El matrimonio de Francisca y Pablo en Olmué, Quillota

Y entonces llegó el momento. Al ver a Francisca caminar hacia mí, la emoción fue tan intensa que es difícil ponerla en palabras. Fue un instante que solo se puede sentir, un encuentro que nos llenó el corazón de amor y alegría. La ceremonia fue tan linda como habíamos imaginado: la puesta de anillos, los votos que habíamos dicho antes de iniciar, y ese "Sí, lo prometo" que selló nuestro compromiso.

Después de la ceremonia, salimos al son de una canción alegre y nos dirigimos a una breve sesión de fotos mientras nuestros invitados disfrutaban del cóctel. La sesión duró apenas 15 minutos, un tiempo perfecto para capturar esos momentos sin alejarnos demasiado de nuestros seres queridos.

Al llegar a la zona del cóctel, fuimos recibidos con aplausos y gritos de alegría. Invitamos a dos personas a brindar, quienes con palabras emotivas nos llenaron de buenos deseos. Compartimos con todos mientras nos preparábamos para la cena, un banquete delicioso, abundante y sabroso, que fue uno de los momentos más apreciados de la noche. Cada mesa fue llamada para que nos tomáramos una foto juntos, creando un recuerdo especial con cada uno de nuestros invitados.

La noche continuó con una sorpresa que habíamos guardado con mucho cariño. Tocamos y cantamos "Te Amaré" de Miguel Bosé en una versión unplugged, un momento íntimo y especial que compartimos con todos. Francisca, mi esposa, me sorprendió cantando "Afortunada" de Francisca Valenzuela, una canción que reflejaba perfectamente lo que sentíamos en ese instante. Luego, bailamos "Young and Beautiful" de Lana del Rey, sumergiéndonos en la magia del momento.

La fiesta comenzó y, desde el primer minuto, el DJ nos sorprendió con su talento. La música fue simplemente espectacular, y el animador Alexis nos hizo disfrutar con un baile entretenido que nos dejó a todos llenos de energía. Aire Puro fue, sin duda, la elección perfecta para nuestro matrimonio. El equipo, encabezado por Abraham, se aseguró de que cada detalle fuera perfecto, guiándonos en cada paso con una profesionalidad que hizo que todo fluyera impecablemente. No podemos dejar de mencionar el espejo mágico, que fue un éxito entre los invitados, quienes no pararon de sacarse fotos. Además, el food truck con completos y cabritas fue la cereza del pastel, un detalle que todos disfrutaron y que hizo de nuestra boda un evento inolvidable.

Así fue nuestro matrimonio: lleno de amor, sorpresas, y momentos que recordaremos por siempre. Fue un día hermoso, compartido con las personas que más queremos, y que quedará grabado en nuestros corazones para siempre.