El matrimonio de Juan Pablo y Katherine en Limache, Quillota
Primavera Blanco y negro 4 profesionales
J&K
25 Nov, 2017La crónica de nuestro matrimonio
Entusiasmados los dos con esto del matrimonio comenzamos a buscar datos y cosas que queríamos para nuestro matri casi de inmediato después de la pedida de mano. Claro, después de casi 12 años de pololeo, uno ya tiene sus ideas de que es lo que quiere.
El día anterior al gran día, celebramos el matrimonio civil. Todo muy bello, el juez muy simpático, y aún dentro de la formalidad que se requería logró crear una linda atmósfera que nos dejó a todos muy felices. La celebración continuó en la casa de mi suegra, en un pequeño cóctel muy rico y familiar. Mi suegra un siete, se las mandó con todas las cositas ricas que preparó. Terminamos tempranito ya que había que descansar y guardar energías para el gran día.
Para mi sorpresa dormí como tronco, cero nervios (obvio, si todos los días anteriores me dormía a las tantas de la madrugada viendo los últimos detalles y después al trabajo). Ese día fuimos tempranito y en patota a ordenar y ver los últimos detallitos del salón. Creo que comí 3 chocolatitos del Candy bar mientras lo montábamos, y nada más hasta la cena (muy mal, lo sé, no lo hagan, creo que tuve suerte de no haberme desmayado). Claro que no fue intencional, sólo me olvidé de comer ese día.
Seguir leyendo »Mi papá me fue a dejar al salón donde compramos el vestido, en el que también se especializaban en make up. Así que lo mejor fue salir lista desde el salón; vestida, peinada y maquillada por la linda Paulina. Yo creía que a esas alturas ya había salido victoriosa de los nervios prematrimoniales, pero no, mientras me estaban maquillando me comenzaron los síntomas, me dolía la guatita, me sudaban las manos, me dolía la cabeza. Me bajaron todos los achaques, pero el estar comunicada con Juan Pablo me calmó todos los nervios y pude salir del mal rato, el amor todo lo puede. Mientras en la casa todos como locos arreglándose, mi mamá y hermana preparando los ramos, mi papá decorando el auto, Juan Pablo comprando la liga y así siempre quedan cosas a última hora.
Cuando iban camino a buscarme mi papá le dice a mi mamá: "Ya hijita, ahora iremos a buscar a la Kathita"; mamá: "Pero hijo, si yo tengo que ir a la ceremonia y usted solito tiene que ir a buscar a la Kathy" Papá: "La Kathita quiere que los dos la llevemos al altar". Ahí mi mamá aguantando las lágrimas para no arruinar su maquillaje, pobrecita. No quise decirle yo, quería que fuese sorpresa, y lo fue. Estaba feliz, sus ojitos lo decían todo. Por otro lado, Juan Pablo también le había dado la misma sorpresa a su abuelita el día anterior; quería entrar con ella y su mamá al altar, obviamente también se encontraba muy emocionada y sorprendida, tanto que no lo podía creer.
Ya reunidos, esta vez en el flamante carruaje. Mis papás felices disfrutando del momento, mi primo lindo haciendo las veces de chofer, feliz también de estar ahí y de ser parte de ese importante momento. El camino no nos tomó más de 10 minutos, y ya era hora. Ya estábamos ad portas del gran momento.
Anunciaron mi llegada, todos comenzaron a aplaudir mientras me bajaba del auto con algo de miedo (no vi a nadie, esos eran los nervios), miré al frente y ahí estaba él, tan lindo y feliz, irradiaba amor y alegría, ni siquiera me percaté de que estaba con su mamá al lado (lo siento suegra, estaba con la mirada sólo en mi amor).
La música, ¿qué música? Mientras caminaba al altar no escuche nada (todo el tiempo que demoramos en buscar las canciones y nosotros ni siquiera nos dimos cuenta de que las pusieron).
Nos miramos, despedimos a nuestros padres, nos saludamos y comenzamos a sonreír. Fue un momento en verdad mágico y lleno de amor.
La ceremonia comenzó, y desde el primer momento encantó a todos. Todos nuestros miedos que arrastrábamos al decidir realizar una ceremonia simbólica desaparecieron gracias a Yurima (nuestra maestra de ceremonia), fue una ceremonia maravillosa, llena de alegría, amor, risas, de nosotros. Se creó una linda atmósfera mágica, única, para nosotros. Mi papá dio un lindo discurso, con el cual tuve que contener las lágrimas. Los votos tan lindos, casi como si los hubiésemos escrito juntos, tan conectados el uno con el otro (fue lindo saber y entender que en verdad si estamos conectados y que sí, somos el uno para el otro). Sellamos nuestra unión con la ceremonia de "unión de manos" y con la promesa espiritual de mantener nuestro amor. Al terminar, lanzamos como símbolo de buenos deseos globos blancos en conjunto con nuestros invitados. Fue todo muy lindo, armonioso, lleno de amor, felicidad y tranquilidad.
Dimos nuestro discurso durante el cóctel, dando las gracias a los invitados por acompañarnos en tan importante momento y comenzamos a tomar fotos con los invitados junto a nuestras lindas "letras" que preparamos con tanto cariño. Fue lindo ver también que todos querían tomar fotografías, todos con tantas buenas vibras, felicitando y siendo felices. Muy hermoso y agradable momento compartir con aquellos por los que sentimos un profundo afecto.
Nuestra sesión de fotos fue realizada en el mismo lugar, la idea era optimizar el tiempo, para disfrutar al máximo con todos los invitados (nuestra idea inicial era sacarnos fotos en el parque china de Limache, pero por tiempo y dinero decidimos cancelarlo). Ésta fue realizada mientras nuestros invitados veían un video preparado por nosotros de "Hitler se entera" (la idea la sacamos de internet) el cual causó sensación, pero no supimos hasta días después; ya que estaba tan fuerte el sonido que no escuchábamos las risas y pensamos que había sido un completo fracaso.
Al entrar nuevamente al salón, nos presentaron como marido y mujer con el sonido de la canción "You shook me all night long" de AC/DC, que le gustaba a Juan Pablo, y que también me encantó por lo movida que era, tanto que entramos al ritmo de la música, cantando y muertos de la risa, casi haciendo el ridículo al salón donde cenaríamos.
En la cena estuvo todo muy delicioso, tenía tanta hambre (hasta este punto no había comido nada). Aun así, no pude comerlo todo. Los invitados encontraron todo muy rico y contundente, una entrada de ceviche de camarones, y el plato principal lomo vetado de vacuno con papas gratinadas con salsa de finas hierbas. El menú fue todo un acierto.
Durante la cena el animador pasó por las mesas para que los invitados nos entregaran sus buenos deseos, fue lindo escuchar a cada uno de los que hablaron esa noche, muy agradecidos por cada palabra amor.
Para comenzar con el buffet de postres, el animador nos invitó a pasar al salón donde realizaríamos el bailoteo, una vez ahí se comenzó a reproducir el diaporama, que también hicimos nosotros con mucho cariño, en el cual no sólo hubo fotos de nosotros, sino que también fotos con casi todos nuestros invitados, la idea era hacerlos partícipes de nuestra historia y lo importante y significativo que eran ellos en nuestras vidas. Seguido a eso bailamos nuestro primer baile a modo de vals que fue la canción "When i see you smile" de Bad English, con una coreografía que creamos el día anterior muertos de la risa, al parecer no salió tan mal. Y luego comenzamos a bailar el vals tradicional para así seguir la tradición de bailar con nuestros padres. Me volví a sentir una niña al bailar con mi papá, fue un momento de muchas emociones. Y así, sin más que hacer se dio comienzo a la fiesta.
Tuvimos invitados muy prendidos, que comenzaron a bailar apenas termino el vals. La fiesta estuvo buena, muy divertida, con hartas fotos entremedio, con baile entretenido y con cabina fotográfica para los recuerdos.
Tuvimos un pequeño receso para cortar la torta, tirar el ramo y la liga. Todo muy dinámico y divertido para no cortar la inspiración de la fiesta.
Para tener nuestros recuerdos instalamos un sector con muchas fotografías de nosotros y otras muchas con nuestros invitados, para que nos dejaran mensajes, algo parecido a los famosos libros de firmas. Fue un éxito, casi todos escribieron, algunos escribieron más de una vez, es divertido leer las cosas que pueden llegar a escribir con un par de tragos en el cuerpo, creo que deben reevaluar si tener bar abierto en sus matris.
A medida que algunos se iban retirando y al final de la fiesta entregábamos unos pequeños recuerditos que hizo mi suegra (que le quedaron demasiado bellos), unas bolsitas de organza con almendras confitadas y un palito de canela para las buenas vibras más un distintivo del matrimonio. Todo muy simple y bello, muy delicado.
Ya a la fiesta, algunos no se querían ir, después de casi media hora logramos echarlos. Es lindo ver que tu gente lo pasa lindo y se divierte y te acompaña en un momento tan especial.
Mientras ayudábamos a ordenar un poco, llegó una señora muy viejita pidiendo dinero (ni idea de donde apareció), como no tenía nada le dimos algunos de los dulces que sobraron del Candy bar, y así como llegó desapareció. Eso fue algo loco que paso ese día y que me dio un poco de susto.
Y el chascarro infaltable, se nos fue el chofer a mitad de la noche. Mi papá obviamente disfrutando de la fiesta al igual que mi esposo, la única opción era: yo llevarlos de vuelta a la casa vestida de novia. Lo que siempre dije que jamás haría tuve que hacerlo y sin chistar, moraleja: no escupir al cielo.
En fin, un día lleno de emociones, y mucha alegría al final del día. Sin dudas un fin de semana lleno de amor, ¡redondito!
Creo que me extendí más de la cuenta, espero no haberlas aburrido, eso si es que llegaron hasta aquí mil besos a todas. Mi deseo para ustedes, es que tengan un día bello, lleno de lindas emociones y que sean inmensamente felices, tanto y más como lo he sido yo hasta ahora.
Cariños.
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