El matrimonio de Lester y Angélica en Olmué, Quillota

La crónica de nuestro matrimonio

Para resumir: un día maravilloso. El día empezó muy temprano con el recibimiento de nuestra familia que vino desde el sur. Luego, nos trasladamos todos juntos hasta Olmué y en un abrir y cerrar de ojos ya estaba casi atrasada.

Mientras me maquillaban y peinaban estaba muy ansiosa, pensando en cómo se vería el centro de eventos con todo montado y los detalles listos, curiosa de cómo se verían nuestros invitados quienes, obviamente, se prepararon estupendamente, tal como me lo manifestaron días antes de la fecha. ¿Y por qué no decirlo? Muy nerviosa por cumplir con las expectativas que se tiene de una novia y más aún por decir mis votos.

Al llegar al centro de eventos veía cómo todos estaban maravillosos. Mi hijo y mi sobrina lucían hermosamente sus atuendos de paje. Allí, a la ansiedad que ya se calmó un poco y el nerviosismo que aumentó, se le agrega la dicha de ver a toda la gente que quieres reunida para compartir contigo este momento tan especial. Pero como me mantuve nerviosa, recuerdo vagamente lo que dije en mis votos y no recuerdo nada de los votos de mi marido (agradezco la existencia de los vídeos).