El matrimonio de Glenda y Daniel en Concón, Valparaíso
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G&D
11 Mar, 2016La crónica de nuestro matrimonio
Nos conocimos hace 3 años y medio. Fui de visita a su casa acompañando una amiga. Nunca imagine conocerlo, amar sus pestañas, y enamorarme en 1 solo día. Él dice que amo mi sonrisa. En 1 semana estábamos pololeando, y no nos hemos podido separar. En estos años, solo hemos tenido 2 discusiones, el resto pareciera solo arcoíris, unicornios y corazones flotando... Es mi amor, con solo verlo siento que el día es perfecto.
Tuvimos el matrimonio más maravilloso que pudimos haber soñado.
Queríamos algo íntimo y sencillo, en un lugar libre, diurno y en contacto con la naturaleza. En principio buscamos en el Cajón del Maipo, en Camino a Farellones, etc., en todos lados nos pedían tener un mínimo de 70 personas, porque de otra forma no les era rentable el evento.
Cuando pensamos que ya solo nos quedaba hacerlo en nuestro patio, y estábamos muy tristes, quedando menos de 3 meses para nuestro gran día, y aun sin enviar invitaciones. Leí en un foro una chica que se casó en el Hippocampus de Concón, que pudo llevar cerca de 40 personas y a precio razonable, así que decidimos ir a verlo. En el fondo de nuestro corazoncito teníamos la fe que no saliera demasiado caro, porque al menos las fotos eran muy lindas.
Seguir leyendo »Estando allá nos dimos cuenta que ese era nuestro lugar. Al día siguiente Daniel pidió la hora del Registro Civil, y nos dieron el viernes 11/03/16 a las 16:30 horas.
A partir de ahí, los partes. Mi madrina se encargó de mandarlos a hacer, rápidamente organizamos todo lo que pudimos, entregue las invitaciones, mande a hacer recuerdos (unos llaveros divinos en Rosas grabados con nuestros datos del matrimonio).
Elegimos menú y confirmamos nuestros pocos invitados en algo así como 2 semanas, ya se acercaba el momento y aun no sabíamos que íbamos a hacer, teníamos claro que queríamos poca gente (fueron 55 personas en total), que fuera nuestra familia, quienes realmente nos conocen, al final una se da cuenta que omitiendo los típicos "pero invítalo porque nos hizo un favor hace tiempo" o "pero como no lo vas a invitar si", cuando se ve quienes realmente importan para ese momento y quienes realmente van a disfrutar estar contigo, se logran contar con las manos.
55 invitados en total (incluidos sus acompañantes). Todos personas muy queridas. Todos nos confirmaron asistencia.
Contratamos los servicios necesarios, el DJ, que fue maravilloso, no queríamos una fiesta con baile y perreo, queríamos algo simple y romántico donde poder compartir con nuestros invitados (gran parte eran las abuelas, no las veía escuchando a Don Omar).
La fotógrafa, un encanto, nos siguió los pasos, ¡incluso se cayó! estamos soñando con ver las fotos.
Las flores, contratamos a Pamadi, y nos hicieron un camino de flores, un arco maravilloso con vista al mar, y arreglos para nuestras mesas con unas bellas Gerberas color sandía. Amé esa flor, se convirtió en mi favorita para el resto de la vida.
Como dato, queríamos algo donde la gente nos plasmara su compañía al matrimonio, así que hicimos un huellero, donde todos pudieron poner su huella, y es hermoso. Lo pedimos a Pasanti Deco (tiene Facebook) y lo hicieron con tanto amor, pintaron nuestras iniciales en las cajitas donde iban las tintas de las huellas, y las toallas, ese detalle fue maravilloso. Le dio una intimidad especial, nos ayudaron a construir nuestro árbol de vida, que ahora adorna nuestro hogar.
La torta, encargamos un topper a Canada. Somos padres de unos perros boxer que no podian ir al matrimonio. Asi que pedimos a Nice Pasteleria una torta donde usaran nuestro topper con los niños, y que se le hiciera patitas como si ellos hubiesen trepado a la torta. Nunca vi una torta tan hermosa... Casi nos partió el alma cortarla, pero además el sabor estaba increible.
Tambien nos trajeron un candy bar maravilloso, a todos les gustó.
La comida del Hippocampus, maravillosa, debo decir que todos los detalles cuidados, perfecto, no parecía para nada comida hecha para grupos. Mención especial a la entrada, una crema de zapallos italianos al curry que no imaginé pudiera ser tan rica.
En nuestro afán de que todo fuera sencillo e íntimo, nuestros anillos los hizo mi cuñada que es orfebre ¡Que más emocionante para mí esposo que su hermana le haga sus anillos! Buscamos una cajita de madera en Cajilandia (en el centro, frente a la galería de los joyeros), y quedaron perfectos.
Y mi vestido de novia lo hizo mi mama. Ella se dedica a confecciones, y siempre soñó con hacer un vestido de novia para sus hijas. Debo admitir que hasta que no me probé el vestido por primera vez, estaba preocupada pero no me sentía novia. En ese momento, con ese maravilloso vestido como de princesa, me sentí tan feliz y me sentí novia, reina, todo. Soñé un matrimonio perfecto. Elegimos la música. Romántica a morir. Apostamos a canciones de amor feliz, y viejas, muy vintage. Del estilo de Raphael, Jairo, Frank Sinatra, Whitney Houston, cebolla nivel mil.
El manifiesto lo hicimos en Concón el 7 de marzo. Nos atendió el oficial del registro civil, que persona más cálida y amable. Nos hizo sentir tan felices de estar tomando esta decisión ¡irradia amor ese hombre!
Y ya con las cosas listas, todo medio armado, nos fuimos a Concón el día 10. Pase la tarde en la peluquería de Alejandra Uribe donde me hicieron todas las pruebas, tienen un pack novias y un pack madrinas muy bueno. ¡Quedé perfecta! ¡Y Daniel tuvo su despedida de soltero! Esa noche mientras el salía con sus amigos, elegí las fotos que queríamos en nuestro matrimonio
Al día siguiente últimos detalles, y a las 12 ya me peinaron en mi habitación. Llego mi mama con el vestido, mi cuñada con los anillos. Antes de que partiera todo, como a las 4, baje a mirar que estuviera todo bien, y a rescatar mi ramo. El arco estaba casi listo, robe mi ramo para poder bajar con él, y fui al salón. La torta me mato. El Candy Bar, todo tan perfecto. El huellero en otro lado, para que nos ayudaran a construir nuestro momento perfecto.
Fui a mi habitación feliz. Daniel estaba listo, guapísimo, peinado, cuidadosamente, se veía maravilloso. Mientras él iba a ver los últimos detalles, mi mama me vistió con mi madrina, al verme en el espejo ella lloraba de emocionada. Parecía una princesa. Fue a buscar a mi papa. Ultimas fotos con el ramo y la previa. Mis últimos segundos soltera y dichosa.
Vino mi papá. Mi mamá y mi madrina bajaron primero. Y empezó la música, todos dispuestos en sus lugares. Suena Andrea Bocelli, "Por ti volare". Mientras mi papá y yo recorríamos la terraza y bajábamos la escalera... Fue el momento más mágico (nuestros amigos y familia dicen que les corrían lágrimas de emoción).Nuestro matrimonio celebrado por el mismo oficial cándido y amoroso del registro civil, irradiaba amor y felicidad. Fue maravilloso. Realmente ese señor ama lo que hace, y transmite amor y fe en el matrimonio, nos encantó sentir que él era quien nos estaba casando y acogiendo en nuestra empresa, con palabras de creer realmente en el amor. Cuando nos dimos el beso de casados empezó asonar de fondo "all you need is love" de The Beatles, fue perfecto. Salimos, saludamos a la gente (nada más maravilloso que ver a quienes quieres y te quieren, y que todos sean personas que están dichosas de esta unión). Un brindis emocionante, y luego fuimos a hacernos nuestra sesión de fotos, mientras la familia disfrutaba un coctel. Daniel aprovechó de cambiarse sus apretadísimos e incómodos zapatos de traje por unas zapatillas Converse rojas. Se veía maravilloso y en su estilo. Ame ese cambio.
Al volver, fotos de rigor con la familia y amigos, una rica conversación mirando al mar y entramos al salón por la cena. Nuestros invitados colocaron su huella en nuestro árbol, sacaron dulces del Candy bar.
Una comida riquísima, una cena agradable con nuestros invitados. Pusieron fotos nuestras en una pantalla junto con la música romanticona que habíamos elegido, y a todos les gustó mucho escuchar grandes clásicos del amor.
Durante la cena, hicimos entrega uno a uno de los recuerdos, los llaveros con nuestros nombres que teníamos preparados.
Y al término, fuimos a invitarlos a todos a ayudarnos con la torta. Nuestra maravillosa torta fue cortada mientras sonaba "Under Pressure" de Queen y David Bowie, fue otro momento especial, no lo puedo describir.
Compartimos con nuestros amigos, y de a poco se fueron retirando, quisiera haberle dado más tiempo a todos pero recibimos buenas noticias por todos lados, y ya cansados, solo nos quedaba ir a descansar para iniciar esta maravillosa vida de casados, agradecidos de nuestros invitados, de que todo salió perfecto, recordando cada una de las palabras que nos dijeron y soñando en el futuro juntos por toda la vida.
Nuestra Luna de Miel fue recorriendo con nuestros bellos morochos (nuestros perritos) lo que llamamos "La ruta del Chocolate”: Bariloche, Valdivia y Pucón. Nos fuimos en el jeep, a lugares alejados del mundanal ruido, al lado de la naturaleza, jugamos con nuestros perros en lagos y piscinas, aprendí a hacer pan amasado y empanadas de queso, vimos llover en la Patagonia, mientras la estufa a combustión lenta nos mantenía tan calentitos como se siente nuestro corazón ¡Incluso hicimos parapente!
No puedo decir más que desde que conocí a Daniel, la vida irradia unicornios y arcoíris, y deseo que sea así para siempre. Se puede ser feliz y lograr grandes cosas con detalles pequeños, pero siempre con amor.
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