El matrimonio de Jonathan y Katherinne en Peñalolén, Santiago

La crónica de nuestro matrimonio

Me casé el pasado 25 de mayo y todo fue maravilloso. Tuvimos la suerte de tener un excelente productor y wedding planer que prácticamente no sufrimos estrés y nervios de preboda. Nos preparamos con anticipación, contratamos una profe de baile para sorprender a nuestros invitados en el vals. Compramos varias cosas nosotros mismos para abaratar costos y, en general, disfrutamos mucho todo el proceso.

Nuestra ceremonia fue primero la civil y luego una simbólica en un mirador de la zona cordillerana, las dos a la luz de las estrellas y con las luces de la ciudad de fondo. ¡Todo fue hermoso! La ceremonia civil, a pesar de que siempre se tilda de que es corta y fría, tuvimos la suerte de que la nuestra fue bastante linda. La juez civil fue muy emotiva y solemne, dijo unas palabras hermosas que me emocionaron mucho, le puso cariño a su trabajo.

Luego hicimos la ceremonia simbólica llamada “unión de manos”. La dirigió nuestra mejor amiga (de ambos) que fue quien nos presentó y que permitió dar inicio a nuestra historia de amor, así que no había nadie más idóneo para unirnos simbólicamente más que ella, quien fue literalmente la que inició todo. Ella siempre nos decía que estábamos destinados a estar juntos, por eso se empeñó tanto en unirnos.