El matrimonio de Felipe y Diana en Puerto Varas, Llanquihue

Ese día mientras iba la novia con su padre en la burrita de don Fredy, con la fotógrafa Carmen Gloria, maquillada de una forma gloriosa por Claudio, todos gracias a Matrimonios.cl, llovía mucho, pero al llegar a la iglesia aparecieron los primeros rayos de sol, se abrieron las puertas, y luego de haber ingresado las damas de honor, que se veían majestuosas y las tres hijas con los anillos, el cartel y las flores, entra la novia con " everything I do". Muchos lloraban pues este matrimonio costo años de lucha. La ceremonia fue hermosa, el viento resopló en la iglesia y el curita dijo "Dios está presente aquí", todo fue emotivo, bello y poco a poco pasaron los nervios.

Al salir de la iglesia la sesión fue maravillosa, los invitados, todos, aparecieron en la foto generalísima. El tiempo seguía aguantando, la abuela de la novia se emociona y le da un gran abrazo, pidiéndole que recuerde siempre este día, sobre todo cuando ella ya no esté en este mundo.

Luego nos marchamos a la playa, a sacarnos fotografías, la gente aplaudía, tocaba la bocina y se acercaba a observar. Las damas de honor fueron tras la burrita tocando la bocina, al llegar a la playa, el sol pronto nos abrió un pequeño paraíso y pudimos estampar ese bello momento en unas fotografías hermosas, cruzamos la calle y los autos nos pedían continuar dándonos tiempo de sacar las fotografías.

Camino al centro de eventos hicimos una sesión de quedarnos en Pana camino a Alerce, cerca de árboles mágicos, cayeron unas gotas de agua para luego salir el sol, y apareció un bello arcoíris. Llegamos justo a tiempo al centro de eventos, donde nos esperaban con un hermoso coctel, champagne, arroz y una entretenida cámara 360.

Todos estaban allí: familia, amigos, colegas, gente de nuestro corazón… nos divertimos y realizamos una bellísima sesión al exterior, con árboles, luces, fardos de paja, estilo campestre, sencillo y hermoso a la vez. Todo marchó estupendo,

A continuación, la comida en donde bailamos, disfrutamos, se hizo un baile sorpresa de parte de los novios y amigos. Todo fue maravilloso, mágico y soñado, la fiesta fue fabulosa, de colores, luces y un robot led, tiramos la liga, enseñamos videos, partimos la torta, bailamos el vals. También fallaron cosas, como en toda ocasión, hay que estar predispuesto a eso, nada puede entorpecer este día… se perdieron las cintas del ramo, pues tuvimos que improvisar y lanzarlo a la antigua, ja, ja, ja. La gente de tercera edad se levantó, bailó, y disfrutaron como chiquillos. Al final del cuento, sacas cuentas positivas y te das cuenta de que todo salió de maravilla.

Sencillamente volveríamos a casarnos, fue un día que nunca, jamás, olvidaremos. Terminé con el vestido embarrado…

Gracias a todos quienes nos apoyaron, confiaron en nosotros desde siempre, pero por, sobre todo, a Dios, quien fue quien unió esta relación.

Los cuentos de hadas sí existen.