El matrimonio de Luis Manuel y Maria Angelica en Valparaíso, Valparaíso

Posterior a eso, casi 2 meses antes decidimos pagar para que el juez nos viniera a casar y era demasiado para el bolsillo. Asi que Luis fue al registro y cambio fecha cercana a la fiesta para el jueves 26, dejando aun la fiesta para el sábado 28. Como se iba a resumir en 2 fechas para la boda me compre 2 vestidos, o sea no iba dejar pasar el momento. Un vestido azul de encaje y fondo beige corto para la boda civil, y uno color marfil con aplicación corto para la fiesta en una boutique de Valparaiso saliendo del edificio del carrusel de peluquerías por la Calle Independencia.

A mi futuro esposo, estresado con el tema de plata su compañero de trabajo le prestó un traje que le quedó perfecto, y un amigo de nosotros le prestó un saco super chulo que vistió para la fiesta, así que solo nos preocupamos por zapatos, corbata y camisa la cual compramos en outlet a muy buen precio.

Y con esa perspectiva nos casamos ese día nublado y frio del 26/09. Llegamos 30 minutos antes al Registro Civil de Valparaiso, mi madrina se vino directo de Santiago y madrugó ya que debía estar para la ceremonia a las 10.30. El padrino no había conseguido a la persona que iba prestar la ropa para la ceremonia y fue con el uniforme del trabajo ya que tenía que irse a sus labores. Esto hizo ese momento más vivido, con la franjas reflejantes de su uniforme, era la luz del grupo jejeje. Mi familia estuvo presente, el juez nos vaciló y se nos despavilaron los nervios en la sala de ceremonias.

El proveedor que contratamos para hacernos el video estuvo presente todo el rato, la ceremonia comenzó a las 11, todo fluyó y en 15 minutos estábamos diciendo "Sí, acepto". Nos entregaron la libreta de matrimonios y mi esposo se sorprendió de la cantidad de hojas que tiene para los hijos, ¡no sé por qué tantas hojas! jejeje

Estábamos super relajados y todo había sido más sencillo de lo que pensamos jejeje, y decidimos irnos a casa. Como estábamos cerca decidimos tomar micro, los pobres andamos así. Y para poner el drama de toda boda cuando íbamos llegando, un camión delante del micro en plena subida retrocede y choca el micro no 1 sino 2 dos veces. Luego el camión avanzó y dobló y pensamos que se iba a detener a mirar los daños y no se va a la fuga. El micrero lo sigue, y ahí van los 2 en apuesta a que se detenga. Le corta el paso ya llegando a una curva de un sector de Rodelillo de Valparaiso, cada acortar que ya estaba a 1 kilómetro de mi casa.

Empieza la parte del pleito y al final terminamos yendo a pie porque de aquí a los Carabineros perdíamos el día. Nos reímos todo el camino porque la vida esa así en tacones con frio y brisa por no pagar un colectivo. Llegan los primos de mi esposo y en la casa se bebe whisky, ron, y era doble celebración porque la madrina de matrimonio cumplía años ese día.

Al día siguiente los preparativos de la coctelería para el día de la boda, preparar el salón y nos permitieron dejar las cosas 1 día antes, limpiar y decorarlo todo. Nos entregaron la valija y se dejó todo listo para el sábado 28. Se confirmaron los invitados y todo bien. Algunos se disculparon de no poder asistir.

El sábado 28, llegaron a las 12 a llevar la comida y se había despegado algo del techo, el cual a todo esto me entero a las 3 am cuando entregamos el salón. Una amiga invitada que me iba a maquillar no pudo ir, y me terminó maquillando otra. El sonido se buscó ese día en la tarde a último minuto no teníamos cómo y otro compañero de mi esposo nos salvó con eso. Llego Don Francisco y su hija a nuestra casa a grabar los preparativos y nos siguieron por todos lados de la casa, fotos y luego grabó todos los momentos de la boda. Los invitados llegaron a las 6 y nosotros a las 7, otros llegaron más tarde, otros ni aparecieron y otros mucho más, se disculparon el mismo día.

Asi que disfruté mi fiesta, bailé con mi esposo, tiré el ramo, nos reímos por el gesto de todas las solteras, entre todos los que estamos armamos la fiesta de 50 invitados con 25. No sobró comida, todo se lo comieron con hambre jejeje. Dimos de buffet arepas venezolanas hechas por mi cuñado con relleno de carne y pollo con sus respectivas salsas de ajo y guasaca, todo un éxito. Sobró mucho licor pero era a consignación y no se perdió nada. Mis suegros se conectaron por video via Whatsapp y nos dieron sus mejores deseos nuevamente en el disfrute de la nuestra nueva vida de esposos.

Aun hubieron momentos estresantes para mí y para mi esposo. Todos los que estuvieron nos hicieron la vida más relajante, nos ayudaron, mi familia me brindó su apoyo y me aguantaron porque a veces perdía la cabeza. Mi esposo me apoyó con mis nervios de perfeccionista.

Aun nos faltó la bendición de Dios pero ese relato tendrá que esperar 1 año más y deseamos que ambas familias podamos tenerlas juntas ya sea aquí en Chile o Venezuela. Ese plan se construirá con más tiempo. Y ahora estamos felizmente casados y amándolo cada día.