Contratamos un cóctel variado de productos, nos casamos en la casa de mis suegros, a un costado, con una ornamentación sencilla, pero bella y elegante. Invitamos a las personas más cercanas y fue un momento muy hermoso e íntimo.
Seguir leyendo »El vestido no fue de novia, ya que fue solo por el civil, mi esposa entró a una tienda lo vio y se enamoró de él. Se veía bellísima.
Una anécdota del matrimonio fue que teníamos todo listo el día de la boda, cóctel contratado, invitados completos, decorado, etc. Pero la juez civil no llegaba, pasaba y pasaba la hora y nada. Mi esposa estaba muy nerviosa y un poco molesta porque yo igual me retrasé un poquito y porque la autoridad civil aún no aparecía. Hasta que llegó, era bien simpática por lo menos, tenía el pelo parecido a Leo Rey, nos tenía a todos nerviosos, al momento de presentar a los testigos, yo tenía 2 y mi esposa una; la juez me dijo que eran 2 testigos en total y que tenía que elegir entre mi mejor amigo y amiga. Fue un momento difícil, porque tenía que decidir rápidamente quien sería mi testigo y delante de todos, me incliné por mi amigo, ya que nos hicimos amigos en enseñanza media y en ese tiempo hicimos la promesa que cada uno sería testigo del otro, pero igual fue duro elegir y decirle a la otra persona que estaba toda ilusionada que se sentara no más. Luego de eso, pidieron los carnets de identidad y la testigo de mi esposa no lo había llevado y para más remate tiene problemas en la cadera, por lo que le costaba mucho movilizarse, menos mal que vivía a 5 casas de donde estábamos celebrando la boda civil.
Luego de tanto sufrimiento y esfuerzo, nos logramos casar y así empezó nuestra historia de amor, una historia que se escribe, cada vez que pienso en ello.
Y ahora empezó la travesía por el matrimonio religioso.
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