El matrimonio de Macarena y Juan Enrique en Pirque, Cordillera

Todo habría sido muy tranquilo en la iglesía si no es por el hecho de que llega la madrastra de Macarena, diciendo que tiene que solucionar un problema debido a que la novia se le quedó el ramo en la casa. Junto con ayuda de mi madre, desarmaron un par de arreglo de las bancas de la iglesia para salvar la situación poco antes de que llegara la novia en un Mini Cooper limusina dejando fascinados a los invitados.

La ceremonia se realizó con normalidad salvó la sorpresa que nos encontramos a la salida, distinto a lo común familiares de la novia llevaron pirotecnia similar a la de los conciertos de música para marcar la salida, esto sumado al inicio de que una lluvia fuerte marcaría la salida de la iglesia. Subirnos a la limusina saludar a la gente y retirarnos en dirección al centro de eventos con una lluvia bastante fuerte que casi no dejaba que las plumillas quitarán el agua del parabrisas y los grandes charcos del lugar hicieron anecdótica la subida de ese Mini Cooper modificado en dirección al cajón del Maipo.

Llegamos al centro de evento sin novedad, se desarrolló el coctel y el brindis con normalidad pero al finalizar la cena alguien comentó que estaba comenzando a nevar. Era sólo agua lluvia pero todo daba la impresión de que sería aún más anecóotico y así fue. Se dio inicio a la fiesta con el vals, cuando la anfitriona nos comenta que habia comenzado a nevar. Esto fue instancia para sacar fotos únicas tanto para nosotros como para algunos invitados que nunca habían presenciado la caída de la nieve.

Los comentarios de los invitados no tardaron en llegar, alucinaron con la limusina, disfrutaron la cena y festejaron a más no poder pero en lo que todos concuerdan es que les quedará en la memoría que asistieron a una blanca boda.