El matrimonio de Fernado y Karen en San Pedro de la Paz, Concepción

Llegó la maquilladora pasadito de las 11:00 junto a su ayudante y comenzaron a trabajar, posteriormente llegó Daniel el fotógrafo y comenzó el paparazzeo. Me sentía tranquila y estabámos bien en la hora, el matri comenzaba a las 14:00 hrs. Algo jamás antes visto, por primera vez en la vida Fernando llegó temprano a "nuestra cita" y me llamó para hacerlo notar ja, ja, ja. La última en estar lista fue mi mamá, y cuando veo la hora ya estábamos atrasadas, no quería hacer esperar a mis invitados, en realidad a mis abuelitos, empecé a apurar a todos y salí histérica en dirección al auto. Pedía fotos de la decoración porque no había visto nada.

Cerraron la puerta de mi casa y los anillos se quedaron dentro, así que mi mamá volivó a entrar mientras mi papá daba la vuelta en el auto. Nos fuimos en autos separados, mi hermana estaba muy nerviosa para manejar ja, ja, ja. En ese momento recordé que debiamos comprar las cajitas felices, mi hermana y su pololo me dijeron que en algún momento irían a comprarlas. De repente Daniel me dice: Karen, te doy un consejo, relájate, disfruta este tu momento, si hay algo que sale mal, ya está, pero no pretendas controlar todo, de lo contrario lo pasarás mal. Sus palabras me hicieron eco y traté de tranquilazarme. Llegamos al salón y en la entrada estaban los fardos de paja que habíamos llevado para decorar, me cambió otra vez el rostro porque no debían estar en ese lugar, mi cuñado me calmó y me dijo que él se encargaba.

Si se dan cuenta mi colpaso era muy notorio mi papá me dijo, ¡ya cálmate! Cuando entramos al salón y vi todo tan bonito, las flores, las luces, guirnaldas, las mesas decoradas con todos los detalles que pedí y la torta fue un gran suspiro de tranquilidad. Todos bajaron y sólo quedó mi papá y yo, él estaba muy nervioso, yo tranquila, pues claro después de todo el berrinche que me había pegado correspondía.

Escuché la música de entrada de mi novio y el cortejo, pude divisar el grupito de gente esperando y la decoración se veía preciosa con el fondo de la laguna y el maravilloso día soleado que Dios nos regaló.

Ya era nuestro turno, comenzamos a bajar las escaleras y yo sólo sonreía vi un montón de gente, mi mente estaba en otra, además, la canción de mi entrada era con letra (seguro el DJ no encontró la melodía), aún así, era mi tema favorito y sólo caminé (fue en ese momento que cometí el fail, no seguí el camino del cortejo jaj, ja, ja).

Mi padre me entregó a mi novio, en ese entonces, Fernando estaba muy emocionado, hasta las lágrimas y lo primero que me dijo fue "te ves hermosa". Me contube para no llorar, siempre pensé que el recuerdo de mi tío me pesaría en ese momento, pero estaba tan mentalizada que sólo quería sonreír y comenzó la ceremonia. A mi gusto un poquitito extensa, pero llena de emociones, el solo de mi hermana (canto) y las palabras de agradecimientos hacia nuestros padres, estremecieron el corazón de muchos. La ceremonia fue tomando su curso y ya éramos marido y mujer. Me sentía felíz de ver a la gente que amo, apenas terminó la ceremonia corrí a los brazos de mis abuelos y me sentía tan agradecida de poder disfrutar ese privilegio.

Todo estuvo perfecto, el cóctel, la cena, la entretención, no nos dimos cuenta como pasó la hora, nuestros invitados estaban muy felices niños y adultos sonreían y reían todo el tiempo. No tuvimos tiempos muertos (a todo esto después del "almuerzo" recién ahí me relajé ja, ja).

Fue un día repleto de emociones, nuestros invitados nos agradecian tanto la invitación porque lo pasaron súper bien, los pocos niños que teníamos no querian irse. Esas palabras y rostros contentos compensaron todo el esfuerzo que le puse a la planificación.

Nuestra historia partió hace 14 años atrás, cuando el chico que hizo click a mi corazón tuvo que marcharse a vivir a otro país por desición de sus padres, éramos menores de edad, nada se podía hacer teniendo que lidiar con la presión de tus cercanos, quienes no apostaban a esa relación a distancia, que por cierto no era relación. ¿Algún chico de 18 años deja a sus padres, una vida llena de comodidades y posibilidades de estudio por una jóvencita? Maduramos juntos. Nadie dijo que en el amor todo es color de rosa.

Pero ¿saben? siempre hubo algo distinto en esta historia de amor, puede parecer loco para muchos, pero Dios siempre fue el centro de todo, desde un principio siempre entregué esta relación en sus manos y de a poco y de manera sorprendente se fueron dando las cosas, abriéndose miles de caminos para los dos y quiero terminar con esta frase.

"El amor se mantiene fuerte ante toda circunstancia".