El matrimonio de José y Constanza en Cabrero, Bío-Bío

La crónica de nuestro matrimonio

Fue un matrimonio full nervios, a los típicos nervios de la boda se sumaban los del contexto pandémico. Estábamos en fase 1 así que no se permitían juntas sociales, pero ya llevábamos en la misma fase hace como 2 meses y posponiendo la boda. Al final decidimos casarnos igual, con los más cercanos y sin celebración posterior. Sólo la ceremonia religiosa y un pequeño cóctel en familia, todo en el quincho familiar.

En ese entonces se autorizaron las ceremonias religiosas hasta 10 personas en fase 2. Decidimos casarnos justo cuando cambiamos de fase, pero mis tatas seguían en fase 1 así que no pudieron viajar. Antes de la ceremonia me entró miedo de que nos fiscalizaran (a pesar de estar cumpliendo con las normas), pero trataba de concentrarme el el precioso momento que estaba viviendo. Mi esposo (en ese entonces novio) me ayudó mucho a focalizarme en disfrutar del momento y no permitir que todo el miedo que nos rondaba se metiera en nuestro mágico momento.

Para nosotros recibir la bendición de Dios era lo más importante, fue emocionante poder culminar lo que soñábamos y veíamos tan difícil de alcanzar. Cuando nos tocó decir los votos, se nos llenaron los ojos de lágrimas, incluso mi esposo tuvo que parar un poco para calmar la emoción. Al final resultó ser una experiencia memorable, nos casamos en pandemia porque nada puede detener a nuestro amor. No tuvimos muchos invitados ni una gran celebración pero recibimos la bendición de Dios y eso fue lo más importante.