El matrimonio de Juan Carlos y Pilar en San Felipe, San Felipe de Aconcagua
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J&P
27 Feb, 2015La crónica de nuestro matrimonio
Mi esposo y yo nos conocimos aproximadamente un año antes de casarnos. Recuerdo que todo fue muy rápido pero hermoso. Tuvimos poco tiempo para preparar todo, y la mayoría de las cosas parecía ir perfectamente bien. Pero dos semanas antes de casarnos todo se nos vino abajo, ¡de pronto ya no teníamos casi nada!
Fue una experiencia difícil. Afortunadamente, eso solo me impulsó a seguir adelante, con la ayuda de nuestros amigos. Estoy segura de que el matrimonio es mucho más que una cena lujosa llena de detalles costosos. La unión del amor de una pareja es lo realmente importante. Estábamos dispuestos a casarnos aún sin celebración. Gracias a Dios, las personas que nos aman, organizaron un pequeño cóctel y todo salió mucho mejor de lo que esperaba.
Nos casamos por el civil el día viernes por la mañana. La noche previa no podía dormir, los nervios me consumían. Desperté muy temprano para poder prepararme. Llegamos un poquito tarde al registro civil, mi esposo me dijo: “¡creí que te habías arrepentido!”. Esperamos unos minutos para poder iniciar la ceremonia, y cuando comenzamos, había tanta gente dentro de la oficina que apenas cabíamos, ¡fue tan hermoso! Me sentí muy amada y apoyada por nuestros seres queridos.
Seguir leyendo »Al terminar la ceremonia civil nos fuimos volando a la iglesia donde haríamos la celebración. Toda la tarde estuvimos preparando lo que necesitábamos, entre eso hubieron uno que otro conflicto porque todos estábamos demasiado nerviosos. Finalmente me fui a casa a poder prepararme y ponerme mi amado vestido de novia.
Los nervios empeoraron, lo cual era gracioso porque para ese entonces ya estábamos legalmente casados. Al ponerme mi vestido, me sentí como una princesa, ¡era mucho mejor de lo que había imaginado! Y mientras me maquillaban, el cambio era maravilloso. La celebración fue simple pero preciosa.
Al día siguiente nos vinimos temprano al Templo SUD que está en Santiago, en donde pudimos sellarnos como matrimonio por esta vida y por la eternidad. Nosotros creemos que la muerte no es un término del lazo conyugal. Fue como estar en el cielo junto a mi amado esposo.
El matrimonio es algo maravilloso, cada pareja es un mundo, cada mundo es hermoso. Soy una mujer felizmente casada, y estoy agradecida de que gracias a las dificultades, pudimos saber el verdadero significado de nuestra decisión.
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