El matrimonio de Jerónimo y Liliana en Quillón, Ñuble
En el campo Verano Azul 4 profesionales
J&L
31 Ene, 2015La crónica de nuestro matrimonio
Hola, querida comunidad. Les contaré un poquito de nuestro gran día. Nuestra boda la celebramos en una pequeña localidad de Quillón, llamada Liucura. Queda a orillas del río Itata. Es donde me crié y donde actualmente viven mis padres. Utilizamos todo ese hermoso paisaje campestre a nuestro favor.
Comenzó la mañana y ya era la más feliz. Mi madre, todos los días, se ríe porque dice que ese día mis ojos brillaban como nunca.
Lo primero que hice fue cerciorarme de que el video de matrimonio, ese que tiene las fotitos de nuestra historia de amor, estuviera perfecto. Iba a agregarle unos últimos videos de saludo de algunos amigos que no iban a poder ir, pero lamentablemente, no me dejó hacerlo el Movie Maker. Dejé solo las fotos y puse los videos en una carpeta aparte con una música de fondo. Fue un poco tenso. Pero respiré profundo y lo solucioné. Sugiero que dejen eso listo el día antes.
Luego, almorcé. ¡Sí! ¡Almorcé! Sé que algunas no lo hacen por los nervios, pero creo que es más terrible estar en plena ceremonia y que te empiecen a sonar las tripitas.
Seguir leyendo »Después, la primera que llegó fue la chica del make-up. Agradezco su buena disposición y profesionalismo. La puedes encontrar en Matrimonios.cl por Monserrat Garavito. Maquilló a mis primas, mi madre y luego a mí. Antes de que comenzara a maquillarme, llegaron algunos amigos y, por su puesto, la agencia que plasmó en fotografía nuestros recuerdos: Agencia Bokeh. También la pueden contactar por Matrimonios.cl.
Luego, se fueron todos a la iglesia y mi papá aún no se arreglaba. Según él, la novia tenía que llegar tarde, ¡pero nunca tanto! No quería que se fuera el sol para mis fotografías. Le pedí que se apurara.
Como es una localidad campestre, adivinen en qué nos fuimos a la iglesia: ¡sí, en carreta! Fue hermoso. Es una localidad muy turística. La gente que nos veía, nos tomaba fotos, aplaudía, casi me pongo a llorar de lo emocionada que estaba, pero me contuve por el maquillaje.
Cuando llegamos a la iglesia, mis damas de honor me ayudaron con el ramo y a bajar de la carreta. Lo más emocionante fue entrar. Uno de mis pajes me pisó la cola, fue gracioso. Pero cuando lo vi a él, se me erizó la piel. Mi hermoso novio me esperaba en el altar, con sus ojitos llenos de lágrimas por la emoción de verme vestida de novia. Ahí casi no me puedo contener, sabía que si dejaba escapar una lágrima me pondría a llorar a mares como él, por lo que aguanté lo más que pude.
La ceremonia fue evangélica. El pastor nos dio consejos tan hermosos: le dijo a mi esposo que, si quería que lo trataran como a un rey, no debería dejar nunca de tratarme como a una reina.
Luego, salimos de la iglesia. Las damas de honor les habían repartido pétalos a nuestros invitados. Los pétalos los encargué a China por Aliexpress. Me salieron como seis dólares los 2.000 pétalos. Podrán ver en las fotos que no tienen ninguna diferencia con los naturales.
Saliendo de la iglesia, tomamos esta vez un auto y nos fuimos a sacarnos fotos: primero a los viñedos, aprovechando la puesta de sol. Luego, al bosquecito y por último a la cascada. Sí, en Liucura hay una hermosa cascada que la aprovechamos muy bien. Como el matrimonio era al lado del río, llegamos en bote a la celebración. Nos inspiramos en lla hermosa película «The notebook». Fue muy hermoso porque toda la gente esperaba en el muelle nuestra llegada.
La fiesta fue bien hermosa. Como yo soy profesora de Lenguaje, y él me acompaña en mi pasión por la lectura, a todas las mesas les pusimos nombres de libros. La de nosotros se llamó «Táctica y estrategia», como el hermoso poema de Mario Benedetti. Cada mesa tenía la cita de los autores que nuestros invitados leyeron para saludarnos. En cuanto a la decoración, podrán ver en las fotos nuestros manteles turquesa, las sandías con un tallado muy hermoso, nuestros novios de la torta: ¡en moto! Nuestros vasos con nuestros nombres grabados y el típico árbol de huellas —nosotros hicimos una bicicleta de huellas—. Ese no lo compré, sino que descargué la imagen de Internet y la fui a imprimir donde imprimen planos, en medida 30x40 cm, y luego la puse en un marco.
El matrimonio lo celebramos en el complejo la cascada de Liucura. Como datos anexos: mi matrimonio fue en color turquesa, mis zapatos también lo fueron, pero no estaba ni ahí de andar toda la noche con tacones, así que me puse unas Converse en el tono citado. Asunto arreglado. Además, no se ven nada mal con el vestido. Nuestros recuerdos fueron llaveritos-desptapadores que encargamos en JJhouse. Salieron algo de $500,00. Nosotros los quisimos con la imagen de cisnes y nuestros nombres y fecha de matrimonio.
Les dejo fotos y que hablen por sí solas.
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