El matrimonio de Julio y Eve en Santiago, Santiago
Elegantes Otoño Rojo 7 profesionales
J&E
25 Jun, 2016La crónica de nuestro matrimonio
Hasta ahí yo estaba tranquila, ansiosa, pero tranquila, solo faltaba que todos se vistieran de repente no sé cómo, faltaba solo una hora para la ceremonia y tuve que recordarlo a mis hijas y mi mamá que se vistieran y ahí comencé a ponerme nerviosa, todas corriendo en mi habitación y yo sin poder moverme porque me hacían las manos, los pies y el pelo al mismo tiempo. Llego el fotógrafo, mi novio se fue, y llegó la familia al hall del hotel, pedí que llevaran a mi beba a la habitación para que la vistieran (contraté a mi nana por esa noche para que se hiciera cargo de ella), así que la vistió y yo miraba, me comían las manos por arreglarla yo. Pero no se podía y mi mamá nada, tuve que apurarla, entonces se fue a vestir y ¡no!, su vestido estaba sin la cinta del corse y me dice no está la cinta, le digo, pero a ver quizá no se nota, y ¡no! Era imposible ponerlo sin eso ya faltaban solo 30 minutos, ¡Casi morí!, yo dirigiendo desde mi silla diciéndole que llamara a mi hermano, y ella le decía que fueran al auto a buscar y yo ¡no¿ que no busquen, vayan a comprar una cinta al Apumanque, finalmente fueron a comprar, pero antes pasaron por mi novio y le pidieron a el que fuera, obvio él les dijo están locos yo estoy recibiendo a los invitados, no sé muy bien como lo hicieron, pero fueron a comprar. En paralelo yo colapsé, el tiempo pasaba y mi mamá que se suponía me ayudaría no tenía vestido, ahí las lágrimas llenaban mis ojos yo trataba de contenerlas, no podían correr por mis mejillas. Ya estaba maquillada, solo trataba de respirar y la peluquera, la manicurista y la encargada del hotel tratando de calmarme, odié a mi mama en ese minuto. Mis hijas ya había salido de la habitación y estaban junto a mi novio.
Seguir leyendo »Por mi cabeza pasaban mil rollos, mi mamá no podría salir. No me podría entregar y más encima era mi testigo porque mi suegra (que era la original) nunca reviso su carnet de identidad y nos dimos cuenta justo antes de salir de la casa que estaba vencido.
La peluquera que se portó un siete secaba mis lágrimas antes que corrieran. Yo estaba desesperada, la hora pasaba. De pronto escucho la radio de la encargada y le avisan que el civil llegó, ella dando instrucciones que esperara, yo aún no podía vestirme, de pronto llegó el famoso cordón, la manicurista poniéndole el corsé a mi mamá y la peluquera con la encargada del hotel poniéndome el vestido, abrochando esos mil botones diminutos que están en la espalda y yo desesperada, tenía miedo que se fuera el civil, ya llevábamos 15 minutos de retraso, mis damas de honor ya habían llegado y me estaban esperando afuera, de pronto vestida. Me miro por primera vez al espejo y me vi hermosa. El maquillaje el peinado, el vestido, me sentí la mujer más linda del universo. Salí. Ya más tranquila bajé las escaleras y mis damas todas con los ojos llenos de lágrimas mirándome. Ellas también se veían hermosas, mi mama ya no estaba conmigo, la mandé al lugar de la ceremonia.
Fotos en la espera, y esperé instrucciones, yo solo podía sonreír, estaba nerviosa y ansiosa, solo quería ver la cara de mi amor.
Llegó la hora. Mi hermano me ayudó a bajar las escaleras y mis damas delante. Había mucha gente, llegamos al descanso de las escaleras, las damas ya entraban en el cortejo, sonaba de fondo mi tema “thousand years de Christina Perry”, comencé a caminar del brazo de mi madre (mi papa falleció) y camine lento. Me dediqué a mirar todas las caras y no podía parar de sonreír, no era fingida era del alma, disfrute cada pisada en la alfombra roja, de pronto ahí delante, mi novio me miraba con unos ojos llenos de amor, sonreía. Llegué a su lado y me dice, te ves preciosa, el civil delante nuestro, y comenzó la ceremonia yo estaba nerviosa aun. Había tanta gente, miraba al civil y detrás de él la cascada con el agua corriendo, las luces iluminado las gotas y las piedras, mi mirada se iba. La ceremonia civil fue papeleo, firmamos, nos entregaron la libreta y ya éramos marido y mujer, luego el pasó a nuestra ceremonia especial, comenzaron contando nuestra historia de una forma romántica, divertida, todos pendientes, silencio total, todos reían al mismo tiempo o exclamaban al mismo tiempo. Nosotros de la mano sonreíamos, estábamos felices. Llegó el ritual de la rosa, mi hija mayor nos entregó a cada uno una rosa, se veía hermosa, la contemple, está tan grande, ella estaba emocionada. Nos intercambiamos las rosas escuchando las palabras de la maestra de ceremonia escuchando de fondo “Y llegaste tú” de Luis Fonsi y Juan Luis Guera (un tema especial para nosotros), los dos emocionados pensando en que cuando no se encuentren las palabras para arreglar un desacuerdo solo nos regalaremos una rosa para recordar porque estamos juntos, luego los votos, hermosos, los guardaré por siempre en mi corazón. No lloré, pero estaba muy emocionada y él también. Los suyos fueron muy románticos, los míos entre románticos y divertidos ninguno había visto los del otro, fueron sorpresa para ambos. Luego el intercambio de argollas. Entró mi hija del medio caminando lento (como le dije) con las argollas en sus manitos y una sonrisa amplia. Sus ojitos llenos de luz, estaba emocionada, lloró de emoción la mayor parte de la ceremonia, yo le mostraba mi mano con el anillo a mi novio, me sentía orgullosa y el ultimo ritual fue el de la luz, sonando de fondo “Somewhere over the rainbow”donde participaron nuestros padres, tomamos la luz de nuestros padres, lo mejor de ellos construyendo una nueva familia con la base del amor que nos entregaron para seguir con nuestra luz propia. Ellos estaban felices y emocionados por participar.
Fueron los 40 minutos más hermosos del mundo, una ceremonia que llenó totalmente nuestro corazón y el de los invitados, hombres y mujeres estaban emocionados con lágrimas en los ojos. Fue distinto a lo que comúnmente se hace, nos lo hicieron saber y nos dieron las gracias.
Terminó la ceremonia ya éramos marido y mujer, me tomeéun pisco sour, lo necesitaba y ya los nervios no estaban, venía un esquinazo que mi querido amigo y profesor de baile nos regaló, bailó hermoso y me sacó a bailar una cueca, fue la cueca más linda de mi vida, no sentía nervios ni vergüenza y mi vestido se portó perfecto.
Comenzó el cocktail, compartimos un rato y nos fuimos a la sesión de fotos con nuestras familias.
Cuando termino la sesión de fotos, nos fuimos al salón, bajamos por una escala hermosa con nuestra canción “Andas en mi cabeza” es alegre como nosotros y se puede bailar. Entramos, hicimos el brindis y comenzamos a hacer nuestro baile especial “Thinking out loud” de Ed Sheran, lo disfrutamos, nuestras miradas se cruzaban era todo coqueteo y complicidad, hasta un lift hicimos. Todos aplaudieron y nos felicitaron, salió hermoso, luego todos a cenar.
Mi marido estaba tan contento que no podía quedarse quieto, quería hablar con todos, nuestra coordinadora lo iba a buscar a cada rato para que comiera, apenas probamos la comida. Luego vinieron las fotos por mesa, fue entretenido, luego el postre y comenzaron mis nervios de nuevo, venía el flush move con mis damas, cortamos la torta, las fotos de rigor y disimuladamente todas de a poco a cambiarse, yo también. Me saqué el vestido de novia, me puse mi traje y zapatos de baile, todas unas bailarinas y a esperar. Nuestro bailarín (único hombre que bailaba) no aparecía. Se puso tan nervioso que tuvo dolor de guata, finalmente apareció, salió primero y tiró unas bandejas de metal lejos, sonó fuerte, todos miraron asombrados pensando que se había caído algo, y comienza la música. Empiezan a salir de distintos lugares mis damas, tirando lejos un abrigo negro que todas llevábamos encima, y yo, la última. Desde la escalera, me sentí diva. Todas las miradas en mi y a bailar. Disfruté nuestro baile. Tantos ensayos, tanta dedicación y todo pasó en 4 minutos, eso duro el baile Todos asombrados mirando tanta producción, resultó hermoso. Terminó, dije unas palabras y todos a bailar, comenzó la fiesta. Bailé un par de temas con mi vestido de baile y de nuevo a mi vestido de novia, no paré de bailar toda la noche, estaba tan contenta, ahora solo a divertirse, luego vino el ramo, la liga. La liga de nuevo yo bailando en la pista, hice lo que mejor pude, y mi marido ahí sentado mirándome con sus ojitos y su sonrisa. Hice un baile sexy que parece resultó porque después las mujeres me pedían el dato. La última actividad fue baile entretenido y todos lo disfrutaron mucho, fue nuestra noche, una noche de cuentos, de emociones, de sonrisas, de sueños cumplidos, me sentí una verdadera princesa, no existía mujer más hermosa que yo ni hombre más enamorado que mi amorcito, solo que no me di cuenta y eran las 5 de la mañana. Se terminaba y yo solo quería volver a revivir todo, cada segundo, cada instante.
Les dejo las mejores fotos, tengo muchas y los videos importantes, agradezco a esta comunidad las ideas que me dieron y lo que aprendí acerca de organizar un matrimonio, solo me queda decirles que disfruten ese día a concho pasa demasiado rápido, pero los recuerdos no se borraran jamás de sus corazones.
Servicios y Profesionales del Matrimonio de Julio y Eve




Otros Proveedores
Otros matrimonios en Santiago
Ver todas

Ko Eventos

Casa Almarza

Mandarin Oriental Santiago
Inspírate con estos matrimonios
28 comentarios
Deja tu comentario