El matrimonio de Herman y Beatriz en Viña del Mar, Valparaíso

La crónica de nuestro matrimonio

Comenzamos a preparar nuestro matrimonio con 10 meses de anticipación Lo primero que hicimos fue reservar el centro de eventos. Los primeros 3 meses avanzamos un montón, luego nos pusimos muy flojos y solo 4 meses antes del matrimonio nos pusimos las pilas.

Cuando pensé en comprar el vestido de novia, le dije a mi mamá que me acompañara a diferentes tiendas, me probé un montón de vestidos, alrededor de 15, ya estaba decidida por uno y cuándo se lo mostré a una amiga, me dijo que era el mismo que ella había comprado, así que lo tuve que descartar. Fui con mi amiga a otra tienda, había elegido 10 vestidos para prueba y solo tenían 4 en la tienda. No me tincó ninguno, pero mi amiga salió con la vendedora y le explicó más o menos qué era lo que yo quería, y ahí fue donde encontraron el vestido perfecto para mí. Mi esposo no se hizo mucho problema, y decidió arrendar su traje, se lo dejaron a la medida tal como él quería.

Tres semanas antes del matrimonio, nos faltaba el coro y flores para la iglesia, no tenía el tocado para el peinado, tampoco las zapatillas para cambiarme los tacos en la fiesta, no teníamos la definición de la música, ni el cuadro para la lista de invitados, en resumen nos faltaban muchas cosas. Estuvimos estresados hasta una semana antes del gran día, pero siempre dijimos que el día del matrimonio lo íbamos a disfrutar, que si algo salía mal, no nos íbamos a estresar porque ese día no se iba a poder solucionar nada.